Un profundo análisis de las perspectivas para la economía chilena publicó ayer Goldman Sachs y las conclusiones no son muy optimistas.
El gigante de Wall Street, considerado el más influyente y poderoso banco de inversión del mundo, pone un techo de 3,7% al crecimiento durante gobierno de Bachelet y advierte sobre impacto de las reformas.
Goldman se suma a Credit Suisse en hacer una cruda radiografía de la economía chilena. Dice que en 2015 crecerá sólo 2,5%, el peso seguirá debilitándose y TPM podría llegar a 2,5%.
"Las perspectivas macroeconómicas de Chile podrían estar fuertemente influenciadas por la implementación de la agenda reformista de la Presidenta Bachelet", consigna el informe del banco norteamericano.
Explica que recientemente se aprobó una reforma tributaria que aún genera controversia y actualmente se evalúan "los méritos de una profunda reforma al sistema educacional". Y a eso hay que agregar que en 2015 la agenda legislativa será dominada por la reforma laboral y "posiblemente por otras transformaciones institucionales contundentes", continúa el documento.
Goldman Sachs estima que todas esas propuestas generarán incertidumbre y que eso hace que se refuercen posturas defensivas, lo que "potencialmente postergue la recuperación de la demanda interna". Agrega que si se logra un acuerdo positivo a frente a "todas estas fuentes de incertidumbre", eso probablemente contribuya a un repunte de la economía "más expedito".
Crecimiento débil por próximos 3 años
El informe de Goldman concuerda con el consenso del mercado y el mensaje del gobierno respecto a que el 2015 será mejor que este año. Las razones: los estímulos monetarios y fiscales sumados a una comparación favorable a las cifras del 2014.
Sin embargo, advierte que, en el corto plazo, las perspectivas macro para la economía chilena no generan inspiración.
Los economistas de Goldman Sachs estiman que la economía seguirá creciendo por debajo de su potencial por los próximos trimestres. "La demanda doméstica debería mostrar una recuperación moderada el año próximo, luego de caer en 2014", expresa el informe, ayudada por una estabilización de la caída en la inversión y el aumento del gasto fiscal. Ambos deberían ser suficientes para contrarrestar la caída del consumo privado.
La conclusión de Goldman Sachs es que el balance de riesgo para la economía se inclina a la baja, en especial el año próximo. "Tememos que una desaceleración más pronunciada podría eventualmente dañar el mercado laboral en forma más significativa, lo que aceleraría la caída en el consumo y postergando la recuperación económica."
Espacio para el Banco Central
Bajo ese escenario, Goldman estima que se generarían amenazas deflacionarias, lo que le daría espacio al Banco Central a reanudar los recortes de tasas, "por lo que no desestimamos la posibilidad que el Consejo de Política Monetaria rebaje en 50 puntos bases la TPM en la primera mitad del 2015".
Escenario para el peso
De concretarse los recortes adicionales, el peso retomaría su senda bajista.
Goldman estima que el peso se transará en 615 versus el dólar en 2015, y en 627 pesos en 2016.
Bajo ese escenario, las cuentas fiscales probablemente empeoren, dados los menores ingresos fiscales que acompañarían el menor crecimiento.
En todo caso, Goldman estima que los ingresos extra que generará la reforma tributaria deberían ayudar a moderar el impacto en las cuentas fiscales.
El informe sobre Chile es parte de un análisis sobre las perspectivas de crecimiento para la región que elabora anualmente Goldman Sachs para sus clientes.
