En la zona, el conflicto es entre la Organización Unión Comunal Lago Vichuquén y la inmobiliaria Office Hunter, quienes buscan poner un nuevo loteo, denominado Altos de Culenmapu, en la orilla del lago.
Siempre se viven conflictos entre vecinos de un sector y una constructora que planea levantar alguna edificación en la zona. La última de esas disputas es en el sector del Lago Vichuquén, en la región del Maule.
En la zona, la disputa es entre la Organización Unión Comunal Lago Vichuquén y la inmobiliaria Office Hunter, quienes buscan poner un nuevo loteo, denominado Altos de Culenmapu, en la orilla del lago.
Según la entidad, que agrupa a 13 juntas de vecinos que aglutinan a unas 730 viviendas, su objetivo es “proteger el medioambiente y la salud” de los vecinos del lago, el que a su juicio “se encuentra amenazado por el explosivo aumento de proyectos” inmobiliarios, por lo que pidieron que el loteo ingrese al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).
Enrique Waugh, presidente del directorio de la Unión Comunal Lago Vichuquén, recalcó a El Mostrador que este conflicto no es con la inmobiliaria en sí, sino porque están a favor de un desarrollo sustentable: «Ya conocemos tantos casos de lamentos por destrucción irrecuperable de sistemas medioambientales por no contemplar el entorno y contexto local del desarrollo», poniendo como ejemplo la laguna de Aculeo, que ahora está «sin agua, todos lamentándose y sin vías de solución». «O el caso de Villarrica, así podría estar Vichuquén en 20 años mas si no se pone el debido cuidado. Es realmente dramático», advierte.
Sobre el llamado de la empresa para que no acudan al SEIA, Waugh responde que «es muy evidente que el daño medioambiental es acumulativo. Intentar asilar cada proyecto, sacándolo del contexto local, es lo que evita la evaluación ambiental. La historia reciente muestra que la práctica habitual del desarrollo inmobiliario en zonas ecológicamente sensibles ha sido horriblemente descuidada, generando daños irrecuperables. Ejemplos dramáticos hay muchos. Esto es responsabilidad de todos: desarrolladores, autoridades y comunidad».
En ese sentido, y como recalca la comunidad, «si este proyecto en particular, como se sostiene, no tiene repercusiones relevantes en el ecosistema no habrá problemas y será aprobado. Si, por el contrario, su desarrollo tendrá impactos relevantes habrá oportunidad de tomar las medidas necesarias antes que tengamos que lamentar daños irrecuperables».
En tanto, Nicolás Lea-Plaza Edwards, representante de Office Hunter indicó que, en declaraciones emitidas al Diario Financiero, la iniciativa considera no más de 47 lotes o parcelas vendibles de unos 5.000 metros cuadrados, con un sector común en la orilla del lago.
Sostiene que el proyecto no considera la realización de obras de edificación y/o urbanización. Dado esto, la empresa asegura que la parcelación no es parte de ninguna de las actividades o proyectos susceptibles de causar impacto ambiental, por lo que no deben someterse al sistema de evaluación.