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Ana Pizarro, experta en geografía cultural de la Amazonia: «El desastre será un tema insoslayable en la COP25, porque el ecocidio es político» CULTURA

Ana Pizarro, experta en geografía cultural de la Amazonia: «El desastre será un tema insoslayable en la COP25, porque el ecocidio es político»

Tras casi 20 años estudiando la Amazonía profunda, la doctora en Letras de la Universidad de París, Ana Pizarro Romero, es una de las voces nacionales más autorizadas para hablar del desastre en la selva tropical que aun no termina. Desde una mirada etnográfica, la investigadora coloca a los habitantes originarios, sus culturas y hablas en primer lugar, pero estrechamente relacionados con la riqueza del bioma amazónico. «Hoy es muy difícil pensar en soberanías rígidas e intangibles, todos los territorios y habitantes somos interdependientes y además y sobre todo con la flora, la fauna y los mares. No entenderlo es catastrófico».


La académica, escritora y doctora en Letras de la Universidad de París, Ana Pizarro Romero, es autora de múltiples publicaciones. Discípula de los latinoamericanistas como Ángel Rama y Roberto Fernández Retamar, es una de las investigadoras chilenas que más conoce la Amazonía. El pasado mes de agosto, mientras comenzaban los incendios, la profesora Pizarro se encontraba en una jornada académica en Sao Paulo. Muy pronto, volverá a territorio amazónico, el que conoce e investiga desde hace casi dos décadas.

La profesora Pizarro ha ejercido docencia en diversas universidades de Chile, América Latina, USA, Canadá y Europa. Es la autora de: Amazonía, el río tiene voces (2009) FCE y de numerosos artículos referidos a ese territorio. Entre los premios que ha recibido está el Exequiel Martínez Estrada, categoría Ensayo desde la cubana Casa de las Américas y la Beca Guggenheim el 2002.

En estas semanas de alarma planetaria leer, ver y escuchar a Ana Pizarro, latinoamericanista y estudiosa de la Amazonía resulta esclarecedor. Su mirada etnográfica coloca a los habitantes originarios, sus culturas y hablas en primer lugar, estrechamente asociados a la quema de especies de la flora y la fauna. Son ámbitos unidos e interdependientes.

«La ocupación del territorio es milenaria y cuando llega el conquistador europeo en 1542, sus fantasmas lo engañan: Lo que llama “amazonas” no es más que el importante papel de la mujer en la guerra y en la vida de las poblaciones, que tienen un origen matriarcal. En muchas comunidades indígenas el origen de todo es «la abuela del mundo». Las comunidades muestran un sesgo plural, heterogéneo, el caboclo es una mezcla. Hoy, en la Pan Amazonia se considera que hay una población de 23 millones de personas, el universo indígena es de tres. Los flujos culturales afroamericanos – los quilombolas – así como de múltiples orígenes – recordemos que también hubo presencia en la parte brasileña de holandeses, franceses y corrientes migratorias judías, árabes entre tantas otras,  dan a la región un sesgo múltiple en un proceso intercultural complejo», sostiene la investigadora.

-¿Cuál es la riqueza etnográfica de la Amazonía? 

-La riqueza etnográfica es enorme. En Brasil viven varios cientos de comunidades indígenas, alguno no contactados. Todas viven en peligro permanente a causa de la riqueza de las tierras en las que habitan. Aún más ahora, cuando Bolsonaro quitó la responsabilidad a la FUNAI _ Fundación Nacional del Indio-relativa a las demarcaciones y la traspasó al Ministerio de Agricultura. Porque el gran peligro es el agronegocio, entonces lo ocurrido es como entregarle al lobo el cuidado de las ovejas. Debió retractarse, sin embargo, la intención quedó al descubierto. No todas las comunidades, ni las más numerosas están en Amazonía, pero para éstas es su hábitat y de ella depende su supervivencia.

-¿En qué se diferencia la imagen que se tiene de la Amazonía con la realidad?

-Creo que aquí en tenemos una imagen – cuando la tenemos – mítica de la Amazonía. Pensamos que es un mundo de selva e indígenas. Pero esa es la publicidad de las agencias de turismo. En la realidad la heterogeneidad se observa en todos los ámbitos, tanto en el territorio, en la multiplicidad de especies de flora y fauna, como también en sus habitantes.

-¿Quiénes en literatura, cine, arte, música etc., mejor han representado la Amazonía desde la Amazonía misma?

