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Bci se prepara para nuevo escenario con una reestructuración que contempla la salida de cerca del 5% del personal del banco A marzo de 2018 habrán salido alrededor de 500 personas

Bci se prepara para nuevo escenario con una reestructuración que contempla la salida de cerca del 5% del personal del banco

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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La mitad ya salió y el resto lo hará en el primer trimestre del próximo año. Consolidación de la industria en Chile y la inversión para entrar a Estados Unidos tienen al banco –controlado por la familia Yarur– en un proceso de racionalización para seguir siendo competitivo. El foco ahora está en la rentabilidad, no en cuota de mercado, y la prioridad es ajustar costos. El proceso ha sido doloroso, pues en la historia de la entidad casi no existen casos de despidos sistemáticos. Los afectados han sido principalmente mandos medios y gerencias. Las indemnizaciones han sido generosas y por sobre lo que obliga la ley. En el mercado estiman que el resto de la industria tendrá que seguir el ejemplo del BCI, en parte por el tsunami tecnológico que está golpeando al sector.


A septiembre de este año, el Bci era el tercer banco que más utilidades generaba en Chile, registrando ganancias de $314 mil millones, solo superado por las del Santander y Banco Chile. La cifra representaba un alza de 21%, en comparación con igual periodo de 2016.

Tales resultados han venido de la mano de un cambio profundo en la cultura del banco y la internacionalización del negocio a través de la ambiciosa apuesta al mercado norteamericano. A septiembre de 2017, la operación internacional de Bci representaba alrededor del 16% de su cartera de colocaciones y el 15% de sus ingresos.

La exitosa expansión internacional constituyó un factor para que, hace dos semanas, Luis Enrique Yarur fuese galardonado como Empresario del Año por el Diario Financiero.

Pero, junto con ese crecimiento, hay desafíos: los US$528 millones que hay que generar para pagar la compra del TotalBank en Miami, los cerca de US$600 millones para cerrar la operación de tarjetas de crédito de Walmart y las provisiones asociadas con la paralización del proyecto Alto Maipo, donde el Bci es uno de los bancos más expuestos.

En el mercado estiman que la compra de TotalBank en Miami será financiada por medio de una combinación de aumento de capital y recursos propios. BICE Inversiones dice que el aumento de capital sería entre US$300 millones y US$400 millones.

A eso hay que sumar la consolidación de la industria en Chile: Itaú CorpBanca ya es una amenaza y ahora se suma un nuevo actor de peso, luego de la compra de BBVA Chile por parte de Scotiabank. La banca chilena quedará con 4 actores privados grandes peleando el liderazgo, más BancoEstado.

Y, por si eso no fuera poco, hay que tomar en cuenta el tsunami tecnológico que significa la digitalización y que está golpeando a la industria financiera a nivel global.

Ante tal escenario, el banco de los Yarur se está preparando para seguir siendo competitivo, con una reestructuración que contempla la salida de cerca del 5% de su personal.

Este medio pudo confirmar que ya salieron cerca de 250 empleados y el resto lo hará en el primer trimestre del próximo año. A marzo de 2018, habrán salido alrededor de 500 personas. Desde el banco explican que las salidas de enero y febrero no son parte del plan que se implementó este mes, sino que serán parte del proceso de rotación normal y que los que salgan simplemente no serán reemplazados.

El foco ahora está en la rentabilidad, no en cuota de mercado, y la prioridad es ajustar costos. Saben que son el único banco chileno grande que no es propiedad de un conglomerado financiero global, por lo que deben ser proactivos para jugar esa transición.

Andrés Bianchi, gerente de Relaciones Laborales, señala que el proceso ha sido doloroso, pues en la historia de la entidad casi no existen casos de despidos sistemáticos.

Fuentes que conocen el proceso afirman que los afectados han sido principalmente mandos medios y gerencias. Detallan, asimismo, que las indemnizaciones han sido generosas y por sobre lo que obliga la ley.

La recomendación original de Boston Consulting Group –que ha venido asesorando al banco en el proceso– era de recortes bastante mayores, pero el propio Luis Enrique Yarur habría descartado dicha opción a principios de año.

En el mercado estiman que el resto de la industria eventualmente tendrá que seguir el ejemplo del Bci. «Hay grasa en los mandos medios de toda la industria», plantea un ejecutivo de la industria que conoce el proceso que está viviendo el banco de la familia Yarur.

Bianchi asegura que las cifras totales no serán muy distintas de la rotación normal de un año en el banco, la diferencia es que una parte de las salidas no está siendo reemplazada.

“El banco y la banca en general permanentemente están en procesos de eficiencias. En relación con ello se están siempre revisando las estructuras y algunas áreas, y cargos en particular no serían necesarios para lo que se viene”, indica el ejecutivo. “El banco se prepara para ser más eficiente”, subraya.

