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Científico celebra a Chile por incluir el ecocidio en su legislación: “Es una opción por la vida” CULTURA|CIENCIA

Científico celebra a Chile por incluir el ecocidio en su legislación: “Es una opción por la vida”

El director de centro internacional CHIC, Ricardo Rozzi, dice que se trata de un paso relevante en la dirección contraria a la destrucción de la vida que se está produciendo en el planeta. Advierte que esta extinción, especialmente la de los seres más diminutos, ocurre silenciosa e inadvertidamente.


El director del Centro Internacional Cabo de Hornos para Estudios de Cambio Global y Conservación Biocultural (CHIC), Ricardo Rozzi, valoró la decisión de Chile de incluir el concepto de “ecocidio” dentro de la Ley 21.595 de nuevos delitos económicos.

El académico, Doctor en Ecología y Magíster en Filosofía de la Universidad de Connecticut y profesor de las universidades de Magallanes y North Texas, Estados Unidos, señala que esta legislación aprobada convirtió a nuestro país en el primero del mundo en incorporar esta figura legal, lo que constituye “un paso relevante en la dirección contraria a la destrucción de la vida que se está produciendo en el planeta”.

Comenta que hay movimientos para seguir el mismo camino en muchas otras naciones y espera que la iniciativa adoptada sea prontamente imitada.

“Se consolidaría así una opción por la vida, en contra de la muerte”, expresa Rozzi.

Extinción

El académico planteó que la desaparición de pequeños seres como bacterias, hongos e invertebrados que habitan en los suelos de la Tierra es una masiva destrucción silenciosa que está sufriendo la vida en el planeta en la actualidad y sus consecuencias afectan gravemente la conservación del medio ambiente en todas sus formas.

Advirtió que este proceso de aniquilación del entorno se está produciendo ante la indiferencia derivada de la falta de conciencia que existe respecto de esta riqueza natural.

“La conciencia de la gente acerca de los suelos y de todos estos organismos pequeños es muy baja. Lo que más estamos extinguiendo masivamente son organismos como los nemátodos, que son los gusanos cilíndricos que viven en el suelo, dándole porosidad que permite la respiración y, por tanto, fertilidad del terreno”, indica Rozzi.

Procesos similares ocurren en el mar. Por ejemplo, con las artemias de mar (conocidas coloquialmente como “sea monkeys”), unos pequeños crustáceos, que son la fuente de alimentación de peces y mariscos que la sociedad consume a diario. Los “sea monkeys” son muy abundantes en los océanos y se alimentan de microalgas (o fitoplancton), pero hoy se están intoxicando porque ingieren microplásticos, que llegan a nuestros platos cuando comemos peces y mariscos que se han alimentado de estos invertebrados. Rozzi resalta que de esto no tenemos idea, “porque es una muerte y contaminación que no vemos”.

Otro tanto ocurre, a juicio del especialista, con el efecto de los incendios forestales: “A lo más vemos arrancar a un zorro o un puma, pero no tenemos la conciencia de que el fuego está matando la gran biodiversidad que habita en los suelos”.

Las consecuencias de este proceso, afirma Rozzi, abarcan los más diversos aspectos de la conservación del medio ambiente.

“Es una pérdida en el funcionamiento de los ecosistemas, señala, que también va a tener un impacto económico. La fertilidad de los suelos cambia drásticamente cuando se pierde la biodiversidad que habita en ellos”.

Argumenta que una manifestación de este fenómeno se está registrando en la Amazonía. “Son suelos muy delgados que dependen mucho del reciclaje de la materia. Pero con las quemas y con el lavado del suelo por los ríos que arrastran material hacia el mar, se está perdiendo el sustrato de regeneración”.

Igualmente, subraya, esta degradación del suelo afecta los “servicios ecosistémicos para la sociedad, en aspectos como la calidad de las aguas y la producción de terrenos fértiles”.

En el caso del mar, sostiene, “el derretimiento de los hielos glaciares en el sur de Chile y en la Antártida aumenta el arrastre de sedimentos que enturbian el agua, limitando la entrada de la luz solar que es esencial para la fotosíntesis que realizan las microalgas del fitoplancton. Al haber menos fotosíntesis hay menos absorción de carbono, más calentamiento global, lo que se conoce como un efecto cascada”.

Rozzi señala que la indiferencia frente a la destrucción que sufren los pequeños invertebrados que habitan los suelos del planeta tiene arraigados antecedentes en la cultura occidental.

Chovinismo taxonómico

Cita un artículo sobre “chovinismo taxonómico” que publicó en la revista “Environmental Ethics” en 2019:

“La cultura de la sociedad global habitualmente asocia la palabra animal con vertebrados. Paradójicamente, la mayor parte de la diversidad animal está compuesta por pequeños organismos que permanecen invisibles en la cultura global y están sub-representados en la filosofía, las ciencias y la educación.

