El contexto que nos impone la grave crisis económica y social obliga a trabajar con sentido de urgencia para encontrar soluciones realistas y centrarnos inicialmente en el monto de las pensiones que en la actualidad son pagadas. Al respecto, es importante considerar que en septiembre de este año se pagaron 1.435.805 pensiones autofinanciadas, cuyo valor promedio fue de UF 8,42, equivalentes a $240 mil, aproximadamente. Pero de este total, el mayor problema está con las AFP en la modalidad de retiro programado, donde el monto promedio de 744.464 pensiones fue de UF 5,97 o $172 mil, aproximadamente. Atendida la gravedad de esta situación, en una primera etapa el objetivo de las reformas debiera estar orientado a alcanzar, en el corto plazo, un valor promedio de las pensiones autofinanciadas que se aproxime al actual del sueldo mínimo, esto es, $326.500. Por otro lado, el déficit fiscal crea una situación que no permite incrementar significativamente el gasto social.
Observando diversas iniciativas y actitud del amplio espectro político, pareciera que tenemos todo el tiempo del mundo para resolver el problema de las pensiones en Chile. En ninguno de los sectores se observa la menor urgencia sobre una de las necesidades más sentidas de todos los chilenos. Ni siquiera un plebiscito con resultados contundentes y la firmeza de esta demanda por la ciudadanía, ha conseguido movilizar a nuestra clase política para producir soluciones concretas.
El contexto que nos impone la grave crisis económica y social obliga a trabajar con sentido de urgencia para encontrar soluciones realistas y centrarnos inicialmente en el monto de las pensiones que en la actualidad son pagadas. Al respecto, es importante considerar que en septiembre de este año se pagaron 1.435.805 pensiones autofinanciadas, cuyo valor promedio fue de UF 8,42, equivalentes a $240 mil, aproximadamente. Pero de este total, el mayor problema está con las AFP en la modalidad de retiro programado, donde el monto promedio de 744.464 pensiones fue de UF 5,97 o $172 mil, aproximadamente.
Atendida la gravedad de esta situación, en una primera etapa el objetivo de las reformas debiera estar orientado a alcanzar, en el corto plazo, un valor promedio de las pensiones autofinanciadas que se aproxime al actual del sueldo mínimo, esto es, $326.500. Por otro lado, el déficit fiscal crea una situación que no permite incrementar significativamente el gasto social, por lo cual en la propuesta que se plantea a continuación no se considerará incrementar mayor gasto para el Estado e incluso puede reducirlo.
Con estas propuestas las pensiones se incrementarán en 65,8%, lo cual elevaría la pensión promedio en retiro programado de $172 mil a $285 mil y todo esto sin costo para el Estado. Solo el incremento de 6% en las cotizaciones requiere de cambios en la ley, pero para las otras tres basta con la voluntad del ente regulador y un decreto ley. Nuestras autoridades tienen hoy la oportunidad de demostrar que están con los ciudadanos y sus necesidades.