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Cómo la crisis del Grupo Saieh amenaza a Copesa

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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La semana pasada Fernando Massú, gerente general de Corpbanca, dijo en un seminario organizado por el propio banco, que la crisis de holding financiero ya había pasado. Dio como ejemplo el hecho que las acciones del banco se transan por sobre el nivel de lo que estaban antes de la coyuntura. Aseguró que las empresas "han vuelto a confiar" en el banco después de los problemas que le causó la crisis de SMU.

Los vaivenes de SMU pusieron en peligro a Corpbanca, la "joya" del grupo. Sus costos de fondeo se dispararon y Álvaro Saieh se vio obligado a comenzar a vender activos, incluyendo la mayorista Dipac, un centro comercial en Rancagua, las aseguradoras y una cartera de créditos de cerca de US$ 1.000 millones. Aún falta que se concrete la venta de Construmart y su participación en Supermercados Montserrat. En total espera recaudar cerca de US$ 400 millones.

El mercado efectivamente está reconociendo los esfuerzos del grupo y los costos de fondeo para el banco han caído. Pero no todo es color de rosa: SMU sigue perdiendo plata, las calificadoras de riesgo y los analistas de JP Morgan y BTG siguen con dudas acerca del retailer en particular y en menor grado del grupo en general. También apuntan a que Saieh ha contribuido con sólo un poco más de US$ 100 millones de los US$ 300 que prometió inyectar en SMU antes de fin de año.

Cabe recordar que SMU debe más de US$600 millones a la banca y que en el primer semestre perdió US$560 millones, aunque una parte importante de esa cifra no es recurrente y se explica por los errores al contabilizar los arriendos en los estados financieros. Y a eso hay que sumar que los bonos de Corpbanca aún no recuperan todo lo que perdieron desde que se gatilló la crisis y los de SMU aun están aún más rezagados y con recomendación de venta por parte de bancos extranjeros. Además la cadena supermercadista deberá nuevamente renovar sus compromisos financieros con la banca a más tardar el 30 de diciembre.

"Quedan muchas interrogantes aún y es preocupante que, de lo que ha vendido, no todo ha ido directamente a SMU. Esto sugiere que las sospechas de que tanto el controlador como el grupo estaban muy apalancados serían ciertas y que parte del 'cash' recaudado ha ido a saldar otras deudas", dice un ejecutivo de una de las agencias de rating.

Pero quizás la señal más clara de lo complicado que sigue el grupo es ver lo que está pasando en el negocio "regalón" de Saieh: Copesa, su imperio mediático que encabeza La Tercera e incluye uno de los grupos de radios más importantes del mercado, que tiene como buque insignia la Radio Duna.

Desde que anunció la suspensión de su proyecto televisivo 3TV, el mercado ha estado inundado de rumores, pero en las últimas semanas esos rumores han comenzado a concretarse.

La Tercera está en medio de una oleada de despidos. Al menos 9 editores han sido desvinculados y fuentes internas del grupo aseguran que ahora vienen periodistas. Antes de fin de año habrán reducido su personal en alrededor de un 20%, pues el objetivo es reducir costos en forma radical.

Fuentes al interior de La Tercera dicen que algunas de las salidas se deben a la llegada de Guillermo Turner, quien reemplazó a Cristian Bofill hace unos meses cuando este partió a Canal 13, pero esos cambios serían los mínimos.

A la salida de Bofill hay que sumar la de su gerente general, Max Sichel hace un par de meses. A este se le culpa por los malos resultados de los últimos dos años, quien fue reemplazado por Alvaro Caviedes, presidente de la Asociación Nacional de la Prensa. Las personas tomando las decisiones clave en el grupo de medios ahora serían Marco Antonio Gonzalez, Turner y una de las hijas de Saieh.

Además de los despidos en el diario, ya "mataron" a Qué Pasa Energía (la fusionaron) y la sección Educación del matutino. Los segmentos El Semanal y Tendencias también tendrían sus días contados. También hay fuertes rumores de que Pulso, la apuesta más grande de Saieh para competir con el Diario Financiero (medio que dirigió Turner antes de llegar a Pulso), se convertiría en un suplemento de La Tercera que reemplace a Negocios. Una de las opciones sería eliminar una parte de la gente del actual equipo del día a día de Negocios y de gente del equipo del domingo, y reforzarlo con una selección de nombres del diario Pulso, pero nada estaría definido.

