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La gran cruzada Opinión

La gran cruzada

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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Este es el clásico 189. Unos lo enfrentan con el objetivo de tomar aire, salir del pantano que amaga con enredarlos y revivir un fantasma de 1989. Para los otros, es la oportunidad de seguir cimentando un derrotero con destino de gloria y que, de salir airosos, sin decirlo públicamente, estarán un peldaño más cerca de soñar con el máximo trofeo.


Este domingo -y en una muy buena señal- habrá clásico universitario doble. Al mediodía, como antaño, de preliminar jugarán las chicas de la U y la Católica. Creo que sería importante en estos tiempos potenciar el fútbol de mujeres y que mejor vitrina que, a lo menos en el partido más importante o trascendente de la fecha, se pueda disputar de antesala un duelo de la categoría femenina.

Y puede ser una jornada trascendente para ambas universidades. Si bien es la fecha 19 y restarán aún 33 puntos en disputa, para los cruzados es la opción de superar una valla compleja -por el momento y ubicación de la tabla de su rival-y seguir soñando con mantener o por que no, aumentar la distancia con Colo Colo, que jugará hoy sábado ante Palestino en La Cisterna.

Los azules llegan a la cancha, con algunas certezas y otras incertidumbres. La confirmación de Caputto como técnico hasta diciembre entrega cierta armonía en el interior del plantel, al saber que el líder en lo que resta del año está ratificado. Algo que debió hacer, según mi punto de vista, la dirigencia laica tras el triunfo ante Deportes Antofagasta, todos estos días de espera y reflexión estuvieron demás.

[cita tipo=»destaque»]Aunque parezca de perogrullo, la U debe sumar puntos. Hoy no importa mucho el jugar bien o con estilo, cada partido es una final, por que la parte baja de la tabla está muy apretada, no existe la diferencia que sí tiene el puntero con sus perseguidores. Caputto llegó con una idea clara, la de ordenar lo que había, jugar de chico a grande y que sean muy ordenados, tal como lo es su técnico. Un equipo corto y que muerda todos los balones.[/cita]

Más allá de los diálogos y conversaciones con técnicos allende de los Andes, Caputto siempre fue la carta. Ahora, la intranquilidad estará claramente en un sector de las tribunas, ya que después del incidente y ataque cobarde que sufrieron los padres del gerente general, Felipe de Pablo, sin duda habrá tensión y nerviosismo respecto a cómo pueden afectar el desarrollo del partido el sector más duro de la barra brava azul.

Vamos a la cancha. Universidad Católica es el equipo más sólido del torneo y eso, nadie lo podrá discutir. Números concretos: tiene la valla menos vencida, donde Dituro ha sido clave en varios partidos y la delantera más goleadora, cuenta con 32 anotaciones a su haber y además, el equipo de Quinteros ostenta 13 victorias, 3 empates y tan solo dos derrotas. No son estadísticas espectaculares o demenciales, pero sí hablan de un trabajo colectivo cohesionado como también de momentos de sus individualidades, que han aparecido para solucionar partidos complejos o apretados.

Otros que se han destacado en esta campaña por su regularidad son José Pedro Fuenzalida -para mí el mejor puntero derecho del torneo-, junto a Edson Puch y Luciano Aued. Hoy, con los arribos de Parot y Silva, los cruzados suman más variantes y además, experiencia de jugadores que saben de luchas por torneos y levantar copas. Es, sin lugar a dudas, el gran candidato y de no mediar un baja de rendimiento extraordinaria, la copa debería terminar en las vidrieras de San Carlos.

Pero por ahora, debe salvar la valla que significa la U en este clásico universitario 189. Por que los azules están en otra realidad y una muy dura. Estos cuatro puntos conseguidos las últimas semanas, le dieron un pequeño margen al equipo chuncho para respirar y oxigenarse en la recta final del certamen.

Aunque parezca de perogrullo, la U debe sumar puntos. Hoy no importa mucho el jugar bien o con estilo, cada partido es una final, por que la parte baja de la tabla está muy apretada, no existe la diferencia que sí tiene el puntero con sus perseguidores. Caputto llegó con una idea clara, la de ordenar lo que había, jugar de chico a grande y que sean muy ordenados, tal como lo es su técnico. Un equipo corto y que muerda todos los balones.

La falencia está en el gol. La U ha convertido 22 goles, siendo una de las delanteras de más bajo rendimiento. Con 5 anotaciones aparecen Leandro Benegas, delantero que no es titular y que podría serlo este domingo de acuerdo a lo que se dejó entrever en los entrenamientos y, Matías Rodríguez. Algo claro hay en este dato.

¿Qué pasa entonces con Riquelme, Henríquez, Guerra, Campos López y Ubilla? Toda la responsabilidad no recae en ellos, pero sí sus rendimientos no han logrado cuajar en un esquema que, constantemente sufre variaciones, y donde los atacantes se han visto afectados por la rotación y poco poder de fuego expresado en el torneo.

La U apelará a tratar de ganar el clásico por un factor emocional y comenzar a soñar con el despegue de la zona roja, pero intentar pensar en ello, implica jugar un partido casi perfecto, porque los cruzados -por rendimiento y momento- son los claros favoritos para quedarse con el partido.

Es la gran cruzada este domingo para azules y católicos. Uno pensando en tomar aire y salir del pantano que amaga con enredarlos y revivir un fantasma de 1989. Para los otros, es la oportunidad de seguir cimentando un derrotero con destino de gloria y que, de salir airosos, sin decirlo públicamente, estarán un peldaño más cerca de soñar con el máximo trofeo.

Este es el clásico 189 y siempre tiene un atractivo especial en la cancha, más aún por el momento de ambos y a diferencia de esos partidos de los noventa, donde ambos planteles se entregaban por sacar una mínima distancia al otro. Ojalá los de ahora no defrauden.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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