Publicidad
La caída de un intocable: las razones que pesaron en la salida de Mañalich del Minsal PAÍS Foto: Agencia UNO

La caída de un intocable: las razones que pesaron en la salida de Mañalich del Minsal

A pesar de haber formado parte del grupo de intocables para el Presidente Sebastián Piñera, el haber ocultado la información a los suyos, respecto de la diferencia de más de dos mil fallecidos en medio de la pandemia, fue la estocada final, y el término de la era Mañalich en el segundo Gobierno del actual Mandatario. A ello se sumaron las insatisfactorias explicaciones desde el Minsal para justificar por qué la determinación de dejar de lado las recomendaciones de la OMS para la contabilidad de fallecidos por COVID-19 y que hizo ruido transversalmente en los diferentes espacios de incumbencia en la materia.


“Es mi deber republicano dar un paso al costado”, señaló Jaime Mañalich tras dejar la jefatura del Ministerio de Salud. No fueron palabras a la rápida entregadas a la prensa, fue un discurso de cierre de su periodo, que hasta incluyó la instalación de un podio en el patio de La Moneda. El exministro repasó las medidas tomadas durante su periodo en el Minsal y ante la pandemia del COVID-19. Reiteró que ha contado con el apoyo del Presidente Sebastián Piñera para cada medida tomada y recalcó que la decisión de dejar el cargo fue de él: “He llegado al convencimiento de que esta nueva etapa requiere un nuevo liderazgo”, expresó en su discurso, entregado a la prensa antes de que el nuevo ministro, Enrique Paris, diera sus primeras palabras a cargo de la cartera.

Una despedida poco habitual para un ministro saliente, pero “Mañalich no era cualquier ministro”, destacan en el interior del oficialismo. El exjefe de la cartera de Salud es miembro del núcleo duro del piñerismo, un intocable, condición de la que estaba al tanto, y a la que se le atribuye en parte la soberbia que tantas complicaciones trajo a su labor, incluido el primer Gobierno, donde cumplió los cuatro años a la cabeza de Salud.

Antes del nombramiento de Enrique Paris, en los pasillos de Palacio ya se confirmaba que la idea de dar “un paso al costado” habría surgido desde el propio Mañalich, aunque al interior de las huestes de Chile Vamos ya se había instalado la idea de que el exdirector de la Clínica Las Condes debía dejar su cargo.

Durante la última semana las críticas al fracaso de la “Batalla de Santiago” y a la falta de transparencia del Minsal, respecto a los casos activos y a las personas fallecidas, se habían hecho transversales en el mundo de la salud, de las ciencias, la sociedad civil y el mundo político. Pero aquello no era suficiente para considerar su salida, pues en el último gran ajuste de gabinete su permanencia fue leída transversalmente como un respaldo inequívoco del Mandatario, no solo a su persona, sino también a la estrategia.

Mañalich, con el correr del tiempo, había logrado llenar en parte el vacío que había dejado el exministro Andrés Chadwick y, de esta manera, se había transformado en un escudo protector del jefe de Estado, capaz de blindarlo y desviar la atención. Pero no solo aquello, además había conseguido darle una dirección política al Gobierno, lo que terminó por transformarse en un necesario bastón de apoyo para el Presidente Piñera.

Pero nadie es imprescindible, se escuchó decir a un miembro del oficialismo, y lo que finalmente terminó por quebrar la inmunidad con la que Mañalich acostumbraba a caminar, fue la pérdida de confianza de una parte importante de Chile Vamos, que terminó por quitarle el piso luego de verse “tan sorprendidos como todos” por la diferencia entre la cifra de fallecidos que se entregaba a nivel local y la que se enviaba a la OMS, y que ellos no manejaban. “Se siente como si nos engañaran a todos”, sensación transversal en los partidos de Gobierno, salvo en la UDI, en donde no vieron con buenos ojos este cambio en uno de los momentos más críticos de la pandemia.

De esta forma, se repitió una de los tantos cuestionamientos que esta administración ha recibido desde su propio sector continuamente, y que guarda relación con la falta de información, sumada a los cambios en la dirección de la estrategia, que dejan a varios de los escuderos “peleando solos contra el viento”, y eso molesta, reiteraron.

