El diputado DC asegura que la superintendenta de Pensiones no tiene piso para continuar en su cargo, defiende el actuar de la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, y valida la actuación del ex ministro DC, Hugo Lavados, como presidente de Cuprum.
Fuad Chahin protagonizó el episodio más polémico desde que comenzó la Comisión Investigadora del caso Cuprum-Argentum en la Cámara de Diputados. El martes último el diputado DC reveló un oficio de la ministra del Trabajo y Previsión Social, la también DC Ximena Rincón, a la superintendenta de Pensiones, Tamara Agnic, en el cual le cuestionaba la legalidad de la autorización que Agnic dio a la fusión de AFP Argentum con AFP Cuprum, la que permitió al controlador Principal Group cerrar la operación para obtener un beneficio tributario por $ 80.000 millones.
Ayer, la bancada de diputados de su partido acordó pedirle a la Presidenta Bachelet que solicite la renuncia a Agnic, marcando el momento político más complejo para la fiscalizadora, quien se niega a reconocer fallas y, aun más, se rebeló frente a la solicitud de Rincón. Según Chahin, Agnic ya no tiene piso para continuar en su cargo.
-¿Cómo evalúa la situación actual en que una ministra cuestiona a la autoridad sectorial y esta se rebela frente a la recomendación de la ministra?
-La ministra ejerce su responsabilidad porque no tiene responsabilidad administrativa. Al darse cuenta de que hay una comisión investigando el caso y que la invitaron, pide un informe jurídico, el cual concluye que la operación no se ajustó a derecho porque no se cumplió el supuesto para la operación, esto es, que existiera la AFP Argentum con todas las características que debe tener una AFP al crearse y no respecto de lo que tenía AFP Cuprum.
Hay un problema jurídico severo donde además lo que se genera es un precedente nefasto para el futuro. Esto es una verdadera simulación con el aval de la superintendencia, y el efecto positivo para los afiliados que debe resguardar la autoridad es cero. Sin embargo, los dueños de la AFP obtienen beneficios tributarios. Esto resulta simplemente inaceptable, además con problemas jurídicos y éticos graves. Lo que hace la ministra es dar su opinión responsable y recomendar que se abstenga de poder continuar con operaciones de similar naturaleza.
-Pero Agnic advierte que es autónoma y que, si se cumple la legalidad, seguirá autorizando estas operaciones.
-Espero que la superintendenta pueda entender el emplazamiento de la ministra Rincón, de lo contrario, tendrá que renunciar. Si no es capaz de aceptar la recomendación de la ministra, que no es su superior jerárquico pero está relacionada a través del ministerio, no tiene piso para seguir en su cargo.
Es evidente que la superintendenta hoy está cuestionada por una autoridad política que es colaboradora de la Presidenta, como es la ministra Rincón, por tanto, queda sin piso y me parece bien que así sea, pues está ahí para defender los intereses de sus afiliados y no de una empresa.
-¿La ministra debió tomar alguna acción adicional al oficio?
-La ministra carece de facultades para hacer una cosa distinta, lo que hizo fue actuar en el marco de sus atribuciones.
-¿Conversó con ella?
-Le pedí que asista el martes, como lo requirió la comisión. Ella va a asistir y ahí podremos escuchar su opinión. Además, vamos a recurrir a la Contraloría para que revise la legalidad de la operación.
Parece que se está en un callejón sin salida, pues Agnic dice que actuó legalmente y seguirá actuando como hasta ahora y la ministra no tiene atribuciones para intervenir.
-Aquí hay dos salidas. La Presidenta debe pedirle la renuncia a la superintendenta y, en segundo lugar, creo que es fundamental que la Contraloría pueda pronunciarse sobre esta operación.
-¿Cree que la superintendenta operó para los poderes fácticos o que estos influyeron en su decisión, como dijo el ex superintendente Álvaro Gallegos?
-No podría llegar tan lejos, pero parece curioso que la señora Tamara Agnic haya actuado como un ente asesor para una operación que buscaba beneficios de una empresa.
-¿Qué le parece la crítica del diputado Nicolás Monckeberg que dijo que Rincón debió haber acudido a Contraloría o denunciar la situación?
-Me gustaría que el diputado Monckeberg esté del lado de los cotizantes, los trabajadores, y no criticando a una ministra que, con una actitud valiente, cuestiona la legalidad de una operación que significó beneficios tributarios de $ 80 mil millones para Principal. Eso nos distingue de la derecha, que mientras nosotros atacamos este tipo de operaciones, ellos las defienden.
-Pero la superintendenta considera que actuó sobre la base de la ley y dichas normas las aprobaron ustedes a través de leyes o se trata de decretos de la Dictadura que ni ustedes ni el Gobierno han corregido.
-Tengo una diferencia con ella y es que creo que no actuó dentro del margen de la ley. La normativa no autoriza a crear una AFP de papel, ni autoriza una operación bajo una condición suspensiva de que se fusione con otra (Argentum), la cual además nunca nació sino hasta que absorbió a Cuprum. Lo que hay aquí es un fraude.
-¿Y si no renuncia Agnic?
-La superintendenta hoy está en situación tremendamente compleja y evidentemente no depende del ministerio, a través del cual el Gobierno se relacionada con el fiscalizador. Por ende, tiene un cierto nivel de autonomía. Sin embargo, a mí me parece que cuando hay una comisión investigadora y un conjunto de denuncias, y sabiendo que la operación era para beneficio tributario y nos enteramos solo en abril de este año, cuando ya estaba consumada, me parece que esta superintendenta no tiene idea de cuál es su rol como funcionaria pública.
-¿Qué le parece la actuación del ex ministro y militante de su partido, Hugo Lavados, que fue parte de la operación como presidente de Cuprum?
-Yo creo que cada uno cumple su rol desde donde está, lo que él hizo fue tratar de maximizar las utilidades de la empresa, pero lo que es inaceptable es que un ente regulador que está para defender a cotizantes y afiliados, y cuando además la normativa busca evitar que puedan obtenerse beneficios por operaciones en virtud de actuaciones de empresas reguladas, tenga esta actuación.
La superintendenta tiene razón cuando dice que se podría haber hecho la fusión sin crear una AFP, pero si se hacía así, Principal no podía quedarse con Cuprum y obtener el goodwill, pues al fusionarse con otra dejaba de existir Cuprum. Es decir, debía optar a una de las dos cosas. Como reconocen los controladores, creó Argentum a sugerencia de Agnic, lo que es absolutamente reprochable. Hay un problema ético en tratar de utilizar estas triquiñuelas, pero parece más grave que una persona que está para evitar que estas cosas sucedan termine ayudándoles.