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La disputa entre los hermanos Ossandón Larraín tiene una arista millonaria en Osorno y toca al abogado Marko Jurgensen

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Arde la disputa entre los hermanos Ossandón Larraín.

Como ya es sabido, Manuel y Bernardo se están enfrentando en los tribunales por una demanda del primero que considera que Bernardo le sustrajo de forma ilegal un patrimonio cercano a US$ 200 millones.

En medio de este enfrentamiento la pelea ha viajado por paraísos fiscales, Panamá, La Dehesa y también por la sureña ciudad de Osorno.

A fines de 2010, Manuel pretendió una acción civil para desbaratar la reorganización que Bernardo hizo de las distintas sociedades de la familia con el objeto de, según Manuel, aislarlo del usufructo inmediato de un patrimonio familiar cercano a los US$ 1.000 millones.

Como parte de esa acción Manuel requirió la exhibición de documentos por parte de Marko Jurgesen, socio del bufete de abogados de Roberto Ossandón Irarrázaval, ex vicepresidente de Renovación Nacional (RN), hermano del ex alcalde de Puente Alto, Manuel ‘Cote’ Ossandón Irarrázaval, y presidente del "Think Tank" ligado al mismo partido, Instituto Libertad.

Jurgensen es un abogado ligado a Bernardo que hizo algunas actuaciones legales en el proceso de reorganización del patrimonio de la familia, en particular en representación de Real Estate Golden Investment, la sociedad que absorbió las participaciones de sus hermanos y que fue acumulando el millonario patrimonio.

El abogado acudió a tribunales a entregar los poderes solicitados el 30 de diciembre de 2010. La duda surgió hace poco para Manuel Ossandon, cuando se enteró que dos días antes Jurgensen, junto con Roberto Ossandón y un socio de ellos en el bufete, José Joaquín Montero Ossandón, firmaron un contrato de venta de un terreno a Bernardo ubicado en Osorno.

El paño, de 12 hectáreas, ubicado al final de avenida Zenteno en una zona que ha tenido acelerado desarrollo inmobiliario para la clase media en los últimos años, se vendió a 0,80 UF el metro cuadrado, es decir, a un precio total de 96 mil UF, que en la actualidad serían unos US$ 4.63 millones.

La monumental cifra, que en Santiago Oriente no sería ninguna locura, en Osorno parecía desproporcionada. Sobre todo, porque los vendedores habían adquirido el terreno cuatro años antes (16 de enero de 2007) en UF 20.510 (en ese momento unos $ 376 millones o unos UF 0,17 el m2). Es decir, en cuatro años el terreno había aumentado su valor en casi cinco veces.

Incluso, el caso habría llegado a ser investigado por el Servicio de Impuestos Internos (SII) por posible evasión de impuestos.

Pero la historia es más larga. Apenas compró el terreno, Bernardo comenzó a gestionar la venta del mismo a inmobiliarias de la zona, entre ellas Socovesa y Aconcagua. De hecho, según consta en la declaración ante la fiscalía, el 13 de junio de 2011 Bernardo vendió el mismo paño a la sociedad inmobiliaria del Sur Ltda. por un 7,5 % más que lo que había comprado medio año antes.

Según cercanos a Roberto y Bernardo Ossandón, esta operación evidencia que no hubo “un pago” por parte de Bernardo por apoyarlo en la causa con su hermano, sino más bien, un buen negocio para los abogados, primero, y para Bernardo luego. Una “pasada” en medio del boom inmobiliario que vive Santiago y regiones.

Y aunque la notificación de la audiencia para exhibición de documentos donde debía acudir Marko llegó el 23 de diciembre de 2010, lo cierto es que el negocio en Osorno ya estaba zanjado.

Así lo revela una carta enviada por Roberto Ossandón al gerente general de Banco Internacional, Juan Enrique Vilajuana, donde le entrega los títulos del terreno que será traspasado a Lomás de la Dehesa Ltda, que maneja Bernardo Ossandón.

La carta —a la cual tuvo acceso El Mostrador Mercados— está fechada el 21 de diciembre de 2010 y está firmada por Roberto Ossandón.

No es casual que la carta al banco la enviara Roberto. El vicepresidente de RN tenía más del 50 % de la propiedad del terreno y con los dineros pagados por su primo pudo capitalizar la empresa de calefactores Bosca, donde es justamente socio con Bernardo.

La firma pasaba una difícil situación económica y había cambiado en mayo de 2010 al gerente general, Luis Alberto Echenique.

Respecto del pago de impuestos por el traspaso de estas propiedades, la defensa de Manuel Ossandón tiene dudas de si se cumplió con la legalidad.

En el entorno de Roberto y Bernardo Ossandón no existen dudas. Las fuentes aseguran que hubo un pago de $ 66 millones por la venta a Bernardo, aunque este último no habría pagado impuestos debido a que la ley excluye de tributos la ganancia obtenido antes de un año corrido desde que se adquirió un terreno. Como Bernardo vendió el terreno seis meses después de comprarlo, sería sujeto de este beneficio.

Esta arista civil, según consta en la causa Rol C 28.212-2010 del 9° Juzgado Civil de Santiago, no tuvo mayores avances hasta ahora.

En noviembre pasado, según reveló The Clinic, Manuel Ossandón reabrió la arista civil, solicitando en el Tercer Juzgado Civil de Santiago que se declare interdicta a su hermana María Soledad Ossandón Larraín, lo que, aseguran fuentes que conocen el caso, buscaría resquebrajar las actuaciones que permitieron sacar del usufructo del patrimonio familiar a Manuel Ossandón.

En paralelo sigue la arista penal, donde Manuel busca demostrar que le fue quitada su parte del patrimonio mediante acciones fraudulentas, y que ha llevado al SII a exigir a Bernardo el pago de US$ 220 millones en impuestos hasta ahora no cancelados.

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