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Opinión: Los nubarrones en el horizonte para el IPSA


El IPSA este año lleva un retorno de 2% en pesos o de -4% medido en dólares. Esta es la realidad, a pesar del “rally” de los últimos días o semanas. Definitivamente, no es un desempeño para celebrar, sobre todo considerando que los mercados emergentes llevan un retorno de 0% aproximadamente este 2014, medido por el índice MSCI Emerging Markets, y que el “MSCI All Country World index” (algo así como un IPSA del mundo), lleva un desempeño de 1% aproximadamente, donde el mundo desarrollado es el que “tira el carro” con un 1,5% de retorno en el año, en que se destaca el desempeño de Europa con un 4%.

Las razones del pobre desempeño local son variadas. Por un lado, tenemos que nuestra moneda se ha depreciado un 6% aproximadamente este año, donde, dentro de las economías importantes por tamaño y nivel de desarrollo, sólo somos superados por Rusia (-7% en el año) y Argentina (-19%). El caso de Rusia es entendible por la incertidumbre del conflicto que lleva con Ucrania y por el efecto de las sanciones económicas de Estados Unidos y Europa, y, el caso de Argentina, por un pobre manejo macroeconómico que data de años. ¿Qué pasó con Chile para merecer el tercer lugar en el podio de tan ilustres mercados? 

La respuesta a la pregunta anterior se encuentra, por un lado, en la caída del precio del cobre este año, que va -11% a la fecha. La caída del cobre es preocupante para nuestro país, no sólo porque la minería del cobre sigue representando alrededor de 10% del PIB de nuestro país (de acuerdo a las últimas cifras de Cuentas Nacionales publicadas por el Banco Central) y alrededor de un 30% de nuestras exportaciones, sino además porque mundialmente el cobre es conocido como un “termómetro” de la actividad mundial debido al uso intensivo de este mineral en la producción de muchos sectores. China sigue siendo la fábrica del mundo no solamente por el acelerado crecimiento de su economía (7 – 8% por año) y su tamaño (segunda economía del planeta), también porque gran parte de lo que compra lo usa para producir otros bienes que no consume, sino que exporta (alrededor de 1/3 del PIB de China es exportado). Varios economistas han indicado que el crecimiento de China va a tender más a un 6 a 7% en lo que queda de la década y que el crecimiento promedio en la próxima será de alrededor de 5%. Hace meses, he mencionado en este espacio los desbalances que tiene China tanto en precios de viviendas, la banca en las sombras y el exceso de deuda de los gobiernos locales. Los precios de las viviendas ya vienen cayendo fuertemente desde hace algunos meses y, sobre la banca en las sombras, la palabra default ya se hace sentir con más frecuencia en algunas empresas de China. Puede que haya o no “una crisis asiática”, pero, si se produce una en el corto plazo, Chile sería uno de los países en el mundo que más sufriría.

Por otro lado, tenemos que nuestro país se está haciendo menos atractivo para invertir frente a los ojos del mundo, al menos en el corto plazo, debido a la reforma tributaria y la incertidumbre que genera. Al margen de si es bueno o no discutir en “darle” más fondos a un Gobierno vía cualquier reforma tributaria, la discusión de un alza de impuestos a las empresas y personas genera una percepción de desestabilidad en el ambiente, que posterga, en el margen, decisiones de inversión de mediano y largo plazo, hasta que esté claro lo que se plantea. Esa incertidumbre viene trayendo efecto hace varios meses y es parte de la fuerte desaceleración que tuvo la inversión de en torno a -10% en el cuarto trimestre del 2013, con un crecimiento cercano a las malas cifras que hubo el 2009 (año en que hubo recesión en Chile).

Los resultados de las empresas, por su parte, se siguen recuperando, marcando, con los resultados de cuarto trimestre del 2013, 4 trimestres consecutivos de crecimiento en el EBITDA, aunque el crecimiento bajó fuertemente el cuarto trimestre. Las empresas del IPSA han realizado cuantiosas inversiones en los últimos 3 años (más que el promedio histórico) y esas inversiones ya están dando sus frutos. Por el lado de las valoraciones, tenemos que los mercados emergentes se encuentran levemente por debajo de su media de 5 años del ratio “Valor de la empresa a EBITDA estimado por los analistas del mercado” y Chile está casi 1 desviación estándar debajo de su media, aunque más caro que mercados emergentes, en línea con el premio histórico de nuestro país. El mundo desarrollado, mirando este indicador, también se encuentra más barato que mercados emergentes.

En definitiva, respecto a Chile, si bien está barato en un contexto histórico, es temprano aún para decir que la tendencia bajista de largo plazo que comenzó el 2011 está aun acabada. El desempeño en lo que queda del año va a depender fundamentalmente de lo que pase con el crecimiento y la estabilidad de la economía China y también con variables locales como las tasas de impuestos y el precio de la energía.

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