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Propuesta de Nueva Constitución

Las sensaciones de Agustín Squella con la «transformadora» propuesta constitucional: deja atrás a la del 80 y «aspira a ser una del siglo XXI»

Federico Joannon
Por : Federico Joannon Abogado. Director ejecutivo de El Mostrador
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En conversación con El Mostrador, el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales y ahora exconstituyente, comparte sus sensaciones del año trabajado en la Convención Constitucional y que llegó a su fin el pasado 4 de julio, cuando se entregó oficialmente la propuesta constitucional. Al respecto, expresa que le complace poder calificar a esta como «transformadora, es decir, comprometida con el cambio constitucional más allá de la mera reforma, pero que no haya llegado a ser refundadora ni menos revolucionaria, porque la alternativa revolucionaria, que podría ser más todavía que la refundacional, estuvo siempre excluida, a lo menos desde mi perspectiva». En esa línea, también la califica como coherente, «probablemente no lo sea al 100%, porque cualesquiera sean las virtudes de la propuesta, no las tiene cubiertas, digamos, al 100%, así como cualesquiera sean sus defectos, que los tiene». «Como siempre, frente a un documento jurídico y político como una Constitución, esta no puede satisfacer parejamente a todos», manifiesta. Dicho esto, Squella también deja en claro que hay que hacer modificaciones si es aprobada la propuesta. Una de ellas, si tuviera que elegir una, sería la modificación del Senado, porque «me ofreció mayores dudas, reparos incluso», aunque también destaca partes del texto, como «que Chile se constituye como un Estado social y democrático de derecho». «Yo veo en esta propuesta constitucional no solo la virtud de que deja definitivamente atrás la Constitución de 1980, que es lo que el 80% del país recientemente expresó como su voluntad. Eso es un bien. Pero también aspira a ser una Constitución del siglo XXI», añade.


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