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El ‘abandono’ de Leonidas Vial a su protegido César Barros en el difícil momento de La Polar

El ‘abandono’ de Leonidas Vial a su protegido César Barros en el difícil momento de La Polar

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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El socio de LarrainVial fue quien lo contactó para liderar el rescate de la multitienda en 2011. Hoy se enfrentan en la mesa negociadora de accionistas y acreedores. Mercado acusa a Barros de adoptar una actitud «mesiánica”.


Coincidencia o no, la llegada de César Barros, presidente de La Polar, a las oficinas de LarrainVial el viernes 20 de junio pasado, marcó una coincidencia ingrata.

Como lo han relatado los medios en los últimos días, en las oficinas de la corredora de Bolsa más tradicional de Chile se dio una tensa reunión en que varios acreedores, incluida LarrainVial, rechazaron la propuesta de Barros de canjear la deuda por el 55% de la propiedad de la compañía.

Y es ingrato porque justo tres años antes, el 20 de junio de 2011, Barros había asumido como timonel de la mesa de la multitienda, para liderar el rescate de la compañía que en ese momento caminaba por la cornisa de la quiebra luego de que se conocieran las repactaciones unilaterales y las provisiones fraudulentas de créditos que había hecho la firma hasta entonces liderada por Pablo Alcalde.

Para su arribo, justamente, el rol del socio de LarrainVial, Leonidas Vial, fue clave. Como relató el propio Barros a un diario el año pasado, el 18 de junio de 2011 almorzaba en un restaurante japonés –Nobu– en Nueva York cuando Vial lo llamó. El socio de la corredora lo invitó a asumir la presidencia de La Polar, asegurándole que tenía el respaldo de los acreedores de los casi US$ 1.300 millones de deuda de la multitienda.

Hoy, tres años después, LarrainVial, aparece como uno de sus peores enemigos, apeado con el grupo Consorcio, de Juan Hurtado Vicuña (amigo de Vial), algunas AFP, Raimundo Valenzuela y otros acreedores, todos los cuales rechazan la propuesta de Barros y piden que los acreedores se queden con el 90% de la propiedad.

En el mercado hablan del doloroso divorcio de Barros y Vial. Barros, el protegido de Vial, llegó en 2011 con el respaldo de la corredora que pasaba por el difícil desafío de enfrentar las críticas del mercado por no haber detectado el fraude que se fraguaba al interior de la multitienda.

Evidencia de esto es que, seis días antes de que estallara el escándalo, LarrainVial lideró la colocación de una línea de efectos de comercio por $ 60.000 millones. Raimundo Valenzuela, Consorcio y otros prominentes inversionistas acudieron a ese financiamiento sin saber del fraude que había en la empresa. Ahora se lamen las heridas que les dejaron sus pérdidas.

Negocios son negocios

Pero negocios son negocios. Una fuente cercana a la empresa señala que no existe tal distancia entre Leonidas Vial y César Barros. Que lo que hay es una legítima negociación en la cual hoy se encuentran en veredas opuestas, pues Barros representa a los accionistas y Vial es un acreedor.

Según cercanos a la LV, la firma posee casi $ 50.000 millones en acreencias de La Polar, cifra que hoy vale casi un 10% del valor original. Y como accionista maneja el 7% a nombre de terceros.

Vial y Barros mantienen contacto y hay evidencia de ello. Hace dos semanas –dicen las fuentes– el director de finanzas corporativas de LarrainVial, José Miguel Barros, asumió la vicepresidencia de la Bolsa de Productos, que preside César Barros, cargo al que el presidente de La Polar invitó a Vial para que asumiera, aunque éste declinó aceptar.

“No hay ningún divorcio en lo personal con Vial, ni ningún problema con nadie de LarrainVial. Lo que ocurre es que LV está en una posición de acreedor y tiene objetivos que son distintos a los accionistas. Hay posturas distintas, pero no hay problemas personales”, señalan.

Hoy la corredora que apoya las gestiones financieras de La Polar es principalmente BTG Pactual, ex Celfin. La firma asesoró en el aumento de capital de US$ 250 millones aprobado en 2012 y ahora es la que lidera el plan que Barros y su equipo están presentando en un nuevo road show para lograr un aumento de capital que permita el canje por acciones de la deuda.

