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Comisión de expertos internacionales aprueba controvertido censo


Una comisión de tres expertos internacionales designados por el Gobierno para revisar el controvertido censo del año 2012, afirmó que "aunque imperfectos, los datos de población y vivienda son "útiles" y que "deben publicarse lo antes posible" y "de la manera más adecuada".

Durante una rueda de prensa, los integrantes de la comisión recomendada por el Banco Mundial y la Oficina de Estadísticas de la Unión Europea (Eurostat) aseguraron que no es necesario repetir el censo, como recomendó antes un grupo de expertos locales, pero sí revisar los datos y acompañar la presentación de los mismos con la "documentación metodológica necesaria".

"Constatamos que el porcentaje de datos faltantes para la mayoría de las variables del cuestionario es bajo. La tasa de no respuesta de las viviendas ocupadas y el porcentaje de viviendas desocupadas no están alejados de la experiencia de otros países", dice el resumen del informe.

La comisión, que empezó a trabajar en septiembre pasado, estuvo compuesta por el consultor estadístico y exjefe de la Oficina de Censo de Estados Unidos Rajendra Singh, el consultor Griffith Feeney y el experto italiano en censos y miembro de la Unión Internacional para Estudio Científico de la Población (UIECP) Roberto Bianchini.

Pese a la validación de los datos, los expertos rehusaron aclarar cuál es en definitiva la población de Chile, con el argumento de que "no es el objetivo de la comisión".

El trabajo de los expertos internacionales se hizo necesario a raíz del reporte realizado por estadísticos nacionales, que recomendaron hacer un censo abreviado en 2015 asegurando que la tasa de omisión del realizado en 2012 fue de un 9,3 %, tres veces mayor a la registrada en mediaciones similares en otros países de la región.

En contrapartida, Griffith Feeney aseguró que "el informe preparado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) muestra tasas de error de captura de datos de 0,14 % para las viviendas y de 0,29 % para datos de personas. Estas tasas muestran buena calidad del censo", subrayó.

En cuanto a la calificación del censo chileno, el experto aseguró que se trataba de un censo "exitoso" y le otorgó una nota "B+", aunque insistió en que no existe un "estándar" para poner nota a los censos, pues se trata de instrumentos estadísticos muy complejos que es necesario evaluar en su contexto.

"No es sencillo porque es un tema muy técnico, no hay un estándar para decir que si un censo que tiene esta tasa de omisión es exitoso o si tiene esta otra es un fracaso", explicó Roberto Bianchini.

Por otro lado, los expertos descartaron la idea de realizar una encuesta de las viviendas que faltaron ser censadas ya que "sería muy costoso" y no considera "que sea muy productivo", según Fenney.

En Chile, hasta el año pasado, los censos eran realizados cada diez años, se hacían en un día que era declarado festivo y con encuestadores voluntarios, sin embargo el año del 2012 se prolongó durante tres meses, estuvo a cargo de 14.000 censistas remunerados y tuvo un costo total de 60 millones de dólares.

Las inconsistencias en el proceso se conocieron en abril pasado a raíz de una denuncia periodística y derivaron en la renuncia del director del INE, Francisco Labbé.

Según la denuncia, Labbé decidió presentar los 16.600.000 habitantes "estimados" en el último censo como efectivamente censados, aunque en la práctica se encuestó a unas 900.000 personas menos (5,4 %).

El cuestionado ex director toma informe como un "respaldo total" a su gestión.

Finalmente, para el largo plazo, la comitiva internacional recomendó que ante la planificación del próximo censo en Chile, se realice un "censo piloto", justo un año antes de la ejecución de la medición real para evaluar y probar el proceso.

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