Dice que las salidas han sido dolorosas y que el banco tiene una forma de hacer las cosas. “Nos duele mucho cuando sale alguien. Primero, tratamos de reubicar a la persona. Reconvertir. Pero con mejoras en productividad eso se ha hecho más complicado”, refiere.

Pero asegura que las condiciones han sido muy buenas y generosas y se ha mantenido la cultura del banco. A los ejecutivos de mayor responsabilidad se les ofrece el servicio de “outplacement” individual y a los mandos medios uno más genérico, en el que el servicio es grupal.

Una fuente cercana al directorio recuerda que en general el Bci nunca ha despedido gente en forma sistemática. Y que incluso, durante la crisis asiática de 1998, el banco contrató a más de 400 personas, cuando el resto de la industria se achicaba.

A pesar de que la entidad señala que el actual proceso no representa algo dramático, al menos cuatro fuentes al interior del banco manifiestan que hay mucho nerviosismo al interior del Bci. Nadie sabe las cifras finales. Confirman que el plan de retiro es bueno, pero que eso no quita la sensación de inestabilidad que se siente.

“La cultura acá es que eres de por vida. Muy paternalista. Siempre la primera opción es buscar alternativas y no despedir gente. Pero la verdad es que hay mucha gente que lleva años en el banco y ya no dan el ancho para el nuevo escenario competitivo. Cumplieron su ciclo”, dice la fuente que es cercana al directorio.

Reacción del sindicato

En el sindicato la reacción ha sido tranquila. Se conoce de tan solo cuatro o cinco denuncias ante la Dirección del Trabajo.

La semana pasada el sindicato nacional del Bci envió un correo electrónico a sus afiliados, en el que intentan tranquilizar a los trabajadores.

“Como todos sabrán el Banco el día de ayer ha cerrado un proceso de reestructuración, el cual trajo como consecuencia la desvinculación de varios trabajadores y sobre todo jefaturas de la corporación. Nuevamente después de este duro proceso, les queremos ratificar que ustedes se sientan seguros en sus puestos de trabajo y tranquilos porque cuentan con el respaldo de una gran organización como es nuestro sindicato”, consigna el email.

Y agrega que la entidad –salvó en excepcionales casos– no se vio afectada con la reestructuración.

Conversaciones con el mercado

Hace unos meses, el banco ya daba indicios al mercado de que se venían cambios.

Un equipo de altos ejecutivos del Bci sostuvo una reunión desayuno con analistas de BICE Inversiones, donde hicieron importantes revelaciones acerca de los planes de crecimiento de la entidad.

La reunión fue el 18 de agosto y en ella participaron José Luis Ibaibarriaga (gerente de Finanzas del BCI), junto a Andrés Atalas, Cristián Saffie y el equipo de relaciones, con inversionistas del banco.

En un informe para sus clientes, el BICE destacó una serie de conclusiones relevantes para entender la estrategia de la entidad bancaria. Quizás las más reveladora es que el Bci quiere seguir el camino del Santander y Banco Chile y aumentar préstamos de consumo e hipotecarios.

“La compañía mencionó que está buscando alinearse con bancos más grandes (BCHI, BSAN) en términos de desglose de préstamos al aumentar su exposición a préstamos de consumo e hipotecas, que a pesar de su NIM más bajo, proporcionan otras fuentes de crecimiento a través de la venta cruzada de productos. En el caso de los créditos al consumo, BCI destacó que actualmente pueden abrir una cuenta corriente en sólo unos pocos minutos y totalmente vía online (siendo el más rápido dentro de la industria local)”, detalla el informe del BICE.

En la reunión fueron enfáticos en cuanto a que el foco está en la rentabilidad, no en cuota de mercado. La empresa señaló que “el reciente crecimiento se ha acompañado de una mejora de los indicadores de riesgo, que se basó principalmente en análisis de datos exitosos y políticas de originación de préstamos más estrictas”.

El equipo del Bci explicó que los actuales esfuerzos de gestión se centran principalmente en su transformación digital. Y reveló que dicho proceso de transformación tecnológica ha incrementado los gastos operativos y afectado la eficiencia a corto plazo, pero que es un proceso indispensable, pues permite adaptar la entidad “al nuevo marco global que tendrá que afrontar el sector bancario en el futuro Disruptivo en términos tecnológicos”.

Destacaron que, dado que son el único banco chileno más grande que no es propiedad de un conglomerado financiero global, deben ser proactivos para jugar esa transición.

Y, asimismo, revelaron que los gastos seguirán aumentando en el segundo semestre de 2017 y, de ellos, una parte importante provendrá de recursos humanos. El banco está contratando personal más calificado, relacionado con su plan de transformación digital, no necesariamente aumentando el número de empleados.

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