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#NoALaSalmonicultura: la campaña de los chefs argentinos para no seguir el ejemplo de Chile Gastronomía

#NoALaSalmonicultura: la campaña de los chefs argentinos para no seguir el ejemplo de Chile

Dirigida por reconocidos cocineros transandinos, la iniciativa busca frenar el avance de la producción salmónida en la Patagonia de su país. Acusan un daño medioambiental y a la salud de la población.


Con una campaña a través de redes sociales llamada #NoALaSalmonicultura, reconocidas figuras gastronómicas argentinas rechazan la adopción del método para la reproducción de salmones en Tierra del Fuego, específicamente en el Canal Beagle. Nombres como Mauro Colagreco, ganador de tres estrellas Michelin, o Narda Lepes, cocinera y presentadora argentina, se sumaron a la campaña.

La iniciativa está enmarcada en las conversaciones de Innovation Norway -compañía estatal de Noruega- con el ministro de agroindustria Luis María Etchevehere, en marzo del año pasado. Esa vez el gobierno argentino se comprometió a fomentar la cooperación entre ambas administraciones a través de un acuerdo, con el fin de generar una industria sustentable de acuicultura.

“No queremos terminar como Chile»

“El costo ambiental, social y económico de la producción salmonera tiene consecuencias devastadores e irreversible”, reza el mensaje puesto en la cuenta de varios de los chefs en Instagram.

“Lamentablemente tenemos el ejemplo de nuestros hermanos chilenos. Las consecuencias de la introducción de la industria y de la especie en aguas chilenas son y han sido tantas que no sabemos por dónde empezar a transmitirlas”, afirman.

Los comentarios aluden a una serie de polémicas que han habido frente a la práctica en Chile. La última semana de diciembre del 2018 se generó un escape de cientos de ejemplares de salmón en la región de Los Lagos, en una de las instalaciones de la salmonicultora Ventisqueros.

Esta misma empresa, junto con Mowi, interpuso un reclamo de ilegalidad ante la Corte de Apelaciones por la resolución dictada por el Consejo para la Transparencia que obligaba a ambas empresas a liberar la información sobre uso de antibióticos en sus producciones de salmón los años 2015, 2016 y 2017.

Las acusaciones no vienen sólo por parte de los gastrónomos argentinos. La Asociación Interamericana para la Defensa Medioambiental (AIDA) ha comentado en varias ocasiones los perjuicios que conlleva la salmonicultura en las costas chilenas. Zonas marinas muertas, desperdicios químicos y daños a los grupos sociales cercanos serían algunas de las razones para aumentar la regulación a la práctica.

De hecho, los cocineros aseguran que desde hace años decidieron sacar el salmón de sus cartas por tener plomo, colorantes y químicos.

A la campaña se han unido también chefs como Fernando Trocca, Germán Martitegui, Leandro Lele Cristóbal, Aldo Graziani, Tomás Kalika, Fernando Mayoral, Malvina Gehle (Green Bamboo), Nicolás Piatti (Hotel Hilton Bogotá), Sebastián La Rocca (establecido en Costa Rica) y Daniele Pinna (La Locanda).

Respuesta a la campaña

La campaña también ha generado respuestas desde la comunidad a favor de la práctica. Lucas Maglio, ingeniero acuicultor y ejecutivo de Kran, publicó en su twitter una carta abierta dirigida a las caras visibles de la iniciativa. En ella replica a los puntos expuestos por Mauro Colagreco en su Instagram.

Argumentó que, si bien el salmón es una especie exótica al medioambiente argentino, así también lo fueron vacas, caballos y pollos en su momento. «Por lo tanto deberíamos hacer ya mismo una campaña #NoALaGanadería”, ironizó el ingeniero.

Con respecto al impacto ambiental y uso de antibióticos, Maglio contestó que la acuicultura no sólo requiere el mismo tipo de cuidados veterinarios que la ganadería -uno de los grandes puntales de la economía argentina-, sino que resulta menos nociva al medioambiente en general.

«Te cuento que una vaca requiere entre 10 a 15 kilos de alimento para generar un kilo de carne, que además son materias primas que fueron sembradas en campos que desplazaron bosques o montes naturales y plantas que a su vez fueron tratadas con herbicidas, y pesticidas», describió el acuicultor en la carta. Mientras comparó el caso con la salmonicultura: «Se puede llegar a eficiencias de 1 a 1, es decir un kilo de alimento un kilo de pescado”.

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