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Para Argentina, expropiación de YPF hasta el momento ha sido un fracaso


La expropiación practicada por la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sobre YPF S.A. a fin de reducir las importaciones de energía resulta contraproducente y amenaza con achicar el superávit en la balanza comercial que tiene el país y que precisa para pagar deuda.

YPF, que es la productora de energía más grande del país, tendrá que erogar unos US$ 400 millones adicionales para importar combustible, de modo que le sea posible así abastecer a las estaciones de gas tras la inundación y el incendio que sufrió en su refinería de La Plata, que redujo el volumen producido. Esto podará más el pequeño superávit comercial que se había achicado 60 por ciento en febrero, contra el año anterior y obstaculiza los esfuerzos del gobierno para que crezcan las reservas que emplean para pagarles a los tenedores externos de bonos. Las reservas del banco central cayeron en un 7 por ciento este año a US$40.400 millones, contra la baja del 0,2 por ciento que se verificó en Brasil.

Un año después de que Fernández nacionalizara la tenencia accionaria mayoritaria que la española Repsol S.A. tenía en YPF, el volumen producido es bajo y la inversión externa que se precisa para explotar el tercer depósito de esquisto en importancia no se ha concretado en la realidad. Argentina no ha acudido a los mercados internacionales de crédito a tomar préstamos desde el default por US$ 95.000 millones que declaró en 2001, a causa de costos de endeudamiento del orden del 14,08 por ciento. Este país impuso controles a la tenencia de divisas y veda a las importaciones en un intento por disminuir la fuga de capital y mantener un saldo positivo en la balanza comercial.

“Las reservas seguirán cayendo” a causa de que hay más importación, dijo el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, durante una entrevista telefónica que concedió desde Buenos Aires. Las importaciones de energía podrían llegar a los US$ 15.000 millones, dijo, lo que sería todo un récord.

Cifras deficitarias

El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, declinó formular comentarios respecto del efecto que las importaciones de YPF podrían generar en el superávit comercial de este año. Alejandro Di Lazzaro, vocero de YPF en Buenos Aires, declinó formular comentarios en una carta electrónica referida a las importaciones adicionales desencadenadas por el escaso volumen producido en la refinería de La Plata, que es la más grande del país.

Para Alejandro Ovando, economista de la consultora IES (Buenos Aires), el superávit comercial podría contraerse en US$ 11.000 millones este año, de los US$ 12.700 millones que hubo en 2012, sobre la base del aumento en las importaciones de combustible.

La segunda economía mns grande de América del Sur importó US$ 1.300 millones de energía durante los primeros dos meses del año, contra los US$ 840 millones del mismo período del año anterior, según los cálculos de Ovando. El déficit en la balanza comercial de la energía podría llegar a US$ 5.000 millones este año, contra el déficit por US$ 3.000 millones de 2011, según los cálculos de Mauricio Claveri, economista de la consultora Abeceb.com (Buenos Aires).

En 2011, la ausencia de inversiones en el crecimiento productivo y económico que promedió un 7,7 por ciento entre 2003 y 2010 cambió, en un giro, el superávit energético por el déficit, dijo Claveri durante una entrevista telefónica. La recuperación en la economía, que podría expandirse un 3 por ciento este año a partir del 1,9 por ciento que hubo en 2012, podría impulsar más la demanda local de energía, dijo.

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