Publicidad

El impacto que la crisis argentina podría tener en Horst Paulmann y sus planes para Cencosud

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
Ver Más


Horst Paulmann lleva años ganando plata en Argentina, un mercado donde tiene 289 supermercados, 48 tiendas para mejoramiento del hogar, 14 centros comerciales y casi 1 millón de tarjetas de crédito activas.

Este año, para Argentina se han asignado US$ 147 millones de nuevas inversiones, que serán utilizados en la puesta en funcionamiento de 27 nuevas tiendas.

El negocio en argentina representa el 29% de EBITDA del holding y casi un tercio de sus ventas. Pero hay indicios de que la actual crisis le está pasando factura. El cuarto trimestre del año pasado fue el único mercado junto a Brasil donde los márgenes de utilidades cayeron el año pasado. En el último mes las acciones de Cencosud han caído un 7%. El IPSA solo un 3%. Aún así, Cencosud continua a ser la acción favorita de las AFP este año. Solo en marzo al acción tuvo flujos netos de US$ 3 millones de los fondos de pensiones.

La preocupación de algunos analistas e inversionistas es que si la crisis empeora, Cencosud puede ver sus márgenes apretarse aún más y esto podría tener un impacto en sus planes de aumento de capitales. La principal preocupación a corto plazo es un devaluación y una política de control de precios más agresiva. A mediano y largo plazo la preocupación se central sobre una fuerte reducción en el consumo y la demanda a raíz de una dramática caída en el crecimiento de la economía.

Un ejecutivo que asesora y maneja fondos para family offices chilenos y clientes de alto patrimonio, dice que su preocupación es que si el gobierno argentino se pone más agresivo con el control de precios y ademas devalúa, el balance de Cencosud se pone complicado, y esto podría hacer que inversionistas extranjeros tengan un poco más de cuidado antes de invertir en el ADR que el holding pretende emitir en Wall Street este año. «Tampoco hay que perder de vista el impacto que esto podría tener en la caja de la empresa y en su capacidad de emitir nuevos bonos», añadió.

A principios de marzo la empresa confirmó que emitirá ADR en Estados Unidos y solicitó la inscripción de 270 millones de acciones a la SVS como parte de un aumento de capital aprobado anteriormente por US$ 1.600 millones. Los agentes que que colocarán estos títulos serán LarrainVial, JP Morgan y UBS.

Para Diego Torres, gerente de estudios renta fija global de Munita, Cruzat y Claro, la situación debería preocupar y genera ruido, pero «Cencosud está bien capitalizada y Paulmann se sabe manejar al otro lado de la cordillera, aunque su situación no es tan cómoda como para decir ‘no me entran balas’. Hay que ver si eventualmente las agencias de rating hace algo. Eso sería lo único que podría tener algún efecto en la emisión de ADR o en el plan de aumento de capital», explicó.

Gabriela Clivio, gerente de estrategia de Van Trust Capital, opina igual. Dijo que no ve una gran amenaza por el momento. «Si hay alguien que sistemáticamente ha ganado plata en Argentina es Cencosud. Paulmann sabe manejarse en ese mercado y tiene todos managers argentinos. Cencosud tiene como defenderse», resumió.

Aun así, Clivio dijo que Cencosud debe tener cuidado ya que es casi inevitable que el gobierno va a devaluar. Lo importante, dijo, es que la ratio deuda neta/EBITDA no se le dispare. «El aumento de capital es en parte para mejorar ese ratio y permitiría a la firma mejorar sus ratios de endeudamiento». Al cierre de 2011, el ratio de Deuda Neta sobre Ebitda se ubicaba en 3,1 veces, superando las 2,7 veces de los años 2009 y 2010. Para Clivio la situación para Cencosud se le complica arriba de 3.3, estimando que el ratio no debería subir de 3.

La compañía tiene una deuda emitida en bonos corporativos de unos US$ 2.256 millones y parte de ese aumento de capital sería utilizado para refinanciar parte de esa deuda.

La clasificadora de deuda Fitch, en un informe emitido en el cuarto trimestre del año pasado, dijo que uno de los elementos que restringen las clasificaciones incluyen las operaciones de Argentina, las cuales enfrentan un mayor riesgo soberano.

Para observadores del estilo Paulmann, es interesante ver lo diferente como se maneja en Argentina.  Mientras en Argentina ha soportado malos tratos de los Kirchner agachando la cabeza, en Chile tiene al gobierno en jaque por su megaproyecto Costanera Center. Es como si tuviese una doble personalidad: la de un manso cordero versus la de un elefante poderoso como el logo de su cadena de supermercados.

En 2005, el presidente Néstor Kirchner lo acusó de “estar cartelizado (junto a Supermercados Coto) y atentar contra el bolsillo de los argentinos”. A los pocos días Paulmann se sentaba junto a los empresarios del sector en la Casa Rosada para escuchar una orden perentoria: rebajar los precios de 228 productos en un 15%. Su respuesta fue “nosotros como empresarios vamos a dar todo el apoyo para que sea un éxito”. Era el inicio de una política para controlar la inflación con precios fijados en una canasta que cada día agrega más productos. Y que ahora tiene a sus supermercados con un surtido más escaso porque no puede importar aquello que la industria argentina es capaz de fabricar.

Como contrapartida, en Chile posterga la inauguración de su mayor proyecto porque el mandatario estaría fuera del país “y en una obra tan especial para Chile, tiene que estar el Presidente». En la Moneda leyeron sus palabras como una suerte de presión. El episodio revela la confianza del empresario en las autoridades no sólo de este gobierno, sino de su antecesora Michelle Bachelet, para quien el reinicio de la construcción del Costanera Center fue el símbolo de la reactivación.

Los 20 años que Horst Paulmann vivió en Buenos Aires —desde 1979 a 1999— lo “argentinizaron”. Aprendió a convivir con las malas y buenas rachas. Su primer Jumbo lo levantó en Lugano, en las afueras de Buenos Aires y en medio de la nada, creyendo en la palabra de los militares. Allí le dijeron se levantaría una mega ciudad, con edificios, comercio, cosa que no sucedió.

Hasta 1999 Paulmann tenía ribetes de leyenda. No hablaba con la prensa. Era considerado un llanero solitario.

El 3 de enero Guillermo Moreno, el secretario de Comercio y considerado virtual Ministro de Economía, notificó a las cadenas de supermercados que se redoblarán los controles para evitar que se importe cualquier producto que se pueda fabricar en Argentina, que cualquier aumento de precio deberá pasar por su cartera para obtener el visto bueno y que se mantiene la virtual prohibición de girar divisas al exterior. No hubo atisbo de discusión, según consignó el diario La Nación de Argentina, ya que ninguna de las compañías del rubro en los últimos años hizo una transferencia a su casa matriz. Esa vez no fue Paulmann, sino el gerente general, Matías Videla, de nacionalidad argentina.

Publicidad

Tendencias