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Jackson Hole cuestiona dominio de la inflación buscado por Draghi

Jackson Hole cuestiona dominio de la inflación buscado por Draghi

El riesgo más reciente para los precios pone de relieve que en el bloque europeo, integrado por 19 países –al igual que en los Estados Unidos, el Reino Unido y otros países industrializados– la inflación general todavía está muy por debajo de la meta y fuera de sincronía con la recuperación.


Mario Draghi podría haber evitado el simposio de la Reserva Federal en Jackson Hole este año, pero no puede eludir su conclusión: los bancos centrales no pueden manejar la inflación tan bien como creían.

Transcurridos menos de seis meses de iniciado el programa de estímulo que el presidente del Banco Central Europeo había prometido que reactivaría el crecimiento del consumo, la eurozona enfrenta una renovada presión desinflacionaria en tanto la economía China se desacelera y caen los precios de las materias primas. Esta semana, Draghi quizá deba admitirlo y rebajar los pronósticos de inflación de la entidad.

El riesgo más reciente para los precios pone de relieve que en el bloque monetario integrado por 19 países –al igual que en los Estados Unidos, el Reino Unido y otros países industrializados- la inflación general todavía está muy por debajo de la meta y fuera de sincronía con la recuperación. Que esto eleve o no las exigencias de que el BCE aumente su programa de flexibilización cuantitativa por 1,1 billones de euros (US$1,2 billones) dependerá de cómo comunique Draghi el complejo panorama económico.

Se piensa que “los bancos centrales deben dejar de tener un control sobre la inflación y no es cierto”, dijo Jon Faust, profesor de economía en la Johns Hopkins University en una entrevista en la reunión anual de la Fed de Kansas City en Jackson Hole, Wyoming. “La inflación volverá, pero el momento específico para que ocurra es mucho más difícil en el entorno actual”.

Por debajo de la meta

El BCE predijo en junio que los aumentos de precios de la eurozona promediarán 1,5 por ciento el año próximo y 1,8 por ciento en 2017, siempre que el estímulo se implemente en su totalidad. Esto marcaría el retorno al objetivo de mantener la inflación apenas por debajo de 2 por ciento a mediano plazo.

Sin embargo, los vientos en contra actuales podrían significar que la inflación a más corto plazo se quede corta, dificultando alcanzar esa perspectiva. El crecimiento anual de los precios se frenó probablemente hasta apenas 0,1 por ciento este mes, la tasa más débil desde abril, según una encuesta a economistas de Bloomberg. La agencia de estadísticas de la Unión Europea tiene previsto dar a conocer los datos este lunes a las 11:00 horas en Luxemburgo.

El Consejo de Gobierno del BCE se reunirá en Frankfort a partir del 2 de septiembre para establecer la política monetaria, y Draghi presentará los pronósticos económicos trimestrales en una conferencia de prensa al día siguiente. Funcionarios como Peter Praet, integrante del consejo ejecutivo, dijeron la semana pasada que están listos para una mayor flexibilización si es necesario, lo cual incluye ampliar o expandir la QE.

“Las proyecciones macroeconómicas del personal del BCE probablemente mostrarán una revisión a la baja en los pronósticos de inflación tanto para 2015 como para 2016, lo que resultaría en un euro más fuerte y futuros en los precios del petróleo más débiles”, dijo Philippe Gudin, economista europeo principal en Barclays Plc en París, en una nota a sus clientes fechada el 28 de agosto. “Ahora esperamos que se anuncie más flexibilización antes de fin de año”.

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