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La cultura es la piedra angular del engranaje Chile-China Opinión

La cultura es la piedra angular del engranaje Chile-China

Chile está avanzando de manera comprensiva en llegar a contar con capital humano altamente capacitado para trabajar en un sinnúmero de áreas del conocimiento, emprendimiento, humanista, científico y técnico, en un siglo en donde China es clave por donde se le mire. En tal línea, son varios compatriotas los que han accedido a cursar estudios de posgrado ofrecidos por casas de estudios superiores de renombre chinas, tales como la Universidad de Tsinghua y la Peking University, en programas de liderazgo tales como el prestigioso Yenching Scholars y el Schwarzman Scholars.


De la mano de un mayor intercambio comercial y flujos mucho más dinámicos de inversión, Chile y la República Popular China son protagonistas de un creciente número de actividades académicas y culturales, las cuales contribuyen a generar confianzas y un conocimiento mutuo comprensivo.

Todas estas iniciativas se sustentan sobre la base de acciones emprendidas hace décadas por un puñado de visionarios chilenos, quienes, por ejemplo, contribuyeron a que el primer libro en castellano a ser traducido al chino mandarín, después del triunfo de la revolución en 1949, fuera la obra de Pablo Neruda Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

Ha sido por medio de múltiples actividades organizadas en Chile, tanto por entidades públicas como también privadas, que se ha priorizado la tolerancia y el respeto mutuos, ambos valorados particularmente en tiempos que ser asiático en muchos países ha sido objeto de maltrato, sospecha, insultos, memes y bromas. Muchos de estos programas que se llevan a cabo en nuestro país, son fruto de la creatividad y la capacidad organizativa de equipos que han sabido plasmar de manera inteligente, proactiva y entretenida, actividades que logran crear consciencia sobre lo que es China, partiendo por su gente, historia, formas, estilos y tradiciones, contando para tal fin con la más alta tecnología para su difusión, fácilmente accesible digitalmente por compatriotas de todas las edades.

[cita tipo=»destaque»]En estos días, Chile y la República Popular China tienen mucho por destacar y valorar en cuanto a su interacción comprensiva, partiendo por cierto por nuestro acceso a vacunas producidas por laboratorios de ese país, y el hecho de que somos el mayor proveedor de China en más de 30 distintos productos, entre los cuales se encuentran cerezas frescas, minerales de molibdeno, celulosa y uvas frescas, entre otros. Sin embargo, a fin de cuentas, todo lo alcanzado partió con un simple saludo, un Ni hao/Buen día, el cual se profundizó a través de gestiones en donde lo cultural tuvo un protagonismo vital. Hoy no puede haber duda que los vínculos entre Chile y la República Popular China se iniciaron y están incrementándose con mucha mayor fuerza, teniendo a la cultura como su piedra angular.[/cita]

Presentaciones tales como “China, Mitos y Leyendas”, a cargo de agrupaciones que con mucho esfuerzo, estudio y convicción han ido armándose en nuestro país, como es el Centro Cultural y Artístico China-Chile, para llevar sus presentaciones de multicolores leones y dragones desde la pantalla televisiva a programas difundidos en redes sociales operadas por la Fundación Cultural Lo Prado, llegando así a colegios, hogares, centros comunitarios.

Aprovechando la vibrante energía que fluye del 50° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países del Pacífico, en las últimas semanas hemos sido testigos de iniciativas que nos permiten identificar a la cultura como un elemento central en la ecuación bilateral. Porque, más allá de que en Chile se encuentra el Centro Regional de los Institutos Confucio para América Latina (CRICAL) o, bien, por medio de publicaciones en papel y online, tales como Shang Bao, editada por la Cámara Chileno China de Comercio, Industria y Turismo A.G. (CHICIT), muchos más jóvenes, emprendedores, funcionarios públicos y personas de negocios, están crecientemente requiriendo acceder a cursos de chino mandarín, programas o talleres que abordan cómo negociar y generar nuevas oportunidades comerciales, como también saber más de la historia, literatura, deportes, política y economía de un verdadero grande del presente siglo.

Lo anterior no es menor, en momentos en que quienes alguna vez se atrevieron a dejar la comodidad de sus hogares, barrios y país para aventurarse a estudiar o están hoy mismo asistiendo a clases en China, se organizan para apoyarse mutuamente, en instancias tales como la Red ChileChina.

