El equipo brasileño despidió a Universidad de Chile de la Copa Libertadores con un 4-0 demostrativo de las limitaciones colectivas del equipo de Martín Lasarte.
Internacional le dio la última paletada a Universidad de Chile en el grupo 4 de la Copa Libertadores con una goleada que la eliminó en el propio estadio Nacional, en otra jornada confirmatoria del paupérrimo desempeño futbolístico de los azules. El 4 – 0 grafica la diferencia de capacidad en un encuentro que los brasileños controlaron siempre y cuyo categórico resultado dejó a los universitarios en el fondo de la serie.
Peor, imposible. Así fue comienzo de Universidad de Chile, que entre su confusión actual y desconcentración evidente del inicio, recibió dos goles en doce minutos y tan rápida como inesperadamente empezó a sepultar sus posibilidades futbolísticas.
En rigor, el primero hay que adjudicárselo plenamente a la (i)responsabilidad del portero Johnny Herrera, porque a los 9’ González devolvió el balón hacia el arco y el portero demoró tanto el rechazo que detrás suyo apareció Nilmar como un fantasma para empujar el balón a la red.
Aún sin sacudirse ese autogolpe, tres minutos después Sasha le gana en velocidad a Rojas y define el 2 a 0 con un derechazo cruzado. El uruguayo Matias Corujo, desairado por la habilidad de los gaúchos, a los 25’ recibe tarjeta amarilla denunciando el descontrol de los azules en una etapa plagada de errores individuales y falencias colectivas.
Si algo faltaba para hacer más fatal el primer tiempo de la “U”, a los 32’ Nilmar aprovecha otra desinteligencia entre Herrera y Guzmán para anotar el tercero con un puntazo entre ambos. En esa media hora, el nocáut parecía resuelto para los brasileños, en otro partido infortunado de la “U” en una Copa donde el equipo de Martín Lasarte refleja los mismos problemas de todo el semestre en el torneo criollo.
Para el segundo lapso quedaba pendiente una tarea titánica, no sólo para ir tras el albúr de un empate, sino esencialmente en tren de revertir la imagen deplorable de un cuadro sin juego colectivo ni alma.
La intención fue débil, estéril y fugaz, ya que a los 49’ Corujo derribó a Nilmar y el penal ejecutado por D’Alessandro lo contuvo el arquero Herrera. Aún así, Internacional no decayó en su trajín ofensivo y obtuvo un nuevo premio a los 57’: el ingresado Valdivia le ganó en velocidad a Pepe Rojas –demasiado lento para su posición- y luego concretó el 4 a 0 con un remate que llegó a la red entre las piernas del arquero chileno.
La fluidez del Inter en el manejo del partido y su productiva posesión de la pelota hacía previsible que el visitante acrecentara su ventaja en una lucha unilateral, que a ratos exasperó a los hinchas que –producto de su impotencia-, empezaron a lanzar proyectiles al campo.
Los quince minutos finales simplemente prolongaron el padecimiento de la “U”, cuyas individualidades le bastan para imponerse con cierto brillo a nivel local –por ejemplo, gracias a la jerarquía “casera” del goleador Gustavo Canales-, pero no alcanzan para darle consistencia ni categoría colectiva en el circuito sudamericano.
Al fin, en el cierre deslucido y amargo de un ciclo y ya sin opciones en el Clausura ni en la Copa Libertadores, la tarea queda en manos directivas para abordar una “cirugía” reconstructiva que parece inminente, con o sin Lasarte a cargo del bisturí.
PORMENORES
Copa Libertadores, Grupo 4
Estadio Nacional
Universidad de Chile: Herrera; Corujo, González, Rojas, Magalhaes (40’ Ortiz); Martínez (65’ Espinoza), Pereira, Lorenzetti; Rodríguez (65’ Benegas), Ubilla y Canales. DT: Martín Lasarte.
Internacional: Alisson; Ernando, Alan, Juan (60’ Rever), Geferson; Dourado, Aránguiz, Henrique (46’ Valdivia), D’Alessandro (75’ Alex), Sasha; y Nilmar.
Goles: 9’ Nilmar, 12’ Sasha, 32’ Nilmar, 57’ Valdivia.
Incidencia: Herrera contuvo un penal a D’Alessandro.
