Wall Street abrió hoy al alza y el índice Dow Jones subía un 0,44 %, influido por las últimas declaraciones del presidente ruso, Vladimir Putin, en las que afirmaba que no busca incorporar más territorios de Ucrania.
Los mercados neoyorquinos acogieron aliviados las palabras de Putin, en las que aseguró que su país no busca apropiarse de más territorios ucranianos, después de que el mandatario hoy firmó la anexión de Crimea a la Federación Rusa.
En el frente interno, Wall Street está pendiente de la reunión del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal que comienza hoy y concluye mañana, a fin de ver si la institución continuará con los recortes de su estímulo monetario u optará por una pausa.
Los datos de inflación y de inicio de construcción de casas en febrero apenas tuvieron influencia, ya que se situaron en línea de las espectativas de los mercados.
Microsoft se benefició de las informaciones divulgadas hoy acerca de que la próxima semana anunciará una versión de su paquete de programas Office para las tabletas iPad de Apple.
Fuera ya del Dow Jones, esas informaciones ayudaron también a Apple (0,34 %), mientras que Google avanzaba un 0,42 %.
General Motors subía un 1,18 % después de que su consejera delegada, Mary Barra, reconoció ayer en público que la compañía había cometido errores en la gestión de unos problemas técnicos que han forzado a la llamada a revisión de 1,6 millones de vehículos y han generado numerosas demandas judiciales.
En otros mercados, el petróleo de Texas subía a 98,35 dólares el barril, el oro descendía hasta 1.354,60 dólares la onza, la rentabilidad de la deuda estadounidense bajaba al 2,693 % y el dólar ganaba terreno ante el euro, que se cambiaba a 1,39 dólares.
Cobre
Reuters reporta que los compradores de cobre en Asia están demorando nuevas compras del metal ante una débil demanda y expectativas de que restricciones crediticias en China, el mayor consumidor mundial, presionará todavía más los precios desde los actuales mínimos de tres años.
El débil apetito por el cobre refleja la inquietud en torno a una ralentización del crecimiento en China y la incertidumbre en relación a un desmoronamiento generalizado de los acuerdos de financiación con cobre en el país. Todo ello sugiere que los precios van a caer más.
