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El sombrío panorama que describió el Banco Central en su Informe de Política Monetaria de diciembre Ayer revisó a la baja crecimiento para el próximo año, ubicándolo entre 2 y 3%  

El sombrío panorama que describió el Banco Central en su Informe de Política Monetaria de diciembre

Un país más pobre con exportaciones que caen no solo en precio sino también en volumen, es la realidad que pinta el instituto emisor. A esto se suma que el costo de la vida sigue creciendo más allá de lo que se ha trazado como objetivo y así continuará durante el próximo ejercicio. En su presentación ante la Comisión de Hacienda del Senado, Rodrigo Vergara sostuvo que la política monetaria seguirá siendo expansiva y señaló que “tanto la mayor fragilidad que se detecta en la situación financiera de las firmas como el menor capital que mantienen los bancos son elementos que deben observarse con atención, más allá que en la coyuntura actual no signifiquen un problema en sí mismos”.


El Banco Central revisó a la baja el crecimiento para el próximo año, ubicándola entre 2 y 3%,  aumentó la proyección de déficit de cuenta corriente a 2,6% y la inflación continuará sobre 4% durante gran parte del 2016.

Esas son algunas de las conclusiones del Informe de Política Monetaria (IPoM) a diciembre, dado a conocer ayer por el instituto emisor y su presidente, Rodrigo Vergara, ante la comisión de Hacienda del Senado.

Tras la decisión de subir la tasa el jueves pasado en un cuarto de punto, el mercado esperaba los fundamentos que habían movido al Central a tal decisión más allá de que el movimiento cobraba sentido luego del alza que también llevó a cabo la FED un día antes. Gran parte de los argumentos se encuentran en este Informe de Política Monetaria y las razones que pesaron en la decisión de cada consejero se sabrán cuando se dé a conocer la minuta de dicha reunión.

Lo que se avizora para el 2016 es duro, a todas vistas, aunque el instituto emisor confía en que haya cierta capacidad de recuperación más rápida de lo previsto si se mantiene la resiliencia del mercado laboral y mejora la confianza interna.

·      CRECIMIENTO:  “En el escenario base, el crecimiento del PIB en el 2016 se sitúa entre 2 y 3%, rango inferior al previsto en septiembre” (en el IPoM pasado había estimado un incremento entre 2,5 y 3,5% para el mismo período).

·      COBRE: “Al cierre estadístico de este IPoM, el cobre se transaba algo por debajo de US$ 2,1 la libra. Las proyecciones para el 2016 y 2017 se han reducido de manera importante, promediando US$ 2,25 (casi US$ 2,5 en septiembre)».

·      PETRÓLEO: “El precio del petróleo se situó por debajo de los US$ 40 el barril al cierre de este IPoM. Esto reduce de forma importante sus perspectivas para los próximos dos años, a US$ 46 promedio el barril WTI y a US$ 48 el BRENT (US$ 53 y US$ 58 en septiembre, respectivamente)».

·      CUENTA CORRIENTE:  “El deterioro del escenario externo tiene un efecto relevante en el mayor déficit de cuenta corriente para el 2015 y el 2016: 1,7% y 2,6% del PIB, respectivamente (0,7 y 1,5% en septiembre). Ello principalmente por la baja de los términos de intercambio, pero también por un menor volumen de exportaciones. Se agrega, este año, un incremento mayor que lo previsto de las importaciones de bienes de capital, en particular de transporte”.

·      INFLACIÓN: “La inflación sigue elevada y se ubicará por sobre 4% durante buena parte de 2016”.

·      CONDICIONES FINANCIERAS: El costo del crédito sigue bajo, aunque el crecimiento “de las colocaciones –excepto las hipotecarias– se mantiene lento comparado con patrones históricos”. Ello se debe tanto a la cautela de consumidores y empresas como a políticas más restrictivas de la banca. En tanto que las condiciones financieras internacionales se han vuelto menos favorables. “Para Chile, desde principio de junio, los premios de riesgo soberanos y corporativos aumentaron en torno a 50 y 80 puntos base, respectivamente –medidos por el CDS a 5 años y el CEMBI–, situándose por sobre el promedio de los últimos 10 años, pero manteniéndose en un nivel por debajo de otras economías emergentes”.

·      TIPO DE CAMBIO: La paridad peso/dólar se elevó algo más de 4% desde mediados de agosto, ubicándose en torno a $ 705 por dólar al cierre de este IPoM. “El escenario base de este IPoM, considera que el TCR tendrá una leve apreciación en el horizonte de proyección” (cuarto trimestre de 2017).

Una inflación que no entiende razones

La inflación anual a lo largo de los últimos dos años obedece en gran parte a la depreciación del peso: en torno a 50% respecto de su mínimo en el 2013. Esto se refleja en la inflación subyacente, conocida por las siglas IPCSAE –que excluye alimentos y energía– y que representa cerca de un 30% de la canasta del IPC, la cual a noviembre se ubicaba algo por debajo de 5%.

