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Regulador de Pensiones toma cartas frente al ruidoso remate de Falabella y oficia a las AFP

Regulador de Pensiones toma cartas frente al ruidoso remate de Falabella y oficia a las AFP

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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La presunta doble militancia de las administradoras en los libros de BTG y LarrainVial, y su efecto en el precio final del remate, prendieron luces de alerta en la entidad fiscalizadora. En el mercado sostienen que no habría problemas si es que sus órdenes fueron bajo las mismas condiciones en ambas corredoras, pero de no ser así sería algo inusual. En todo caso, el precio de adjudicación de BTG Pactual demostraría que las AFP estaban dispuestas a pagar más que lo propuesto por LarrainVial.


El remate del 2,17% que tenía la familia Del Río en Falabella sigue metiendo ruido en el mundo bursátil. No solo por el gallito que le ganó BTG Pactual a LarrainVial –tras adjudicarse la subasta con un libro paralelo–, sino por las dudas que ha generado la participación de las AFP en este negocio.

Las sospechas con respecto a que algunas administradoras participaron tanto en el libro de los ex Celfin como en el de LarrainVial han alimentado inquietudes si acaso esa doble militancia pudo haber “inflado” el valor de las acciones que se remataron; es decir, existen dudas si en este caso las AFP que se inscribieron con ambas corredoras pudieron haber aumentado artificialmente la demanda por las acciones de Falabella.

Es por ello que la Superintendencia de Pensiones tomó cartas en el asunto. Consultada por El Mostrador Mercados, la entidad reguladora de las AFP confirmó que “como parte de su rol fiscalizador se envió un oficio a las administradoras de fondos de pensiones y la administradora de fondos de cesantía para que entreguen detalles, en un plazo no superior a cinco días, de su participación en los remates de acciones de Falabella”.

La Superintendencia no solo les pidió información por dicha subasta sino también por la de Cencosud.

En el mercado hay dispersión de opiniones sobre este asunto. Por un lado, a algunos les resulta “impresentable” que las AFP quieran adjudicarse un remate participando en más de un libro, mientras otros explican que es algo bastante común. Lo raro, sin embargo, sería si es que las administradoras lo hicieran en condiciones distintas. Pues lo natural sería que participen en más de un libro, pero con órdenes con el mismo número y precio de acciones.

Las AFP tenían hambre

Un conocedor de esta polémica transacción sospecha que la razón que habría motivado a las administradoras a participar en más de un libro, habría sido por su poco prorrateo en el libro de LarrainVial, considerando la alta presencia de inversionistas extranjeros. Pero probablemente esta no es la única razón.

BTG Pactual se adjudicó el remate porque ofreció pagar un precio por acción de $4.715 versus los $4.600 de LarrainVial. Ese valor fue el que pagaron todos los inversionistas que se adjudicaron las acciones de Falabella, incluyendo las AFP.

Por ello es que, según dice un ejecutivo que participó en la transacción, las administradoras no fueron las que le pusieron límite al precio del libro de LarrainVial y Goldman Sachs, sino el resto de las órdenes, lo que supone que la demanda que armaron ambos asesores financieros habría sido débil.

Lo anterior se explicaría por el hecho de que Goldman Sachs no es tan activo en Latinoamérica como BTG Pactual, así como porque hasta ahora existen inversionistas que no quieren operar con LarrainVial tras el caso Cascada.

De esta manera, si es que efectivamente algunas AFP participaron en ambos libros, habrían estado dispuestas a pagar con LarrainVial el precio que le permitió a BTG adjudicarse el remate. Lo anterior sugiere entonces que las condiciones en cada caso habrían sido las mismas.

Hasta ahora se sospecha que Cuprum y Capital fueron las administradoras que se inscribieron en ambas corredoras, pero se trata de un hecho que no han querido confirmar ni desmentirlo a la prensa. Ayer ambas compañías no estuvieron dispuestas a confirmar su presencia en ambos libros, ni si pusieron las mismas condiciones en ambas ofertas. Lo cierto es que Provida no optó por el mismo camino que dichas gestoras y eligió el libro de LarrainVial, con lo cual se quedó abajo en la apuesta.

La situación de las AFP involucradas no es cómoda. Si Cuprum (del grupo Principal) y Capital (de la colombiana Sura) pusieron condiciones distintas en los dos libros, habrían logrado obtener una rentabilidad relativa mejor a las otras AFP, aunque también una rentabilidad absoluta inferior a la que habrían obtenido de haberse quedado solo en el libro de LarrainVial.

Una alta fuente de una de la dos AFP reconoció que la situación «por supuesto no es apropiada», por lo que se está revisando lo ocurrido. La ley le asigna el rol fiduciario a las AFP con los los ahorros de los afiliados que gestiona. Eso significa tomar las medidas que sean las que generen mejores retornos, lo que en términos absolutos no ocurriría en este caso si pusieron un precio más alto con el libro de BTG que con Larraín Vial o si registraron un monto total superior.

Entre los mismos inversionistas que participaron del remate existe la sensación de que esta batahola podría haberse evitado con una subasta de libro de órdenes, en vez del remate martillero, que fue el mecanismo utilizado en esta ocasión.

En una subasta de libro de órdenes hay dos días hábiles bursátiles para que todos los inversionistas que quieran participar de él inscriban una orden a través de su corredor, mientras que en el remate martillero solo participan los clientes de las intermediarias a cargo de armar un libro.

Algunos creen que la razón por la cual se utilizó este último mecanismo, es porque las corredoras tienen mayores incentivos al poder incrementar sus comisiones y participación de mercado; sin embargo, otros explican que en una subasta de libro de órdenes, no se conoce la identidad del inversionista y, en este caso, la familia Del Río quería que hubiese una alta participación de inversionistas extranjeros, por lo que se optó por el remate mencionado.

El caso Colbún

El remate de Falabella recuerda otros hechos que han sucedido en el historial financiero chileno, cuando las mismas AFP fueron las perjudicadas tras quedarse afuera de la privatización de Colbún.

En 2001, Corfo –conducida entonces por Gonzalo Rivas, yerno de Ricardo Lagos– concretó la venta del 35% que tenía en la compañía eléctrica. El mandato lo tenía Deutsche Bank, firma que armó un libro con las AFP en circunstancias de que Celfin –hoy BTG Pactual– le arrebató la subasta sin la participación de las administradoras.

El caso generó cierto ruido por el hecho de que los fondos de pensiones hayan quedado marginados de la operación y por la práctica de levantar libros paralelos con inversionistas que participaron de ambas órdenes.

Como publicamos en 2013, esa misma subasta tenía otras hebras sabrosas que corrieron por cuenta de Consorcio. Patricio Parodi y Juan Bilbao participaron en el libro de Deutsche, pero también en el de Celfin. Eso sí, en el primero habrían puesto un techo de $31 por acción, mientras que en el segundo $31,3 por cada papel, con lo cual aseguraron ganar.

Un hecho similar ocurrió en 2004, cuando se enfrentan duramente las corredoras Celfin y Banchile con LarrainVial y Deutsche Bank por la colocación del 20% de CCU que tenía Anheuser Busch.

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