Su rol en la saga también ha sido blanco de críticas por alguno de los tenedores de bonos, incluyendo a Valenzuela, cuyo primo Max Vial es un ejecutivo de BTG. El principal cuestionamiento es haber avalado una visión optimista sobre el futuro de la multitienda para la realización del aumento de capital, sin dimensionar el mal negocio que sería la inversión en Colombia.

En el mercado hay muchos que los defienden. Dicen que fueron claves en lograr salvar a la empresa con el aumento de capital y que hoy, pese a los errores que Barros y su equipo pudieron haber cometido con Colombia, la empresa vale lo que vale gracias a la gestión del equipo de finanzas corporativas de BTG Pactual. Señalan que el hecho de que haya una pelea estriba en que, gracias al éxito del aumento de capital, la empresa ahora gana plata y tiene activos que los inversionistas y los acreedores consideran suficientemente valiosos para pelearse por ellos.

«Mesiánico»

Barros dijo a un matutino esta semana que la exigencia de un 90% de la propiedad de La Polar realizada por los acreedores era extrema y que el directorio no podía aceptar algo indigno. Que se estaba conversando entre adultos y que estaba disponible para escuchar una contrapropuesta de los acreedores, liderados por LarrainVial, si era una idea razonable y con parámetros objetivos.

La actitud dura de Barros está en parte de la crítica que hoy recibe del mercado, incluidas personas cercanas a LarrainVial. “El proyecto La Polar hoy más parece el proyecto de César Barros. Ha tomado una actitud casi mesiánica”, señalan.

Una alta fuente cercana a un acreedor opina que Barros ha olvidado que su rol no es sólo defender a accionistas sino también a los acreedores. “Lo que se discute hoy es una crítica implícita a la gestión de Barros, que agarró vuelo propio. Otros dicen que se puso mesiánico, perdió el norte y, de ser el llamado a preocuparse de los acreedores, dejó pasar una oportunidad pues le ofrecieron US$ 50 millones por Colombia, pudo venderlo y no sólo no vendió sino que ahora se debe liquidar esa operación y con una pérdida de más de US$ 70 millones. Es decir, de un más US$ 50-60 millones pasó a ser un menos y se produjo una pérdida de valor para los acreedores de casi US$ 130 millones”, expresa la fuente.

Agrega que la propuesta de Barros “busca defender a los accionistas en circunstancias que si no puede pagar las acreencias el 100% de la compañía es de los acreedores”. “Se ve que ha habido un mareo respecto de lo que corresponde, está en una labor justiciera”, afirma, por su parte, un cercano a LarrainVial.

En todo caso, el rol de LarrainVial en la actualidad y de León Vial en particular, parece no ser el mismo de antes. El Caso Cascadas, por cierto, ha minado su posición. Las fuentes reconocen que la corredora pasa por un difícil momento, no está en condiciones de enfrentar disputas duras a nivel público y no puede dar ningún piso ni techo a las negociaciones.

Eso sí, hoy el presidente de LarrainVial S.A. es Juan Hurtado Vicuña, controlador del grupo Consorcio, uno de los principales acreedores de La Polar, lo que marca un nuevo punto en contra de Barros. Y Moneda, de la que es socio minoritario Consorcio, también critica a Barros, pero está en una posición accionista.

Tiene casi el 8% de las acciones y fue uno de los pocos inversionistas locales que concurrieron al aumento de capital aprobado en 2012 y concretado en 2013, que en parte se invirtió en Colombia y que –según varios acreedores– no sirvió de mucho para reimpulsar a la compañía, dado que un año después nuevamente la firma está en riesgo.

El martes la junta de accionistas de La Polar votará la propuesta del directorio que lidera Barros. Entre los acreedores creen que será un acto de papel, pues ellos prepararán una contrapropuesta que echará abajo la de Barros y obligará a citar nuevamente.

La junta de acreedores prevista para el miércoles 2 de julio ya fue postergada. Al tiempo, los acreedores estudian su alternativa que, además de fijar un piso de 75% de la propiedad para ellos, podría incluir –en un mecanismo similar al del caso del aumento de capital de Enersis– la solicitud de un perito independiente que estime cuánto vale La Polar y qué porcentaje debería tomar cada uno.

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