A esto se agrega que el Banco Central ha detectado una creciente preocupación por parte de los agentes económicos de que cada vez es más difícil mejorar eficiencia, lo que podría poner presiones adicionales sobre el panorama de inflación cuando tengan que traspasar a precios.

Con esta evaluación, se señala que el IPCSAE de bienes mantenga altas tasas de variación por un tiempo más y solo logre reducirlas en la medida que el tipo de cambio se estabilice. Señalando que no forma parte del escenario base, el IPM indica que “de sostenerse en torno a $710 –valor proyectado en la EOF de la primera quincena de diciembre–, el incremento del tipo de cambio acumulado en doce meses persistirá por sobre 10% al menos hasta mediados de año, con los consecuentes efectos en la variación anual del IPCSAE de bienes”. A ello se suma que la inflación IPCSAE de servicios también se ha mantenido alta por sobre lo previsto. Y se espera que el aumento en el Impuesto de Timbres y Estampillas que rige a comienzos de 2016 también tendrá su impacto.

Entre los aspectos que juegan a favor de reducir la presión sobre los precios, el Central reconoce que el “reajuste del sector público debería contribuir a una contención de las presiones salariales”, lo que es un guiño a la negociación que llevó a cabo el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. También señala la baja que se ha producido en los precios de los combustibles y en los alimentos.

Pero luego de la suma y resta, el Banco Central tiene en perspectiva que la inflación se mantendrá sobre 4% gran parte de 2016, “llegando a la meta –3%– hacia fines del horizonte de proyección, el cuarto trimestre de 2017”.

“La política monetaria seguirá siendo expansiva, acorde con un contexto donde se prevé que el crecimiento estará bajo su potencial por un tiempo y la inflación convergerá a la meta en el horizonte de proyección. Así la tasa de política monetaria medida en términos reales seguirá en valores en torno a cero por un buen tiempo, una de las más expansivas dentro del conjunto de economías emergentes”, dijo Rodrigo Vergara, presidente del Banco Central, ante la Comisión del Hacienda del Senado.

Estas declaraciones fueron las primeras que hizo después que el Consejo de esa entidad decidiera subir la tasa por segunda vez en el año, de 3,25% a 3,5%. El anterior movimiento la realizó en octubre pasado. La decisión de diciembre se produjo un día después de que la Reserva Federal determinara elevar sus tipos rectores entre 0,25% y 0,50%, luego de casi diez años de inmovilismo.

En sus reflexiones finales, Vergara señaló que Chile destaca por tener una deuda pública neta que es prácticamente cero, gracias al ahorro en los años de altos precios del cobre, buena regulación financiera y sin grandes debilidades y un ajuste de los precios relativos debido al accionar del Banco Central.

Todos ellos, puntos positivos; sin embargo, llamó a no ser “autocomplaciente. «Por el contrario, debemos fortalecer estos elementos que tradicionalmente han sido nuestras principales líneas de defensa frente a shocks externos”, sostuvo.

Las advertencias de Vergara

El presidente del Banco Central hizo, al menos, dos advertencias: una, al sector privado, y otra, al sector público.

AL SECTOR PRIVADO: Dentro de esta perspectiva, Vergara indicó que el IEF da cuenta de que es “muy necesario que el sector privado mantenga una posición financiera sólida que le permita enfrentar un escenario más difícil. Por ello, tanto la mayor fragilidad que se detecta en la situación financiera de las firmas como el menor capital que mantienen los bancos son elementos que deben observarse con atención, más allá que en la coyuntura actual no signifiquen un problema en sí mismos.

AL SECTOR PÚBLICO: Indicó que es “altamente valorable el esfuerzo que el Gobierno y este Congreso se han impuesto para 2016, reduciendo de forma importante el crecimiento del gasto, en línea con ingresos que serán cada vez menores dada la caída del precio del cobre y un crecimiento más bajo de la economía”. Junto con ello, sin embargo, declaró que es más importante aún un “proceso de consolidación fiscal que tome en cuenta las restricciones presupuestarias”.

Y luego se hizo cargo de la política monetaria y la posibilidad de suavizar el ciclo económico. Recalcó que si la política fiscal se conduce de manera ordenada y predecible, en línea con la aplicación de la regla fiscal, los espacios para una política monetaria contracíclica son mayores. Tal como lo han hecho estos años.

Sin embargo, volvió a decir que todo tiene un límite y ese es la estabilidad de precios. Por ello, “hemos decidido disminuir en parte el impulso monetario, con el objetivo de llevar la inflación a la meta en un plazo de dos años”.

Reiteró que la política monetaria seguirá siendo expansiva, con tasas reales por debajo de sus niveles neutrales por un tiempo prolongado. “Con esto, estamos seguros de que continuaremos ayudando a la recuperación de las tasas de crecimiento y a mantener el desempleo en niveles acotados”, finalizó.

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