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Chadwick: esperando la próxima filtración Opinión

Chadwick: esperando la próxima filtración

Marco Moreno Pérez
Por : Marco Moreno Pérez Decano Facultad de Ciencia Política y Administración Pública, Universidad Central de Chile.
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La Moneda buscará separar el problema en su arista política de la judicial, para blindar al ministro. La mala noticia es que no es posible establecer una moratoria y resolver el problema por partes. Si la oposición política no resulta eficaz frente a las exigencias de responsabilidad política del ministro Chadwick, es posible que el actual clima de oposición se entronque con el ciclo de la oposición social que, probablemente, se instalará con agendas diversas que se podrían articular en el llamado a #RenunciaChadwick a partir de marzo.


Una semana para olvidar fue la primera de enero para La Moneda y en especial para el ministro del Interior Andrés Chadwick. Desde que el lunes 7 se conociera la declaración judicial del ex jefe de la Zona Araucanía de Control de Orden Público, Mauro Victtoriano, el fantasma de la renuncia del titular del Interior se instaló con fuerza en la opinión pública. La presión se sintió primero en las redes sociales y después en la prensa escrita y la clase política, que suelen seguir a la conversación digital para definir editoriales y agendas. El Observatorio Política y Redes Sociales de la Universidad Central, que monitoreó la conversación política entre los días 6 y 7 de enero a través de tres query de búsqueda, mostró cómo la red social se volcó contra Chadwick.

El hashtag #RenunciaChadwick tuvo 4.138 menciones; Chadwick 12.329 menciones y @andreschadwickp 6.156 menciones. Más allá de los análisis acerca del impacto de estas, lo que muestran las redes sociales es que el efecto de arrastre es especialmente fuerte, así como la “hiperemocionalización” en relación con la petición de renuncia de Chadwick. Los posteos y comentarios indignados se difundieron mucho más y mucho más rápido. No hay que olvidar que la caída del ex ministro Rojas fue producto de los medios sociales a los cuales el Presidente Piñera es especialmente sensible.

No es nuestro objetivo discutir aquí acerca de la influencia de las redes sociales en política o entre tecnofilia y tecnofobia. Sobre lo que no hay duda es que en esta crisis, como en otras, lo que contamos es que cada vez más la disputa se está dando con fuerza inusitada en el territorio digital. En sintonía con el clima de opinión, las oposiciones políticas (FA, Ex NM) levantaron la amenaza de recurrir a la acusación constitucional si el ministro del Interior no daba un paso al costado.

Han sido días de frenesí en el oficialismo y en el Gobierno, que no logran dar con una estrategia para enfrentar la crisis. No cabe duda que esta debilidad comienza a mostrar lo complejo que está resultando para el Ejecutivo gobernar las crisis. El Presidente Piñera, consciente de que la situación de su ministro seguía escalando, decidió intervenir como forma de detener la escalada que amenazaba ya a su Gobierno. Lo confirmó en su puesto y descartó un cambio de gabinete. En esta performance, un hecho paso inadvertido. La frase acerca de que desde el primer día “este Presidente acordó con el ministro del Interior no validar ninguna de las versiones iniciales que surgieron de Carabineros”. Lo anterior se podría leer como que el Presidente habría conocido y participado de la decisión y diseño de enfrentar la crisis como se terminó haciendo.

El jueves 10 de enero, el ministro viajó a La Araucanía. La forma en que enfrentó comunicacionalmente su rol en el caso de la muerte de comunero Catrillanca muestra el actual déficit de tono político del ministro. El padre de Camilo Catrillanca calificó la visita de Chadwick como “imprudente” y agregó que, a su juicio, “fue una provocación más del Estado». Pocas veces una escena ha representado de manera tan gráfica el conflicto ente razón y emoción, entre la frialdad estatal y el sentimentalismo ciudadano expresado en el padre del comunero Catrillanca.

La Moneda buscará separar el problema en su arista política de la judicial, para blindar al ministro. La mala noticia es que no es posible establecer una moratoria y resolver el problema por partes. Si la oposición política no resulta eficaz frente a las exigencias de responsabilidad política del ministro Chadwick, es posible que el actual clima de oposición se entronque con el ciclo de la oposición social que, probablemente, se instalará con agendas diversas que se podrían articular en el llamado a #RenunciaChadwick a partir de marzo.

¿Cómo evolucionará la actual crisis política para el Gobierno? Estará marcado por los hechos que se puedan ir conociendo acerca de la verdad judicial del caso. En paralelo, la oposición política buscará estirar hasta marzo la incertidumbre acerca de una posible acusación constitucional para coincidir con el ciclo de protestas tras la canícula estival.

Por ahora la suerte del ministro Chadwick dependerá de las nuevas filtraciones. Aunque quizás no todavía, estará “esperando la carroza” como en la clásica comedia negra argentina.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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