La mañana del sábado, el Presidente Sebastián Piñera recibió telefonazos desde Renovación Nacional y Evópoli, para pedir respuestas respecto a la diferencia de 2 mil fallecidos entre las cifras del Minsal y las entregadas por el DEIS a la Organización Mundial de la Salud. A pesar de que la subsecretaria Paula Daza señaló que se estaba estudiando incluir el número de fallecidos contabilizados por el DEIS en el informe epidemiológico, “el argumento de que era para la vigilancia epidemiológica de la OMS no fue convincente”, puntualizan desde Chile Vamos.

En esta ocasión, la misma estrategia que siempre se defendió con dientes y muelas, se vio desbordada y cayó en su propia trampa, pues el extremo hermetismo en la toma de decisiones de la mesa que integraban el Presidente Piñera, el jefe de asesores del segundo piso, Cristián Larroulet, el propio Mañalich y el exsubsecretario Rodrigo Ubilla, terminó por herir sensibilidades en sus propias huestes.

Previo a aquello se había sumado la pérdida total en la credibilidad de la información oficial de las cifras, un imperdonable para cualquier Gobierno, dijeron desde la interna del Ejecutivo. Esto, luego que por más de una semana desde el Minsal no fueron capaces de explicar y convencer acerca de por qué el nuevo cambio de metodología para contabilizar a los fallecidos. Sin dudas que el haberse alejado de las espaldas que entregaba seguir las directrices de la OMS, significó un golpe fatal a la estrategia en sí misma.

A todo esto se sumó la intensa fiscalización que estaba cayendo sobre las autoridades del Minsal. El memo enviado por Fiscal Nacional Jorge Abbott, sobre las responsabilidades en los casos de fallecidos por COVID-19 fuera de centros asistenciales, las investigaciones abiertas por Contraloría en distintas áreas de la estrategia para afrontar el coronavirus, junto a la Comisión Investigadora por las cifras de fallecidos, más la citación de las autoridades de Salud a la Cámara de Diputados, que podrían devenir en una Acusación Constitucional anticipada, prendieron las alertas en La Moneda y en el centro del segundo piso, liderado por Cristián Larroulet.

El estilo Paris

El nombramiento de Enrique Paris no causó tanta sorpresa al interior del mundo político y de la salud, ya que el expresidente del Colmed participó en la creación del programa de Gobierno. Su nombre siempre ha sonado para asumir el Minsal dentro de las administraciones de Sebastián Piñera, incluso tras la salida de Emilio Santelices muchos creyeron que él sería el elegido, pero el Mandatario optó por una carta de su confianza.

Durante el transcurso de la pandemia, Paris tomó un activo rol, fue integrado a la Mesa Social y era señalado como uno de los rostros del área de la salud que sirvió como soporte a la estrategia de Mañalich. Además, sirvió como contrapeso ante las críticas que provenían desde la presidenta el Colmed, Izkia Siches. En una ocasión, el ahora ministro Paris señaló que Siches no representaba a todo el mundo médico, ya que no todos estaban en el Colmed.

Al interior de Palacio ven en Paris el “perfecto equilibrio para calmar los ánimos y retomar la confianza”. Uno de sus principales atributos es el fuerte respaldo que tiene al interior del Colegio Médico, el cual presidió en dos ocasiones. Allí su principal núcleo de votantes se centró en los médicos del mundo privado, aunque cuenta con el respeto de los sectores más tradicionales del ámbito público. “No es un médico al que le puedas criticar su ética ni trayectoria médica, como a Mañalich, que fue expulsado del Colegio”, señala una autoridad regional del Colmed.

Por otra parte, Enrique Paris cuenta con un currículo que le entrega experiencia tanto en el área de la salud pública como privada. Quienes lo conocen recalcan que guarda “especial cariño por su trabajo realizado en Chiloé”, cuando fue médico general de zona. Por otra parte, precisan que su liderazgo es distinto al del exministro Mañalich, que a pesar de tener “un carácter fuerte” no se casa con una idea hasta el final, y que si la evidencia científica apunta a que su estrategia está fallando, no “dudará en cambiarla”.

El carácter más dialogante del nuevo secretario de Estado quedó en evidencia en su discurso tras asumir la cartera de Salud. Hizo un llamado “a toda la comunidad científica” y a todo el ámbito de la salud a reunirse y trabajar en conjunto. “Debemos recibir las opiniones divergentes y las que apoyan la política actual para poder sacar lo mejor de Chile, lo mejor de la patria”, subrayó.

