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Crédito: EFE
España adquirirá, en el marco de la Unión Europea, la vacuna Imvanex para proteger frente a la viruela del mono, aunque todavía se desconoce la cantidad de viales y cual será la población a vacunar, algo que debe determinar la Ponencia de Vacunas del Ministerio de Sanidad. Se trata de una vacuna preventiva contra la viruela humana que puede ser efectiva en el caso de la viruela del mono.
La ministra de Sanidad de España, Carolina Darias, en rueda de prensa tras la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, ha avanzado que la Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA) negocia la compra centralizada de esta vacuna, que podría servir contra la viruela del mono, de la compañía danesa Bavarian Nordic “para repartir de forma equitativa entre los países miembros”.
Una veintena de países europeos han comunicado casos de viruela del mono como España, con 59 casos leves, o Reino Unido con 78, por el momento.
La vacuna Imnavex fue autorizada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) en 2013 frente a la viruela humana, enfermedad que se consideró oficialmente erradicada en 1980 en España gracias a la vacunación infantil hasta ese momento.
Esta vacuna podría proteger en un 85% frente a la viruela del mono, una enfermedad infecciosa causada por ortopoxvirus que cursa con diferentes síntomas leves, especialmente una erupción cutánea que comienza en la cara y se extiende por el resto del cuerpo, por lo que se recomienda el aislamiento de los afectados mientras curse la enfermedad ya que podría se transmisible durante 3 ó 4 semanas.
Portugal, con 58 casos confirmados de viruela del mono, estudia vacunar a contactos de positivos y profesionales de la salud, según informaron hoy las autoridades sanitarias.
El número de infecciones creció en nueve casos en las últimas horas, hasta alcanzar los 58, aunque el virus continúa en expansión en el país.
Según el último informe de la Dirección General de Salud (DGS) lusa los contagiados son todos hombres de entre 23 y 61 años, y en su mayoría con menos de 40.
Por zonas, Lisboa y el Valle del Tajo son las regiones más afectadas.
La DGS precisó que trabaja en la creación de una «reserva nacional de vacunas» y evalúa la posibilidad de vacunar a «contactos de casos confirmados y a profesionales de la salud en el contexto de este brote».
Los casos identificados «se mantienen en acompañamiento público y se encuentran estables y en ambulatorio», ha precisado la entidad en un comunicado.
La viruela del mono, del género Ortopoxvirus, es una enfermedad rara transmisible a través del contacto con animales o personas infectadas o con materiales contaminados.
La nueva ministra francesa de Sanidad, Brigitte Bourgignon, consideró que la epidemia de viruela del mono, con cinco casos confirmados, «está bajo control», y subrayó que su país dispone de las existencias estratégicas necesarias para proceder a una «vacunación selectiva».
«Las existencias están ahí», aseguró este miércoles la ministra en una entrevista a la emisora RTL, en la que no dio detalles sobre las cantidades disponibles.
En cualquier caso, confirmó que su departamento aplicará la recomendación que hizo el martes la Alta Autoridad de Sanidad (HAS) de vacunar a los adultos que hayan estado en contacto con casos confirmados y a los sanitarios que no hayan tratado a los pacientes con medidas de protección individual.
Dijo que no espera un tirón de nuevos contagios y que se han dictado normas de vigilancia, en particular para que los centros sanitarios sean capaces de detectar a personas contaminadas y de aislarlos en sus domicilios.
Bourgignon contó igualmente que a partir del lunes va a trabajar con sus colegas de la Unión Europea en la gestión de esta epidemia.
Preguntada sobre el coronavirus, aunque reconoció que «lo más duro ha quedado atrás», hizo hincapié en que la pandemia no ha terminado y en que es posible que haya un repunte epidémico en otoño.
También recordó que las autoridades francesas recomiendan a los mayores de 60 años que se den una segunda vacuna de recuerdo, que se mantiene la obligación de la vacunación para el personal sanitario y «se mantendrá tanto como haga falta».
Esa obligación se ha traducido en la exclusión de su trabajo de unos 15.000 sanitarios que se han negado a administrarse la vacuna.