“La ciencia del siglo veintiuno ha desentrañado que muchos invertebrados tienen conciencia y capacidad de sentir dolor. Estos descubrimientos apelan a los filósofos de la ética animal a ser más inclusivos y reevaluar la participación de los invertebrados en la comunidad moral.

“La ciencia también ha advertido sobre la desaparición de los pequeños co-habitantes animales en medio de la sexta extinción masiva. Esta extinción ‘invisible’ apela a los filósofos ambientales a visibilizar a los invertebrados, cuya existencia es preciosa en sí misma y para el funcionamiento de los ecosistemas de los cuales dependen la biodiversidad y las sociedades humanas”.

Sanciones

La Ley 21.595 de nuevos delitos económicos, publicada el 17 de agosto pasado, incorporó ilícitos como la malversación de caudales públicos, el cohecho y los atentados contra el medio ambiente.

Y lo hizo, en este último caso, con una redacción que correspondeala definición de ecocidio contenida en el artículo 441 de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas Bacteriológicas (Biológicas) y Toxínicas y sobre su Destrucción “La destrucción a gran escala de la vida vegetal o animal, el envenenamiento de la atmósfera o de los recursos hídricos y cualquier otra acción que pueda causar un desastre medioambiental”.

Rozzi destaca que la filósofa chilena Sandra Baquedano ha introducido en la cultura académica chilena la comprensión de la violencia implicada en el proceso de ecocidio.

Baquedano, quien fuera directora del programa de doctorado en filosofía en la U. de Chile y hoy es investigadora del CHIC, advierte que, junto con provocar la extinción masiva de biodiversidad, el ecocidio conduce hacia una autodestrucción de la humanidad.

En este contexto, Rozzi estima de la mayor importancia el paso dado por Chile porque junto con condenar el ecocidio permite sancionar de manera más severa a los responsables de la destrucción que sufre el planeta y espera que esto pueda replicarse a nivel internacional.

Advierte que el actual ecocidio “es un crimen y de unos pocos. Porque la causa no es la Humanidad. La causa son unos pocos que controlan las redes sociales, los sistemas de producción, que acumulan la riqueza que está concentrada en menos del 1% de la población mundial y controlan el poder de la gobernanza mundial”.

Considera que quienes ejercen esta acción merecen el calificativo de “idiotas” en el sentido griego clásico de la palabra. “Cuando Aristóteles se refiere a la democracia, comenta Rozzi, dice que solo es posible si se sanciona a los ‘idiotas’. Y los ‘idiotas’, en este contexto, se definen como personas muy inteligentes, muy capaces, pero que tienen un autointerés desequilibrado por sobre el interés público. Y desde ese punto de vista, el reconocimiento y la sanción del ecocidio es muy importante”.

Hasta 10 años de cárcel

Algunos de los ilícitos contra el medio ambiente incorporados en el nuevo cuerpo legal adoptado por Chile, son los siguientes:

1. Elusión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (artículo 305): Será sancionada hasta con tres años de cárcel, a la persona o empresa que sin someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental a sabiendas de estar obligado a ello: (1) vierta contaminantes en aguas marinas o continentales; (2) extraiga aguas superficiales o subterráneas; (3) contamine el suelo o subsuelo; (4) vierta tierra u otros sólidos sobre humedales; (5) extraiga componentes del suelo o subsuelo; o (6) libere contaminantes al aire.

2. Sanciones ambientales reiteradas (artículo 306): Será sancionado hasta con tres a{os de cárcel, aquel que estando autorizado para realizar las actividades señaladas en el artículo 305, las ejecute vulnerando instrumentos de protección ambiental o excediendo sus respectivas autorizaciones, siempre que hubiere sido sancionado administrativamente al menos dos veces dentro de los últimos diez años.

3. Extracción ilegal de aguas (artículo 307): Será sancionado hasta con tres años de cárcel, aquel que exceda la extracción de sus derechos de aprovechamiento de aguas permitidos por ley.

4. Grave afectación ambiental (artículos 308 al 310): Son considerados como delitos el afectar gravemente las aguas marítimas o continentales, superficiales o subterráneas, el suelo o el subsuelo, fuere continental o marítimo, o el aire, o bien la salud animal o vegetal, la existencia de recursos hídricos o el abastecimiento de agua potable, o que afectare gravemente humedales vertiendo en ellos tierras u otros sólidos o la afectación a una reserva de región virgen, un parque nacional, un monumento natural, una reserva nacional o un humedal de importancia internacional, así como también glaciares. Acciones que ahora podrán ser sancionadas hasta con 10 años de cárcel.

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