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Transparencia toca la puerta del grupo Luksic y le obliga a mostrar los contratos entre su negocio minero y el sanitario

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Los grandes también lloran. Tras una larga disputa con el Consejo de Transparencia el grupo Luksic se verá obligado a informar los contratos que suscribió su filial sanitaria Aguas de Antofagasta con un grupo de empresas mineras de la II Región, entre las cuales figuran dos del holding que lidera Jean Paul Luksic.

La resolución la dio a conocer la Corte de Apelaciones que terminó por acoger la solicitud de la directora de Ciper Chile, Mónica González, quien ya había ganado la disputa contra Luksic y la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), entidad esta última que defendió la postura del grupo de no hacer públicos los contratos de la sanitaria con las mineras.

El fallo de la Corte de fecha 25 de junio que dio a conocer Ciper, echó por tierra la pretensión de la Superintendencia de no publicar los contratos que Aguas de Antofagasta tiene con Spence, Mantos Blancos, Sierra Miranda, SQM Nitratos, entre otras y también con Esperanza y El Tesoro, mineras del grupo Luksic.

La SISS se defendió en la Corte, afirmando que si bien la sanitaria entregaba sus contratos como parte del proceso de cálculo de las tarifas a la población de la II Región, no correspondía revelar dichos documentos, pues podrían afectarse intereses privados y porque son antecedentes que forman parte de la estrategia de negocios de la compañía.

Sin embargo, los tribunales acogieron los argumentos del Consejo para la Transparencia, que ya había validado la solicitud de Ciper y rechazado la defensa del regulador y la posición de Aguas de Antofagasta.

La corte indicó que siendo información que está en manos de la autoridad, corresponde que se haga pública, sobre todo, porque seis mineras aceptaron que se publicaran. Sólo las mineras de Luksic se negaron.

La decisión de los tribunales permitirá entonces conocer los acuerdos de consumo, tarifas y otros que hayan suscrito las filiales del grupo entre sí.

La venta de aguas a terceros no regulados no es un negocio menor para la sanitaria del grupo Luksic. Según cifras al cierre de 2011, la venta de aguas no reguladas representó un 29,3% de sus ingresos, los que totalizaron $59.187 millones.

En tanto, conforme a los estados financieros de Aguas de Antofagasta, en 2011 vendió $6.198 millones en agua a empresas vinculadas al grupo Luksic, un 10% más que en 2010.

De ese total, la venta de agua cruda a Minera El Tesoro y Minera Esperanza representó cerca de dos tercios de las ventas, mientras que la venta de agua potable al Banco de Chile significó un 26,5% y a CCU otro 4,1%.

En 2010 ambas mineras concentraron el 95% de las ventas de agua de la sanitaria a empresas relacionadas. Lo llamativo es que entre 2010 y 2011 las ventas a empresas relacionadas representó más de un tercio del total de facturación por el ítem de venta de aguas no reguladas.

Las dudas apuntan a las condiciones que la sanitaria le otorga a las mineras vinculadas respecto de lo que cobra a sus clientes regulados, como los habitantes de Antofagasta y Calama. Los contratos podrán clarificar si el precio que cobra a Esperanza y El Tesoro es consistente con lo que cobra a las personas.

Según el informe de 2010 de la SISS, la cuenta de agua de los habitantes de Antofagasta es una de las más caras del país. El ranking elaborado por la autoridad reúne a casi 50 localidades, asignadas por distintas empresas sanitarias, públicas y privadas.

Antofagasta corresponde a las que son servidas por empresas tipo “menores”. De las 26 en el ranking, Antofagasta es la cuarta más cara. Al agregar otras 29 localidades, correspondientes al servicio que otorgan empresas de tipo “medianas” y “grandes”, Antofagasta sólo es superada en el costo por una.

El fallo de la novena sala de la Corte de Apelaciones de Santiago abre un espacio que podría afectar a otras industrias que siendo reguladas y prestando servicios a la población, también tienen contratos con grandes empresas.

El director de otra sanitaria señala que lo ocurrido con Aguas de Antofagasta, en ese sector, es una excepción, pues en general las ventas de aguas no reguladas representa porcentajes mínimos de los ingresos de las sanitarias.

La misma fuente cree que servicios como el eléctrico podrían exponerse a que se les solicite antecedentes del mismo tenor que se le pidió al grupo Luksic, algo que podría abrir una caja de pandora respecto de la información que el Consejo Para la Transparencia considera pública y que no siempre coincide con la visión de los reguladores sectoriales y sus empresas reguladas.

Algo similar ocurrió hace una semana cuando el Consejo ordenó a la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) entregar parte de la información de auditorias anuales y antecedentes vinculados al área de riesgo de los bancos, pese a que el regulador no estaba de acuerdo.

Requerido por un particular, la SBIF rechazó toda la entregada de información solicitada. El Consejo, en tanto, concedió en forma parcial, ordenando entregar antecedentes agregados de la información que la Sbif recaba de la industria bancaria.

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