No obstante, fuentes al interior de Pulso señalan que hace pocas semanas Turner llegó a las oficinas del diario y aseguró que el grupo Saieh estaba conforme con el diario. Sus ventas habrían crecido y habría proyectos para 2014. Pero lo ocurrido en La Tercera no da para confiar.

Fuentes internas afirman que algunos de los editores despedidos hace pocos días habían sido ratificados por el propio Turner un mes atrás, por lo que la noticia reciente los sorprendió negativamente a todos.

“Estamos esperando la carroza”, dice irónicamente un periodista de La Tercera a propósito del ambiente que reina en el diario que Bofill transformó en referente en política y economía. La semana pasada los sindicatos de Copesa se reunieron con Turner y Caviedes.

El primero les confirmó que estaba buscando propagar en el grupo el concepto de ser un medio integral y eficiente. Y aunque aseguró que no tenía “listas negras” reconoció que podría haber nuevos despidos.

De hecho, señalan las fuentes, hace pocos días también se habría despedido una docena de trabajadores del área de producción del diario, los llamados talleres, incluyendo ejecutivos.

Turner les señaló que buscaba dar a Copesa una estructura “liviana”, sencilla, con alta planificación y sin muchos intermediarios. Esto va en línea con los despidos y cambios recientes. Uno de los más llamativos fue el fin de rol de “interventor” que tenía Alvaro Donoso, director de CorpResearch, la división de estudios del banco, quien acostumbraba dirigir las pautas del equipo de negocios de fin de semana.

Turner les dijo a los sindicatos que apunta a tener un medio que resista los cambios que están teniendo los medios a nivel mundial, que evidencian una caída en las ventas de publicidad y de lectoría en los diarios de papel.

El estilo Turner en Copesa genera desconfianza y los equipos muestran desgaste. Ninguno de los despidos ha traído reemplazos posteriores, lo que ha elevado la carga laboral, tema que fue planteado por los sindicatos a Caviedes en una reunión la semana pasada.

El ejecutivo reconoció que no estaba en condiciones de asegurar si vendrán nuevos despidos y sólo mostró “confianza” en que Copesa no se venderá.

Fuentes de Pulso y La Tercera señalan Turner se ha enfocado a ubicar gente de confianza que sustentan su posición, la cual él protege con un vínculo directo con el grupo Saieh, en este caso, con Jorge Andrés, el hijo de Alvaro.

Hace menos de un mes el periodista Juan Pablo Larraín asumió la dirección del diario económico del grupo. Venía de siete años en Enersis y se especula que de fusionarse Pulso con La Tercera, Larraín pasaría a ser la mano derecha de Turner en el diario.

Tan rápido están pasando las cosas que la plana mayor de Copesa habría viajado a EE.UU. en las últimas semanas para discutir su futuro con Álvaro Saieh, quien se encontraba allá por motivos personales.

Para Saieh Copesa casi nunca ha sido una fuente de ganancias y la solidez del grupo le permitía subsidiar los años de pérdidas. El grupo de medios genera sus propios recursos, pero recibe importantes aportes de las otras empresas del holding través de contratos de publicidad y asesorías. De acuerdo a sus estados financieros, tan solo en los primeros seis meses del año SMU pagó cerca de $1.590 millones a los medios de Copesa, mientras Corpbanca les aportó $511 millones.

La clausura de 3TV le permitió cerrar una operación que tenía un costo mensual superior a los 400 millones de pesos, por el arriendo de inmuebles y el pago a más de cien profesionales.

Otra de las medidas que se están tomando es trasladar gente desde su edificio del barrio El Golf a Av. Vicuña Mackenna. Fuentes que conocen la estrategia cuentan que el arriendo del edificio de El Bosque se venció en octubre, que no lo renovaron y que siguen con un esquema de pago por mes hasta que se cambien a Ñuble.

Al interior del grupo hay nerviosismo, lo que se vio reflejado en las redes sociales en las últimas semanas. Se estima que las decisiones finales no se tomaran hasta fin de 2013 o principios de 2014.

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