Por Christian Antunovic, presidente de la Asociación Chilena de Energía Solar
Desde octubre de 2011 los chilenos que carecen de agua caliente esperan que el Gobierno concrete el anuncio que hiciera el entonces ministro de Energía Rodrigo Álvarez de prorrogar la franquicia tributaria para sistemas solares térmicos en viviendas sociales nuevas.
Es que a fines de este año caduca el beneficio tributario que ayuda a las familias que adquieren viviendas de bajo costo. La Ley N° 20.365, que marcó un antes y un después en el desarrollo solar térmico de nuestro país solo entró en vigencia en agosto de 2010.
Hasta ese momento se habían instalado en toda la historia de Chile unos 9.600 m2 de colectores solares térmicos, a pesar del indiscutido potencial solar que nos caracteriza. En sólo dos años ya se logró superar los 10 mil m2.
Un gran desarrollo que amenaza con detenerse abruptamente si las autoridades no envían con urgencia el proyecto de ley que permita prolongar la aplicación de esta franquicia que apunta a dotar a las familias de un bien básico, como es el agua potable, a la cual pueden acceder gratuitamente gracias a esta ley que está pronta a terminar su aplicación.
Si bien las autoridades no han terminado de apoyar este subsidio, nos acaban de sorprender con un bono solidario que no cabe duda será de gran ayuda para el sector pobre de la población. Acesol promueve prolongar el beneficio tributario que genera un ahorro en gas u otros combustibles equivalentes al gasto promedio que una familia desembolsa durante un año completo.
Si el proyecto no es enviado a la brevedad para su aprobación al Congreso, todo el desarrollo que ha alcanzado esta industria en los dos años de vigencia de esta ley se perderá. La realidad actual es que las empresas constructoras están dejando de incorporar sistemas solares térmicos en sus proyectos para sus nuevas viviendas por la demora en concretarse este proyecto y la incertidumbre que existe al respecto.
Si por el contrario, la prórroga es aprobada al más breve plazo, podrá continuar la tendencia creciente que se ha dado en la comercialización de los colectores solares desde que la ley entró en vigencia, de un 292 %. Si esto lo proyectamos al 2020, más de un 40 % de las viviendas nuevas bajo UF 4.500 podrán contar con sistemas solares para calentamiento de agua, permitiendo que se cree el mercado natural que buscaba uno de los objetivos de esta ley y que aún no se ha cumplido por lo que demoró la ley en entrar en vigencia, casi dos años.
