Publicidad
Referéndum escocés: Negociación por acuerdo de divorcio con Gran Bretaña será clave para el futuro de la economía

Referéndum escocés: Negociación por acuerdo de divorcio con Gran Bretaña será clave para el futuro de la economía


Imagínese un país con la población de Colorado, la superficie territorial de la República Checa, un sector financiero 10 veces más grande que la economía, y exportaciones impulsadas por el petróleo, el alcohol y el turismo.

Así arrancará Escocia como entidad independiente si los separatistas en el país de 5,3 millones de habitantes ganan su campaña por separarse del Reino Unido esta semana.

El regateo para dividir los activos, compartir las deudas y garantizar la estabilidad bancaria podría alterar todo eso. Al mismo tiempo, empresas como Royal Bank of Scotland Group Plc han dicho que trasladarán sus sedes centrales, contrayendo potencialmente el panorama empresarial.

En tanto las encuestas indican que la votación que tendrá lugar el jueves será muy reñida, economistas, empresas y políticos están tomando muy en serio la perspectiva de una ruptura de la unión de 307 años. Más allá de eso, hay desacuerdo respecto de cómo se desempeñará la economía del país más nuevo del mundo dado que algunos pronostican una austeridad fiscal extendida y precios más altos y otros dicen que una reducción planificada de las tasas del impuesto sobre las sociedades contribuirá a atraer nuevas industrias.

“A corto plazo, los niveles de vida se verían afectados y la incertidumbre traería aparejadas grandes consecuencias económicas negativas”, dijo Rob Wood, economista en el Berenberg Bank de Londres y ex funcionario de Banco de Inglaterra. “A largo plazo, hay montones de países en el mundo del tamaño de Escocia que son ricos y prósperos, pero eso depende de lo buenos que sean sus funcionarios electos”.

Desafío de financiamiento

La economía de Escocia mueve alrededor de 130.000 millones de libras (US$211.000 millones), o 150.000 millones sobre la base de la porción geográfica de las actividades del Mar del Norte. Tomando como base la primera cifra, es más o menos el mismo tamaño que Qatar, y en base a la segunda, Grecia.

Uno de los desafíos claves para el ministro principal Alex Salmond será financiar al Estado. Al manejarse solo, tendrá que atraer prestamistas sin el beneficio de siglos de un compromiso de no entrar nunca en cesación de pagos sobre su deuda, algo de lo que disfruta actualmente el Reino Unido.

Mientras los funcionarios a ambos lados de la frontera discuten sobre la propiedad del petróleo y el gas del Mar del Norte, una cosa con la que puede contar Escocia es el whisky, con un valor de exportación anual de unas 4.300 millones de libras. También tiene el turismo, en tanto los visitantes gastaron 4.600 millones de libras en el país el año pasado.

En el primer trimestre de este año, la economía creció 1 por ciento. Los servicios constituyeron el mayor aporte, encabezados por servicios empresariales y financieros. La administración pública, la salud y la educación constituyen la parte más grande de la economía, seguida por las finanzas, los seguros y los bienes raíces.

La conformación definitiva de una economía independiente dependería de los 18 meses de negociaciones proyectados por Salmond para elaborar la logística de la separación, y un tema clave será el valor de los ingresos futuros del Mar del Norte. El Instituto de Estudios Fiscales dijo que constituyen casi 19 por ciento del total de ingresos escoceses, frente a un 2 por ciento para todo el Reino Unido.

La producción petrolera cayó 40 por ciento en cuatro años y la ganancia es volátil, en tanto los precios oscilaron 17 por ciento solamente este año. Eso plantea dudas en cuanto a la estabilidad de una fuente clave de ingresos para el gobierno escocés.

Publicidad

Tendencias