Aunque, también destacó que “este es un ministerio, en cierto sentido, de continuidad” de la administración del ministro Mañalich, lo que ha sembrado dudas respecto a si el cambio en la estrategia gubernamental será solo discursivo o también en el despliegue estratégico ante la pandemia.

La presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, lo señaló en diversas entrevistas en los medios, en donde hizo hincapié en que es necesario realizar cambios en la estrategia que ha tenido hasta el momento La Moneda. El “nuevo Min. de Salud Dr. Enrique Paris enfrenta el inmenso desafío de cambiar profundamente la estrategia sanitaria hacia una de colaboración, transparencia y con medidas concretas para cortar la cadena de transmisión. Para esta tarea cuenta con total disposición del Colmed”, destacó en su cuenta de Twitter.

Las responsabilidades de Mañalich

A pesar de que con la salida de Jaime Mañalich se descomprime la presión de las últimas semanas sobre el Gobierno de Sebastián Piñera, aún quedan varios cabos sueltos respecto a la estrategia que se ha tomado para enfrentar la pandemia del coronavirus. Al interior de la oposición destacan que este cambio en el equipo es una declaración de “buena voluntad”, pero que no borra los errores que ha tenido el Minsal en los «últimos dos meses”.

Durante la última semana varios liderazgos de la oposición salieron a pedir la renuncia del ministro Mañalich, entre quienes se cuentan las diputadas Maya Fernández (PS) y Carmen Hertz; la vicepresidenta de la DC, Carmen Frei; y la excandidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez. Aunque en Palacio aseguran que este tipo de acciones “no tuvieron nada que ver con la salida del exministro Mañalich”, sí existía una fuerte preocupación por las acciones políticas y judiciales que se habían deslizado desde la oposición.

Una de ellas es la citación de las autoridades del Minsal a la Cámara de Diputados, solicitada por la bancada de la Democracia Cristiana; asimismo, la apertura de una Comisión Investigadora por las cifras de personas fallecidas y el estudio de una acción judicial en caso de que se establezcan irregularidades en la contabilización y datos entregados por la cartera de Salud. Todas ellas, acciones que siguen en pie, a pesar de la salida de Mañalich, incluida una acusación constitucional en su contra, cuando pase la pandemia.

Gabriel Ascencio, jefe de bancada de diputados DC, subrayó que “la llegada de Enrique Paris no sirve de nada si no cambia la estrategia que había impuesto Mañalich, que ha tenido como consecuencia el drama de miles de familias y chilenos que se han contagiado y han visto cómo su familiares mueren. En las próximas hora vamos a tener que esperar cómo reacciona el nuevo ministro, que siempre estuvo comprometido con la estrategia de Mañalich”.

El senador Alejandro Navarro escribió en su Twitter que el Presidente “Piñera llega tarde. Mañalich mintió a Chile, su castillo de naipes cayó sobre miles de vidas. Esto no termina aquí, Mañalich debe enfrentar una Acusación Constitucional”, lo que es respaldado por parlamentarios de la otrora Nueva Mayoría.

La diputada y presidenta de Convergencia Social, Gael Yeomans, señaló que “desde nuestro partido estamos evaluando las acciones penales y políticas para perseguir todas las responsabilidades que este cambio de gabinete no soluciona, y que no podemos dejar ahí. Estaremos recabando información, conversando con distintas actorías y viendo los mecanismos y tiempos más razonables para emprender estas acciones, teniendo en consideración que lo más importante es enfrentar la urgencia sanitaria que estamos viviendo”.

Un punto de vital importancia que se está revisando al interior del Gobierno es la posibilidad de blindar al Presidente Sebastián Piñera y al exministro Jaime Mañalich frente a un eventual proceso judicial que pueda terminar en una Corte Internacional. La noticia de que la Fiscalía de París, en Francia, abrió una investigación sobre la gestión pública de las autoridades para afrontar la pandemia, causó inquietud, puesto que la Contraloría ya está investigando varias áreas del desempeño del Minsal ante la pandemia, además de la solicitud que hizo el propio exministro Mañalich para que el ente fiscalizador investigara la fórmula de contabilización de fallecidos.

Publicidad

Tendencias