El crecimiento económico de Colombia se ha frenado a la mitad del ritmo de hace cuatro años cuando los precios de las exportaciones de sus materias primas estaban en aumento. Las industrias del combustible fósil están entre las mayores empleadoras del país y son las que generan mayores ingresos.
Cuando de carbón se trata, Colombia probablemente no preste atención a los consejos del Papa o a los ejemplos de Goldman Sachs Group Inc. en el futuro cercano.
Colombia, el segundo mayor proveedor de carbón para las centrales eléctricas europeas, debería continuar ampliando la industria y está estudiando nuevas maneras para ayudar a los productores afectados por la caída de los precios, de acuerdo a la unidad de planeamiento de minería y energía del gobierno, conocido como UPME.
A pesar de las preocupaciones sobre el calentamiento global y los avances en tecnologías de energías renovables, muchos países europeos siguen dependiendo del carbón para generar electricidad, lo que presenta una oportunidad para Colombia, dijo el director general de UPME, Jorge Valencia.
“Este país sigue teniendo un gran potencial”, dijo Valencia el 12 de agosto en una entrevista en su oficina de Bogotá. “Deberíamos continuar extrayendo y proveyendo a los mercados con todo el carbón que podamos”.
UPME espera terminar un estudio en diciembre sobre la competitividad de la industria minera y hará recomendaciones al gobierno. La productividad, la infraestructura y la participación del gobierno están entre los elementos bajo revisión, dijo Valencia.
El aumento repentino de la producción de gas de esquisto estadounidense ha sacudido a los mineros de carbón en tanto los productores de energía cambian de materia prima, contribuyendo a la caída en los precios globales. Un índice de referencia para el carbón entregado en Europa cayó 28 por ciento el año pasado.
Los mineros en Colombia –incluyendo operaciones de BHP Billiton Ltd., Anglo American Plc y Glencore Plc- han buscado reducir los costos. Goldman vendió sus activos de carbón en Colombia a Murray Energy Corp. en un acuerdo anunciado la semana pasada.
Conversaciones de la ONU
El crecimiento económico de Colombia se ha frenado a la mitad del ritmo de hace cuatro años cuando los precios de las exportaciones de sus materias primas estaban en aumento. Las industrias del combustible fósil están entre las mayores empleadoras del país y son las que generan mayores ingresos.
La oposición al carbón se ha intensificado. En junio, el Papa Francisco pidió una reducción urgente y drástica de las emisiones para sacar a la “Madre Tierra” de un “espiral de autodestrucción” de la que culpó a los países ricos. Los ministros debatirán sobre el cambio climático en sus reuniones en las Naciones Unidas en diciembre.
Colombia produjo 88,6 millones de toneladas de carbón en 2014 y apunta a 100 millones de toneladas para 2018, de acuerdo a los comentarios de Tomás González, ministro de Minas y Energía, el 11 de mayo.
El país andino podría tener que ajustar sus niveles de producción si la oferta de fuentes de energía más limpias y baratas frena la demanda, dijo Valencia, que respalda a las energías renovables.