-La Amazonía tiene grandes escritores. Históricamente en Brasil: Euclides da Cunha, con una serie de artículos publicados póstumamente con el título de A Margem da História. También en Colombia José Eustasio Rivera con La Vorágine, entre otros. El texto mayor de la literatura brasileña, Macunaima, de 1928 está escrito por el gran Mario de Andrade, paulista, y su tema es el mundo indígena. Hoy desde luego el narrador Marcio Souza, que ha trabajado sobre diversos momentos de la historia del área, con Mad María, por ejemplo, Galves o emperador do Acre. También ha circulado a nivel internacional la obra de Milton Hatoum, muy buen narrador, que trata del mundo amazónico desde la mirada de la migración árabe. Pensando en la pan Amazonía de hoy, en Colombia está William Ospina con su trilogía histórica sobre el río, en donde la primera novela es la premiada internacionalmente El País de la Canela. Hay grandes poetas, como J. J. Paes Loureiro en Belém, también Thiago de Melo en Manaos. El artista visual Cruz Díez y el músico Heitor Villa-Lobos. En suma, son muchos y muy diversos autores.

¿Qué está en juego hoy en la Amazonía? 

-Hoy están en juego dos cosas: las riquezas naturales del lugar, su bioma -dicen los científicos- único en el planeta, sus múltiples riquezas minerales que van desde el oro y las piedras preciosas hasta aquellas necesarias para el más moderno desarrollo tecnológico del mundo. Para obtenerlas se destruyen el medioambiente. La Amazonía configura un ecosistema que de acuerdo a los especialistas condiciona el equilibrio ambiental del planeta en la medida en que su riqueza forestal absorbe los gases que producen el efecto invernadero y trastocan el clima de la tierra. Esto afecta a nivel internacional. Pero también están en juego en lo más inmediato las vidas de sus habitantes. Sus vidas y sus formas de vida, que en el caso de grupos indígenas, de ribereños en general, de quilombolas, muestran que otra forma de vivir es posible, que la relación del hombre con los demás, con las plantas con los animales puede ser sobria, intensa, normal. Que es posible experimentar una espiritualidad sin el agobio de una multitud de objetos y lograr estados de calma y felicidad. Que con un mínimo de bienestar material, como salud y conocimientos adecuados, que ellos no tienen, bastaría para que ese estado fuese permanente.

-¿Cuál es la capacidad de reacción de los pueblos originarios en la Amazonía?

-Es difícil pensar en una capacidad organizativa general, pero las diferentes comunidades tienen una vida bastante solidaria y se movilizan, por ejemplo para la demarcación de sus tierras, en contra de las represas. Ellos – pienso en los habitantes de la floresta -, no tienen noción del planeta ni de que ellos son vitales para su preservación. Su universo mayor está en los “encantados”, figuras con las que conviven. La percepción que tengo es que en lo urbano no les gusta demasiado ser un territorio estratégico en lo ambiental, por cuanto puede ser un argumento que atenta contra ellos. En ese sentido pienso que la reacción de Bolsonaro expresa un sentir existente allí, más allá de sus formas de expresarlo. También aquí todo es más complejo que las apariencias.

-¿En los años que conoces Amazonía que ha cambiado?

-En los 19 años que conozco el lugar, he visto cómo aumenta la tala de árboles con las madereras ilegales, cómo destruyen el suelo las mineradoras, cómo se destruyen las etnias a través del robo de tierras y la intromisión de los garimpeiros. Es famoso el caso de los yanomami en los años 70. Cómo se ha impuesto el proyecto de Belo Monte y en general la construcción de represas e hidroeléctricas con el daño ecológico que significan. Han entrado las grandes empresas, sembrando destrucción humana y ambiental. He visto lograr la demarcación de tierras de algunas comunidades que ahora están en peligro como conquista, con las declaraciones del Presidente Bolsonaro.

¿Consideras que la Amazonía será un tema significativo en la próxima COP 25 a realizarse en Chile a fines de año?

-Creo que la Amazonía será un tema insoslayable para la COP 25, porque el ecocidio es político. Después de los incendios y la reacción a nivel planetaria, esa cita mundial deberá asumir el estado y amenazas que se ciernen sobre ese vasto territorio. Seguramente asistiremos a una gama de reacciones, algunas más auténticas que otras, pero en esa tabla ya se instaló como una preocupación prioritaria para Brasil y para el planeta. Hoy es muy difícil pensar en soberanías rígidas e intangibles, todos los territorios y habitantes somos interdependientes y además y sobre todo con la flora, la fauna y los mares. No entenderlo es catastrófico.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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