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Inversión en activos alternativos es una oportunidad para las AFP Análisis de Feller Rate

Inversión en activos alternativos es una oportunidad para las AFP

Los grandes fondos de pensiones a nivel mundial ya han adoptado esta estrategia hace años, producto de los mínimos históricos en las tasas de interés en el mundo, y ya en 2014 su cartera promedio se alocaba en un 26% en este tipo de instrumentos. Otros estudios señalan que el retorno de fondos que concentran más del 15% de su cartera en Activos Alternativos, superan en 1,8% el retorno de fondos que alocan menos del 5% en estos instrumentos.


Durante el último año, Chile se ha visto enfrentado a diversas presiones por reformar el sistema de pensiones. La diferencia entre las expectativas de jubilación de las personas con las tasas de reemplazo actuales ha puesto en tela de juicio la conveniencia del sistema. Por ello, el Gobierno ha estado trabajando con los legisladores para aprobar el nuevo proyecto de ley que reforme el sistema y fortalezca algunas de las debilidades detectadas.

Sistema de Pensiones

El sistema de pensiones chileno tiene tres componentes: un pilar contributivo obligatorio, que corresponde al ahorro obligatorio que realizan todos los trabajadores en sus cuentas individuales en las AFP; un pilar solidario, que se financia con el presupuesto de la nación y está dirigido a personas de menores ingresos que no lograron acumular recursos suficientes para financiar completamente su jubilación; y un pilar ahorro voluntario, que busca complementar el ahorro obligatorio mediante incentivos tributarios.

Diversas instituciones han evaluado el sistema, llegando a conclusiones similares sobre sus problemas y por qué no ha cumplido con las expectativas de sus cotizantes. Dentro de los principales problemas, destaca el aumento de la expectativa de vida, que extiende el plazo de pago de pensiones para un mismo nivel de ahorro; la caída del retorno real, que se explica por la baja sostenida de las tasas de interés en Chile y el mundo en la última década; el incremento de los salarios reales que provoca una gran diferencia entre el último salario recibido con el salario promedio por el que se cotizó durante la vida laboral; además de los problemas de lagunas previsionales que merman los ahorros de los cotizantes. Este diagnóstico refleja que los problemas del sistema tienen relación con cambios estructurales económicos y demográficos.

Posibles Soluciones

Bajo este análisis se han estado discutiendo variadas soluciones, tales como aumentar la edad de jubilación, incrementar la tasa de cotización obligatoria o crear un seguro para las lagunas previsionales generadas por épocas de cesantía. Pero un punto muy relevante para en el futuro lograr mayores pensiones para las nuevas generaciones de ahorrantes, es incrementar el retorno de estas inversiones. Para ello, los reguladores en conjunto con el Banco Central trabajaron en cambiar los límites de inversión para las AFP, ampliando la inversión máxima en el extranjero y permitiendo la inversión en instrumentos de mayor retorno, los denominados Activos Alternativos. De esta forma se logrará trasladar la frontera eficiente de inversión (curva riesgo-retorno) y no sólo permitir que los cotizantes se muevan dentro de ella con su decisión de invertir en los distintos multifondos.

Los grandes fondos de pensiones a nivel mundial ya han adoptado esta estrategia hace años, producto de los mínimos históricos en las tasas de interés en el mundo, y ya en 2014 su cartera promedio se alocaba en un 26% en este tipo de instrumentos. Otros estudios señalan que el retorno de fondos que concentran más del 15% de su cartera en Activos Alternativos, superan en 1,8% el retorno de fondos que alocan menos del 5% en estos instrumentos.

Activos Alternativos

Este tipo de inversiones consideran activos inmobiliarios, capital privado, deuda privada e infraestructura. Según el nuevo régimen de inversiones de las AFP, primero deben establecer políticas de inversión y gestión de riesgo para este tipo de activos, además de mecanismos de valorización periódicos. También deben contar con aprobación por parte de la Comisión Clasificadora de Riesgo para los vehículos de inversión y operaciones de coinversión de capital privado y deuda privada extranjera.

Con los cambios regulatorios, las AFP podrían convertirse en importantes inversionistas inmobiliarios, en especial en oficinas para renta, ya que este tipo de activos tienen bajos costos de gestión y muchos edificios tienen contratos de mediano o largo plazo con arrendatarios de buena solvencia financiera. La construcción de nuevos edificios podría ser un camino más complejo, dados los riesgos de la etapa de construcción y luego el proceso de búsqueda y selección de arrendatarios de buena calidad crediticia. Tradicionalmente las AFP han invertido en fondos de inversión inmobiliarios para satisfacer parte su interés en este sector, lo que no se espera que cambie.

Para el caso de activos menos convencionales, como capital o deuda de compañías cerradas, en donde los inversionistas deben hacer frente a una menor liquidez, transparencia y precisión de las valorizaciones, algunas AGF con experiencia en este tipo de activos pueden tener una oportunidad interesante en sus fondos, al ofrecer una diversificación inmediata a las AFP en sus inversiones, una escala mayor y un proceso de inversión ya probado para este tipo de emisores. El horizonte de largo plazo de inversión de las AFP permite además aprovechar su premio por iliquidez y poder atravesar la etapa de inversión, ya que estas compañías se enfrentan curvas de retorno de “tipo J”, en donde solo después de varios años comienzan a tener utilidades y generar dividendos.

Costos

No obstante, un tema muy relevante en esta industria son las comisiones, ya que dado el nivel de complejidad de este tipo de activos, requiere una mayor inversión de recursos y esfuerzo en su evaluación y gestión, lo que se traduce en mayores costos operativos que la administración de activos convencionales.

En agosto de 2016, cuando la discusión sobre el sistema de pensiones había tomado fuerza, se dio a conocer que existían comisiones de intermediación que las AFP pagaban a los emisores de fondos a cuenta de la rentabilidad obtenida. Este hecho produjo un freno en la inversión de las AFP en private equity.

Es muy necesario que la discusión continúe avanzando, llegando a un consenso que valide el nivel de comisiones requeridas por las administradoras, dada la complejidad de los activos bajo administración. Además se debe considerar que el retorno esperado, neto de estas comisiones y costos involucrados, debe ser significativamente superior al retorno de los activos tradicionales, tal como lo refleja la evidencia internacional.

De esta forma, se debiera continuar impulsando la inversión a través de gestores especialistas en estos activos, profundizando nuestro mercado, generando un mayor retorno en el largo plazo para los nuevos cotizantes, trasladando la frontera eficiente de inversión y alcanzando una mayor diversificación.

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