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Proyecto de Ley Cultivo Seguro: de droga dura a receta médica PAÍS

Proyecto de Ley Cultivo Seguro: de droga dura a receta médica

La relevancia de todo este proceso gira en torno a dos aristas, una de ellas hace referencia a los estudios que demuestran que la cannabis puede ser procesada por el cuerpo humano, debido a que este posee un ​sistema endocannabinoide, el cual funciona como regulador de las funciones fisiológicas del cuerpo, y cuando se experimenta dolor libera algo muy similar al Tetrahidrocannabinol (THC) para suprimir esta sensación. Por esta razón la marihuana produce efectos positivos en una amplia cantidad de enfermedades, pues ayuda a controlar procesos biológicos como la presión arterial, el sueño, la formación de huesos y el aspecto neurológico.


El consumo de marihuana terapéutica se ha ido lentamente asentando en la sociedad, impulsando nuevos proyectos que despenalicen el uso medicinal de ésta, y permitirle a sus usuarios cultivarla en la comodidad de sus hogares.

A partir del 14 de diciembre del 2017 la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que la marihuana ya no debería considerarse más como una droga dura. Este comunicado marcó un precedente para el Proyecto de Ley Cultiva Seguro, pues esta entidad destacó, además, que la sustancia conocida como cannabidiol

funciona como analgésico, lo cual significa que esta planta puede usarse efectivamente de forma complementaria en tratamientos médicos.

Esta legislación aprobada por la Cámara Baja el 22 de marzo de este año, surge como una solución para todas las personas que necesitan o desean consumir marihuana con fines medicinales, siempre y cuando estas tengan una receta médica que avale el medicamento o la forma de administración que se les haya dado. Al respecto, Pedro Musalem (41), médico clínico de la Fundación pro cannabis Latinoamérica Reforma, afirmó lo siguiente: “La ley nos faculta para recetar todo tipo de sustancias en beneficio de los pacientes, hacemos uso de esa facultad y les indicamos cannabis. Ahora, cómo los pacientes encuentran la cannabis es otro tema.”

Frente a esta situación, el Congreso votó para legalizar el cultivo de cannabis con autorización médica, con el objetivo de evitar detenciones auspiciadas por la Ley 20.000, o Ley de Drogas, y en aquel consenso de 155 diputados, que presidían la comisión, instancia en la que también participaron organizaciones sociales ad hoc, como Mamá Cultiva y Fundación Daya, 121 aprobaron el proyecto, el cual fue despachado inmediatamente al Senado, donde actualmente sigue en discusión.

La relevancia de todo este proceso gira en torno a dos aristas, una de ellas hace referencia a los estudios que demuestran que la cannabis puede ser procesada por el cuerpo humano, debido a que este posee un sistema endocannabinoide, el cual funciona como regulador de las funciones fisiológicas del cuerpo, y cuando se experimenta dolor libera algo muy similar al Tetrahidrocannabinol (THC) para suprimir esta sensación. Por esta razón la marihuana produce efectos positivos en una amplia cantidad de enfermedades, pues ayuda a controlar procesos biológicos como la presión arterial, el sueño, la formación de huesos y el aspecto neurológico.

Por otro lado, también es importante considerar que la mayor parte de los medicamentos que existen en base a la cannabis son muy costosos, y, además, cantidad de fármacos que llegan al país son reducidos y suministrados por unas pocas farmacias en la Región Metropolitana.

Teniendo en cuenta este tipo de cosas, se justifica el Proyecto de Ley Cultiva Seguro, pues busca de forma implícita romper con el estigma social de que la marihuana es dañina para el ser humano, y que su consumo, si se restringe adecuadamente, puede significar el mejoramiento de la calidad de vida de muchas personas que no son capaces de costear los tratamientos que reciben para diversas patologías, y encuentran en esta droga una nuevo camino al bienestar.

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