La agrupación partió en el año 2010 con el apoyo de instituciones tales como Cruzando el Pacífico; la Fundación Mustakis; Chile Global de la Fundación Imagen de Chile; la Embajada de Chile en Beijing y del Ministerio de Relaciones Exteriores. La Red ChileChina (ver), ha logrado convocar a estudiantes de nuestro país que actualmente cursan o, bien, ya se han titulado de programas ofrecidos por diversas universidades en ciudades tales como Beijing, Shanghai, Wuhan, Nanjing y Guangzhou.

Un hito importante en la trayectoria de la Red ChileChina fue el seminario dictado por compatriotas 100% en chino mandarín, llamado “China, su importancia, idioma y cultura desde la perspectiva chilena», accesible hoy en YouTube.

Resulta importante destacar que, hace pocos días, se presentó oficialmente la Asociación de Becarios y ex Becarios Chilenos en China, ABECC (ver), potenciando así los alcances y aportes de un significativo número de profesionales, graduados y titulados de centros de estudios superiores de renombre global. Sus experiencias y conocimientos son vitales para un país cuya economía es hoy la más expuesta a la de China en América Latina. ABECC es presidida por Nattaly Rojas Godoy.

Aquel salto que se han atrevido a dar jóvenes talentos chilenos para seguir un camino con China en la sumatoria de éxito, bien se puede graficar en una de las obras más reconocidas del muralista chileno José Venturelli, en donde se puede notar a un caballo encumbrado en las alturas, con su jinete luciendo una llamativa y multicolor vestimenta. Es en estos días en donde 60 de los trabajos más notables de este talentoso compatriota, quien ciertamente influyó en el establecimiento de vínculos humanos y culturales entre Chile y la República Popular China, forman parte una exposición virtual que se presenta en el Centro Cultural Gabriela Mistral, en donde además se muestra el trabajo del artista chino Feng Shaoxie.

La exposición está subdividida en tres grupos titulados “Cuerpos que claman”, “Rostros que se encuentran” y “Vistas que concilian”. Cada uno de estos grupos presentan pinturas al óleo y acrílico, grabados en xilografía, serigrafía, litografía y dibujos a tinta china realizados en un espacio de tiempo de 40 años. La muestra fue presentada por la Embajada de la República Popular China en Chile, con el apoyo del Ministerio de Cultura y Turismo chino, conjuntamente organizada por el Centro Gabriela Mistral, la Fundación José Venturelli y el Instituto de Arte de Guangdong, accesible online.

Ahora bien, vale la pena tener presente que entre los años 2008 y 2020 ya son varios miles los connacionales que han cursado estudios de chino mandarín, por medio de programas ofrecidos por los Institutos Confucio que se encuentran en nuestro país (5.804 matrículas para estudiar presencial y, el año pasado, vía e-learning, cifras de la propia Universidad Santo Tomás de Viña del Mar; Pontificia Universidad Católica de Chile y, desde el 2020, la Universidad de la Frontera). Punta Arenas es, desde el 2016, sede del Instituto Confucio más austral del planeta, habiéndose concretado clases gratuitas de idioma y charlas introductorias en escuelas y liceos públicos de la región, a través de un convenio que en aquel tiempo se suscribió entre el Centro Regional de Institutos Confucio para América Latina, la Universidad Santo Tomás de dicha ciudad y la municipalidad. La historia de amor de un magallánico, el ingeniero civil informático Eduardo Obando, quien conoció a su esposa gracias a su interés por conocer más sobre China y su idioma, ocupó titulares noticiosos hace algunos años en tan austral ciudad.

Entidades como Cruzando el Pacífico, a través de la implementación de programas de becas tales como “Conoce y Emprende con China”, realizado en conjunto con el Instituto Nacional de la Juventud del Ministerio de Desarrollo Social; proyectos con fondos regionales –FNDR– en las regiones de Valparaíso, Biobío y de los Lagos, programa 2020 Becas y otros, han logrado incorporar a más de 100 mil compatriotas a la cultura, idioma, tradiciones chinas y negocios. Además, gracias a la innovación y trabajo con equipos multidisciplinarios, se logró desarrollar el diccionario en realidad aumentada Yéye 爷爷 y el juego didáctico Zǒu ba! 走吧! Ambos permiten a niños, niñas, jóvenes y adultos acercarse a las bases del chino mandarín desde su propio hogar.

Otra innovación para fomentar un mayor conocimiento y aproximación con China, ha sido el programa “88 Frases en Chino”. Este ha incentivado a jóvenes provenientes de distintas ciudades y regiones del país, a participar en competencias organizadas conjuntamente con Radio Cooperativa y TVN, motivándoles a sumergirse y darse una oportunidad para aprender chino mandarín. Este 2020 se llevará a cabo la 6° versión del reconocido programa de aproximación a la República Popular China, sus gentes y tradiciones, a través del idioma que ha unificado a una nación entera. Nótese que más de 15 ganadores han tenido la posibilidad de ir a campamentos de idioma en China.

