El titular de Hacienda ya había anticipado durante la semana su optimismo sobre el desempeño de la economía local. En ese contexto, espera que para mayo la inflación esté en un dígito y para fin de año en torno al 4%. También señala que lo ideal sería lograr un acuerdo político que incluya el destino de los recursos de la reforma tributaria.
El ministro de Hacienda Mario Marcel está optimista. Espera que para el próximo mes de mayo la inflación esté en un dígito y para diciembre ya se haya alcanzado el 4% “y ya deberíamos converger hacia el 3% en el primer semestre del próximo año”, señaló en una entrevista con El Mercurio.
Ya durante la semana en un encuentro con inversionistas y empresarios había anunciado que “lo peor del ajuste está detrás nuestro. Las mejoras para actividad en el 2023 se derivan no solo de cosas que uno espera que ocurran hacia adelante, sino de lo que uno ve que ha estado ocurriendo en los últimos meses”.
Explicó que es posible que se tenga que corregir la proyección de una caída del PIB de 0,7% para 2023, pero antes habrá que ver la actualización del IPoM, la próxima semana, del Banco Central.
Sobre la reforma tributaria cita la ocurrida en los 90, que se logró gracias a un acuerdo político sobre el destino de los recursos. “Nos parecería positivo que lográramos un acuerdo político que incluya el destino de los recursos de la reforma tributaria. Creo que eso ayuda a darle más sustancia a la discusión y a ampliar los ámbitos de potenciales acuerdos”.
Sobre las críticas de la oposición sobre justamente no haber dado detalles sobe el gasto de los recursos de la reforma, aclara: “Siempre partimos por explicar los objetivos de la reforma, incluyendo el destino de los recursos. Ahora no solo estamos dispuestos a detallar más los gastos, sino que a tener acuerdos concretos al respecto. Esto es para escucharse mutuamente. Tengo bastante confianza en que cuando entremos en detalle en los números, por el lado del gasto para ver qué cosas se necesitan, creo que será posible llegar a acuerdos respecto del volumen de recaudación que se requiere de la reforma tributaria”.
Sobre el impuesto al patrimonio añade que debería estar claro que “si se quiere un sistema tributario más progresivo, compensar el impuesto patrimonial con una reducción del límite exento de las personas es muy poco presentable. Porque estaríamos diciendo que vamos a compensar menores impuestos a los más ricos con mayores impuestos a la clase media. Esa sería una combinación muy impresentable hoy día en Chile”.