La minera del magnate mexicano, Frisco SAB, ha caído un 53 por ciento este año, el peor desempeño entre 90 pares internacionales monitoreadas por Bloomberg.
El multimillonario mexicano Carlos Slim se está convirtiendo en una de las mayores víctimas de la caída de los precios del oro a un mínimo de seis años.
Su empresa minera, Minera Frisco SAB, ha caído un 53 por ciento este año, el peor desempeño entre 90 pares internacionales monitoreadas por Bloomberg. Frisco, que tiene sede en Ciudad de México, tuvo sólo un trimestre rentable en los últimos nueve, y la caída del 6,7 por ciento este año en los precios del oro está empeorando las cosas.
Slim es propietario del 78 por ciento de Frisco, según datos compilados por Bloomberg, por lo que es el mayor perdedor del colapso de la acción; esto ha contribuido a una caída US$7.200 millones en su fortuna este año, la mayor entre 400 personas ricas monitoreadas por Bloomberg. Laura Villanueva, analista de la corredora mexicana Monex Casa de Bolsa SA, observa más pérdidas por delante en Frisco en tanto la compañía lucha contra la caída de la producción y una alta carga de deuda.
«El desempeño de la compañía se ha visto influenciado significativamente por la caída de los precios internacionales de los metales, así como un nivel de endeudamiento muy alto», dijo Villanueva en una entrevista telefónica desde Ciudad de México. Ella espera otra caída del 7 por ciento en las acciones para finales de año.
Por supuesto, no sólo Frisco ha perjudicado la fortuna de Slim. Las acciones cotizadas en Estados Unidos de su gigante telefónica, América Móvil SAB, han perdido 12 por ciento, por las pérdidas en el peso mexicano y los cambios producidos por los reguladores que están tomando medidas enérgicas contra las empresas de telecomunicaciones dominantes. Las acciones en el banco de Slim, Grupo Financiero Inbursa SAB, también han caído.
Recomendaciones de venta
Sin embargo, es la empresa Frisco la que se destaca en estos días como el mayor lastre del imperio de Slim. A la caída de la acción de este año le sigue la disminución del 20 por ciento en 2014 y del 51 por ciento el año anterior. La compañía, que Slim compró en 1984, produce principalmente barras de oro y plata a las nueve minas mexicanas.
«Cada vez que caen los ingresos de Frisco, significa pérdidas para Slim», dijo en una entrevista José Helue, analista de investigación sénior de acciones en Casa de Bolsa SA, en Ciudad de México.
El rendimiento ha sido tan terrible que las acciones fueron expulsadas en mayo del índice MSCI LatAm Standard, un punto de referencia para las acciones regionales. Hace dos años, Frisco se retiró del IPC de referencia de México. Cuatro de los seis analistas encuestados por Bloomberg recomiendan vender las acciones.
«Lo importante para Minera Frisco es que las operaciones van bien», dijo Arturo Elías, vocero de Slim, en una entrevista telefónica. «Los resultados son un reflejo de los efectos temporales de una caída de los precios de los metales y la devaluación del peso frente al dólar».
