Justicia de EEUU acusa a una empresa deportiva -aún no ientificada- de sobornar a la Federación Brasileña de Fútbol para obtener el contrato exclusivo. Todos los focos apuntarían a la marca del «swoosh».
«Una Copa del Mundo del fraude».
Así llamó la fiscal general de EEUU, Loretta Lynch, a la supuesta maquinaria que habría montado la FIFA durante años para ejercer presión, utilizando sus posiciones de confianza en el organismo, para solicitar sobornos a cambio de derechos comerciales.
La descripción que otorgó esta mañana, acompañada de la feroz imagen de varios altos cargos el ente rector del fútbol siendo detenidos en Suiza, cuajan un nuevo escándalo económico de nivel mundial.
Pero la acusación de la justicia norteamericana iría más allá, ya que la empresa deportiva Nike estaría involucrada dentro de estos casos de corrupción.
Esto porque en la denuncia se señala a una compañía norteamericana -no identificada oficialmente- que firmó un vínculo de asociación con la federación brasileña en 1996.
La empresa mundialmente conocida por su logo «swoosh», con sede en Oregon, EEUU, precisamente firmó un contrato por 10 años con la federación carioca ese mismo año, comenzando a utilizar a los rostros de la talentosa cantera brasileña, como Ronaldo.
De acuerdo a la acusación, la corte federal de EEUU indica que esta compañía no identificada acordó pagar US$160 millones por un contrato de 10 años con la federación brasileña para comercializar su vestimenta.
En un acuerdo separado, además, se reveló que dicha compañía pagó US$40 millones a través de un banco suizo a un directivo de una compañía de compra y venta de derechos de publicidad en Brasil, fondos con los cuales se pagó a un alto mando de la FIFA y a un ejecutivo de la federación verde amarilla, explica la acusación.
«Nike cree en un juego ético y justo, tanto en los negocios como en el deporte y se opone fuertemente a cualquier forma de manipulación o soborno», declaró la compañía a través de un e-mail a Bloomberg, pese a no ser mencionados en la demanda.
Haberse quedado con el auspicio de Brasil fue el empuje que finalmente puso a Nike el mapa del fútbol: en 1994, sus ventas en artículos futbolísticos pasó de US$40 millones a más de US$2 mil millones en sólo dos décadas, transformándose en este corto periodo en uno de los principales proveedores de artículos deportivos, incluso quitándole el trono a Adidas.
