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Julio Ponce renuncia a la cascada y sorprende a un mercado que saca lecturas inciertas de este hecho histórico

Julio Ponce renuncia a la cascada y sorprende a un mercado que saca lecturas inciertas de este hecho histórico

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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“Motivos personales”, que la presión de varios frentes lo tenía acorralado o que estaría dando señales para mejorar el valor de las sociedades, son algunas de las razones que para el mercado explican la salida del controvertido empresario, un hecho que es visto como el primer paso para una inminente fusión de la cascada o su eventual salida de la propiedad de SQM.


Lo que parecía imposible para los accionistas minoritarios de la cascada, ayer se hizo realidad. Julio Ponce, personaje conocido por su resistencia a los distintos embates que ha enfrentado a lo largo de su vida, ayer sorprendió al mercado al comunicar su renuncia a la presidencia del grupo de empresas que le dan acceso al 32% y al control de SQM.

Si bien llevaba casi 30 años a la cabeza de la minera, su salida en abril era previsible. La presión mediática que significó el caso de las boletas presuntamente falsas destinadas al financiamiento irregular de la política, sumada al quiebre del directorio y las acusaciones que provenían de accionistas de EE.UU., constituyeron el escenario perfecto para que el histórico directivo dejara el puesto más alto de SQM. Pero en la cascada la historia era distinta.

Desde antes que la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) lo multara con US$70 millones –en el marco del sonado caso Cascada– que accionistas como las AFP y Moneda venían pidiendo su salida de este grupo de sociedades. La última vez que lo dejaron claro fue en las juntas ordinarias de Norte Grande y Oro Blanco, también en abril pasado, cuando Moneda calificó como “imperativa” la renuncia a la presidencia por parte de Ponce, en vistas de la abultada sanción del regulador.

Ahora es un hecho, pero su lectura es incierta.

En el entorno de Ponce explican que su renuncia se debió a razones personales. Las boletas de SQM y la pelea con la Corfo por contratos de explotación minera; el caso Cascada y los frentes legales que se disputan en los ámbitos penal y civil; más su delicada situación financiera, erigieron el marco para el nuevo hito que protagonizó el ex presidente de Norte Grande y filiales.

Sin embargo, estas explicaciones se dan en medio de otras conjeturas: que con varios flancos abiertos, la presión lo tenía acorralado o que estaría dando señales al mercado para mejorar el valor de las acciones de la cascada y, así, minimizar el riesgo de que se gatillen covenants, son algunas de las lecturas que extrae un mercado sorprendido por la renuncia del controvertido empresario.

Toda causa suma

Mejorar la situación financiera de la cascada no es trivial para Ponce y, por ende, su salida podría leerse como una acción que suma. Esto, pues en el mercado hay sospechas respecto de lo difícil que sería para el empresario repatriar el capital que tiene en el exterior, en los trusts de Islas Vírgenes, con los cuales controla la cascada, considerando que ello podría motivar una investigación no solo por el caso SQM sino también por el ciclo del esquema que detectó la SVS.

En el ambiente penal, los abogados de Moneda quieren la información tributaria de las sociedades de Ponce para verificar si las sociedades instrumentales y vinculadas –como las catalogó la SVS– pagaron comisiones al empresario tras beneficiarse con sus transacciones en la cascada.

Otras razones que, en alguna medida, podrían explicar la salida de Ponce en la cascada, tienen relación con sus intenciones por emitir un bono con cargo a algunas de estas sociedades. Durante los últimos días, el ex presidente de SQM se ha reunido con bancos de inversión para expresarles su interés por emitir deuda y prepagar sus compromisos financieros actuales, lo cual le daría flexibilidad económica.

Lo anterior, porque durante las últimas semanas los operadores han visto cómo el ejecutivo ha defendido el valor de SQM-A en torno a los $16 mil, acción con la cual garantiza las deudas de la cascada y que son frágiles. De hecho, al primer semestre, los bonos por US$250 millones que Calichera emitió en 2007 estaban respaldados a una razón de 2,94:1, cuando el ratio exigido es de 3:1. Si cae bajo la razón de 2,7:1, debe garantizar la deuda con nuevas acciones.

Todas estas son conjeturas que despierta un hecho difícil de leer por distintos actores del mercado que conversaron con este medio y que, si bien se vieron sorprendidos, valoran la salida del empresario y no descartan que su próximo paso sea fusionar estas sociedades. En los bancos de inversión ya se han efectuado cálculos al respecto y el resultado no ha sido otro que la pérdida de control de la cascada por parte de Ponce y, por consecuencia, de SQM. Hay varios que van más allá y apuntan a que este es otro paso que culminará con Ponce vendiendo su participación.

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