Resulta importante destacar el impulsó que logró generar el Ministerio de Educación durante el Año APEC Chile 2004, cuando se llegó a suscribir un importante convenio con contrapartes chinas, cuyo objetivo era el iniciar la enseñanza del chino mandarín en las salas de clases del sistema de educación pública en nuestro país. En la actualidad, son más de 13 mil los estudiantes que han recibido clases de chino en sus liceos municipales. En efecto, la enseñanza del chino mandarín partió en el sistema público, alcanzando resultados que van mucho más allá que el solo incrementar el conocimiento cultural sobre Asia. En efecto, jóvenes chilenos han realizado pasantías en China, se han anotado altas tasas de aprobación en los exámenes Young Chinese Test y, algo no menor, que egresados de liceos municipales realicen sus estudios de pregrado en universidades emplazadas en la República Popular China.

Es decir, Chile está avanzando de manera comprensiva en llegar a contar con capital humano altamente capacitado para trabajar en un sinnúmero de áreas del conocimiento, emprendimiento, humanista, científico y técnico, en un siglo en donde China es clave por donde se le mire. En tal línea, son varios compatriotas los que han accedido a cursar estudios de posgrado ofrecidos por casas de estudios superiores de renombre chinas, tales como la Universidad de Tsinghua y la Peking University, en programas de liderazgo tales como el prestigioso Yenching Scholars y el Schwarzman Scholars.

Por su parte, el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile (IEI) en conjunto con Cruzando el Pacífico, ha ido posicionando la realización de un Diploma de Extensión denominado “Introducción a China”, en el cual han participado profesionales de Chile y de otros países latinoamericanos. Su versión 2021 se iniciará el próximo 1 de junio, con la participación de docentes de la región cuyos conocimientos y experiencia en terreno, permiten a quienes cursan dicho programa de estudios superiores, contar con herramientas básicas que son hoy requeridas en un marco global en donde la República Popular China se despliega con mayor convicción en campos políticos, estratégicos, tecnológicos y, ciertamente, comerciales y científicos. El desafío hoy es llegar a internacionalizar aún más el programa, incentivando a jóvenes de América Latina a incorporarse en la ecuación de educación y cultura chinas, con Chile como la plataforma de excepción para dar este importante paso.

El mencionado programa se une a iniciativas que han puesto en marcha universidades chilenas tales como, por ejemplo, la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad Adolfo Ibáñez, la Universidad del Desarrollo, la Universidad Miguel de Cervantes y la Universidad de Chile, entre muchas otras, incorporando a su matriz de oferta académica, webinars, cursos, talleres, programas de extensión, seminarios, diplomados al alcance de un público positivamente más inquieto cuando se trata de nuestro país y el Asia Pacífico, con miras a contribuir a generar mayores espacios de convergencia y oportunidades que, a la larga, contribuyen a fortalecer relaciones comprensivas entre Chile y la República Popular China. Un papel no menor en la generación de publicaciones, estudios y documentos de análisis, le cabe al Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China (CELC), entidad asociada a la Dirección de Relaciones Internacionales de la Universidad Andrés Bello.

A fines del año pasado, el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile presentó, vía webinar, el libro titulado Relaciones entre Chile y China: un enfoque integral, editado en conjunto por la profesora Dorotea López, directora del IEI, el coordinador del Programa de Estudios Chinos del IEI, Andrés Bórquez, y el profesor Felipe Muñoz. Este incorpora en sus páginas los aportes multidisciplinarios de doce académicos chilenos y chinos, quienes, en seis capítulos de esta inédita obra publicada con motivo de los 50 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Chile y la República Popular China, abordan distintas temáticas de pasado, presente y mucho más futuro.

En estos días, Chile y la República Popular China tienen mucho por destacar y valorar en cuanto a su interacción comprensiva, partiendo por cierto por nuestro acceso a vacunas producidas por laboratorios de ese país, y el hecho de que somos el mayor proveedor de China en más de 30 distintos productos, entre los cuales se encuentran cerezas frescas, minerales de molibdeno, celulosa y uvas frescas, entre otros. Sin embargo, a fin de cuentas, todo lo alcanzado partió con un simple saludo, un Ni hao/Buen día, el cual se profundizó a través de gestiones en donde lo cultural tuvo un protagonismo vital. Hoy no puede haber duda que los vínculos entre Chile y la República Popular China se iniciaron y están incrementándose con mucha mayor fuerza, teniendo a la cultura como su piedra angular.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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