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«Lo que más dejamos como legado es la huella de la basura, esa es nuestra huella principal. La marca de nuestros residuos es algo que nadie puede discutir», advierte el director del Laboratorio de Innovación y Creatividad Circular de la U. Diego Portales, Eugenio Grove. Un efcto que aumenta considerablemente durante fiestas patrias, celebración en que se sextuplica la cantidad de residuos por persona, según datos de Greenpeace. Es por esto que surge la discusión para encontrar medidas concretas que permitan aminorar este grave impacto en el ecosistema, en un contexto de cambio climático. Si bien es necesario provocar una mayor conciencia en cada persona, donde se hace un llamado a disminuir el uso de adornos plásticos de un solo uso, como banderas y guirnaldas, también se busca que autoridades y organizadores de eventos promuevan la utilización de envases retornables y reutilizables, para dejar atrás bombillas, vasos, cubiertos y platos de plástico. Asimismo, expertos en la materia coinciden en que debe existir mayor voluntad política que se refleje en una mejor y eficiente administración de los sistemas de reciclaje, que hasta ahora priman bajo una lógica informal.
Los datos son alarmantes. Durante las celebraciones de fiestas patrias, la basura que se genera por persona en Chile se multiplica por 6 durante cada día de festejos, donde cada chileno produce un total de hasta 8 kilos de residuos, según advierte Greenpeace. Con un preocupante contexto de crisis ambiental, resulta fundamental generar una mayor conciencia en la ciudadanía, con el objetivo de aminorar el daño producido en fiestas como ésta. No obstante, resulta clave el rol que cumplan en ese sentido autoridades políticas, tanto centrales como locales.
Al respecto, el director del Diplomado en Cambio Climático de la Universidad Alberto Hurtado, José Miguel Araos, cree que factores como la falta de conocimiento o desinterés por el reciclaje- el cual opera usualmente a escala familiar-, además de la poca consideración de prácticas ambientales saludables en la gestión local de los residuos, podrían resultar determinantes en el incremento desmedido de basura en estas celebraciones.
Asimismo, Araos agrega que «mucha gente viaja en estas fechas incrementado la población, principalmente en las zonas litorales, que muchas veces no están preparadas para el incremento de residuos. Para resolver aquello, la implementación de planes de recolección especialmente destinados a estas fechas (y también al periodo de vacaciones de verano, en el que también solemos ver los contenedores de basura saturados) podría ayudar a reducir este impacto.
Expertos en esta materia consideran que la voluntad política de los gobiernos y de las autoridades regionales y municipales es fundamental para avanzar en el objetivo de aminorar el impacto ambiental de los residuos, sobre todo en fechas como éstas. En ese sentido, existe coincidencia en que más que promover medidas de complemento al reciclaje, se debe partir por materializar en centros de acopio adecuados, con una recolección de residuos sistemática que evite la aglomeración de basura. Más y mejores circuitos de reciclaje y un transito más fluido de camiones recolectores, pueden ayudar en dicha tarea.
Además, y advirtiendo que la gestión de los residuos debe ser un tema prioritario durante todo el año, el académico de la U. Alberto Hurtado considera que se debe prever planes de acción para las fechas en que se genera más basura- fiestas patrias, temporada de vacaciones y fines de año- reforzando la gestión de recolección y procesamiento de residuos. «Lamentablemente esta gestión opera de forma fraccionada y muchas veces no integrada del todo a la gestión municipal, o con las acciones de los gobiernos regionales. Por tanto las iniciativas ambientales deben integrarse a los objetivos de desarrollo local de distinta escala, y deben considerar como eje de acción la emergencia climática que actualmente estamos viviendo.», agrega Araos.
Pero además del reciclaje, hay otros factores que podrían ser determinantes en la lucha por disminuir la cantidad de basura, considerando que muchos de estos desperdicios están hechos de plástico, yendo en contra del espíritu de normativas como la ley que prohíbe el plástico de un solo uso, hoy en vigencia. Durante Fiestas Patrias, por ejemplo, es común la utilización de múltiples adornos como guirnaldas y banderines, que se utilizan una sola vez y luego se desechan, impactando negativamente en la huella de basura, producto de nuestro consumo.
Sobre esta materia, el director del Laboratorio de Innovación y Creatividad Circular de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la Universidad Diego Portales (UDP), Eugenio Grove, considera que actualmente no existe incentivo desde la política general para fomentar, desarrollar y financiar proyectos que muestren y eduquen a la ciudadanía en torno a los comportamientos de hábito y su efecto en el medio ambiente. Al respecto, cree que el gran reto es mitigar la cantidad de desechos por medio de acciones que puedan ir en ayuda directa del bolsillo de las personas.
El académico de la UDP explica que desde los municipios deberían existir incentivos para aquellas fondas y locales establecidos que promuevan el uso de elementos retornables o reusables, como vasos, tal como ocurre en eventos internacionales como el Oktoberfest, en Alemania. “Para eso debe haber una mayor educación, pero también debe existir un interés desde los propios organizadores de los eventos. Por ejemplo, si en una fonda el terremoto cuesta $5 mil pesos, y se ofrece un descuento determinado para los clientes que asistan con su propio vaso, ahí ya existiría un incentivo, y ese porcentaje de contaminación evitada, por pequeño que sea, es algo que está ganando el organizador», agrega Grove.
Además, cree que «no reflexionamos en absoluto cuando se dice que lo que más dejamos como legado es la huella de la basura, esa es nuestra huella principal. La huella de nuestros residuos es algo que nadie puede discutir, que está a la vista y que está trayendo consecuencias como contaminación del ecosistema, lo cual es consecuencia directa del desarrollo productivo progresivo de nuestro consumo. Al respecto, hay algunas herramientas de la economía circular, que es un sistema que logra hacer circular los materiales para que se mantengan en un constante proceso de transformación, para evitar que terminen en un vertedero, y mucho menos en el mar o en cualquier ecosistema. Es decir, el plástico tiene que volver a ser plástico, el cartón tiene que volver a ser cartón».
Finalmente, con el objetivo de crear mayor conciencia en los consumidores, Eugenio Grove sugiere que se debe promover un mayor impacto, para poder obtener resultados concretos. “Si se dice que una fonda genera una tonelada de basura, es algo que no produce un efecto en las personas. Diferente sería que, a modo de ejercicio, esa tonelada de basura se amontonara en un cerro compuesto por estos residuos. Es muy probable que eso generaría un impacto visual, entendiéndolo como generador de conciencia. Mostrarle a la gente lo que significa estar frente a un cerro de basura, podría impactarles mayormente que con discursos que no tienen un efecto importante”, concluyó.
