Opinión
El reconocimiento universal de este Derecho Humano viene en un momento más que oportuno, en que la Tierra enfrenta una triple crisis ambiental, dados los embates del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la grave contaminación; con enormes impactos en el goce efectivo de los derechos humanos de las personas, en particular aquellas más vulnerables. La resolución contó finalmente con el copatrocinio de 117 países, entre ellos Chile, que brindó un apoyo temprano a la propuesta; así como con las contribuciones invaluables de organizaciones de la sociedad civil, expertos, académicos y activistas, alrededor del mundo.
El pasado jueves 28 de julio se produjo un avance histórico para el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y para el Derecho ambiental. En abrumadora mayoría, 161 Estados votaron a favor y adoptaron la resolución A/76/300, en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Esta iniciativa reconoce el Derecho a un Medio Ambiente limpio, saludable y sostenible como un Derecho Humano, por primera vez a nivel global. De acuerdo con un informe del Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible (A/HRC/43/53), a diciembre de 2019, 110 países reconocían este derecho en sus constituciones nacionales y 101 en su legislación interna. No obstante, el consenso internacional que ahora se genera, sin duda ayudará a catalizar la adopción e implementación efectiva de estándares ambientales globales más sólidos y homogéneos y, sobre todo, la acción a favor de nuestro planeta.
El texto fue presentado a la membresía por Costa Rica, Eslovenia, Maldivas, Marruecos y Suiza el 26 de julio anterior y contó con un período previo de consultas intergubernamentales que se inició en el mes de junio pasado. Pero nuestros países, Costa Rica, Marruecos y Suiza, junto con Maldivas y Eslovenia, conformaron un grupo de patrocinadores principales hace más de una década, para trabajar en el tema de Derechos Humanos y Medio Ambiente. Sus representantes desarrollaron un largo proceso diplomático con múltiples declaraciones, eventos, diálogos, informes y resoluciones, primero en el Consejo de Derechos Humanos, y ahora finalmente en la Asamblea General.
El reconocimiento universal de este Derecho Humano viene en un momento más que oportuno, en que la Tierra enfrenta una triple crisis ambiental, dados los embates del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la grave contaminación; con enormes impactos en el goce efectivo de los derechos humanos de las personas, en particular aquellas más vulnerables.
La resolución contó finalmente con el copatrocinio de 117 países, entre ellos Chile, que brindó un apoyo temprano a la propuesta; así como con las contribuciones invaluables de organizaciones de la sociedad civil, expertos, académicos y activistas, alrededor del mundo.
Además de este importante reconocimiento, la resolución señala, entre otros elementos, la relación del derecho a un ambiente limpio, saludable y sostenible con otros derechos y con el derecho internacional vigente y afirma que la promoción del derecho requiere la plena aplicación de los acuerdos multilaterales relativos al medio ambiente con arreglo a los principios del derecho ambiental internacional.
Agradecemos el apoyo decidido y constructivo de la comunidad internacional en este importante paso que hemos alcanzado y, como lo hace la resolución, exhortamos a todos los Estados, organizaciones, empresas y personas a intensificar los esfuerzos para garantizar un medio ambiente limpio, saludable y sostenible para todos.
