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Acceso al financiamiento, las SGR


Estas últimas semanas la palabra crédito, avales, garantías y todo lo relacionado a temas de financiamiento bancario, han estado en boca de todos los chilenos. De manera lamentable hemos llenado nuestras conversaciones cotidianas con temas que, si bien no han dilucidado ilegalidades de parte de nuestras instituciones o relacionados con los altos poderes ejecutivos de nuestra nación. Estas si  siembran grandes dudas de cómo suceden las cosas en las altas esferas del poder. 

Además nos hace preguntarnos ¿cómo se ven involucrados personajes que ejercen cargos de altísima responsabilidad y representatividad social? ¿No deberían estar avocados al 100% en cómo mejorar lo que hoy es nuestro país? Cómo se logra ejercer liderazgo e imprimir un sello casi inexorable en una sociedad que de forma constante busca cambiar su status quo mediante el trabajo, el esfuerzo, la dedicación y la convicción de que los ladrillos que apilamos día a día son para construir algo mucho más grande que un mero muro. Así están las cosas…

Dado lo anterior, por todo el revuelo que se ha producido y las dudas que se han generado, es que quería tocar el tema del acceso al financiamiento. La gran mayoría de los lectores ya sabe que el acceso a la banca no es algo fácil ni simple. Las PYMEs, por lo general, son muy castigadas a la hora de solicitar un crédito. Esto es debido a que no reciben el plazo adecuado a su flujo o porque deben pagar cuotas con tasas que no dejan ver el punto de equilibrio de los mismos en el corto plazo. Esto se da sólo si la PYME califica como sujeto de crédito, ya que si la institución financiera que evalúa el crédito considera que la empresa está fuera del rango de las políticas crediticias, de frentón ¡NO HABRÁN FLUJOS! 

Ahora, si tienes un emprendimiento o proyecto, el financiamiento tendrás que buscarlo en tus propios bolsillos. Por lo general las políticas que hoy tienen las instituciones financieras tradicionales no contemplan el financiamiento de proyectos, se van más a la segura. Entonces con estos antecedentes sobre la mesa, queda la pregunta ¿Cómo y dónde obtengo financiamiento para mi PYME o proyecto?

Para responder a este cuestionamiento nacen el año 2007 las SGR (Sociedades de Garantía Recíproca) de las cuales se sabe poco o nada. Estas son sociedades anónimas que operan como garantes o avales de las operaciones crediticias de las PYMEs o proyectos.

Ellas cobran un porcentaje del monto del crédito y tras un completo estudio de riesgo y análisis financiero de la empresa, determinan si está o no calificada para pagar el crédito que solicita. Si la respuesta es sí, las SGR emiten un Certificado de Fianza el que garantiza el préstamo que se ha solicitado. Todo esto se logra gracias a que CORFO durante años ha destinado fondos para apoyar a las PYMEs del país. Para lograr esto, parte de esos fondos han sido destinados a las SGR, para que sean estas las que apoyen a las PYMEs y proyectos en la gestión financiera.

Según el último informe público de la CORFO, desde enero del 2009 al 30 de noviembre del 2014 hay más de US$1.740 millones en operaciones de crédito obtenidos con certificados de fianza en el mercado. Lo que da un total de 41.427 PYMEs apoyadas por este sistema. Estos números van creciendo todos los años lo que a todas luces indica que el modelo se ha aceptado, validado y ha entregado soluciones a quienes han buscado financiamiento. Hasta el año pasado,  la CORFO, había creado tres grandes fondos para garantizar este tipo de operaciones: El IGR I (año 2008), IGR II Reconstrucción (año 2010) y el IGR III (año 2011). En febrero del 2014 creó el último fondo conocido llamado IGR IV Cobertura. En total se han gastado más de US$25 millones. 

Ahora, la pregunta es ¿Qué tengo que hacer para poder ir a una SGR del mercado y solicitar este afianzamiento? Dado que este sistema fue creado para apoyar a la PYME, existe una restricción importante que debe sortear la empresa para poder calificar. El requisito es obvio, tiene que ser considerada una PYME. Esto se mide en base a la facturación anual, la que debe ser menor a 150.000 UF en los últimos 12 meses. Si la empresa tiene ventas menores a este monto, califica para acercarse a una SGR y esta podrá evaluarla para determinar si puede acceder a uno de estos certificados de fianza. 

Por lo general lo que sucede es que la PYME necesita un crédito de determinado monto para fines variados, tales como: Aumentar la dotación de personal, comprar nuevas maquinarias, expandir sus operaciones a nuevas regiones o algo tan sencillo como consolidar deudas. Bueno, aquí es donde las SGR hacen su trabajo. Primero, la PYME presenta la solicitud de crédito ante la SGR, esta evaluará los estados financieros de la PYME, con lo que luego obtendrá información directa respecto si la empresa está o no capacitada para pagar dicho crédito.

Al acceder a estos datos, la SGR entrega asesoría en la estructuración del préstamo en cuestión. Esto se debe a que no siempre lo que la PYME quiere, es lo que necesita. Esta es una de las grandes ventajas de trabajar con las SGR y los Certificados de Fianza. Como comenté en mi columna anterior,  la estructuración del crédito debe ser acorde a los flujos de la empresa, esto es algo clave y de un valor tremendo, sobre todo cuando llegan los meses lentos que hacen que sortear cargas financieras elevadas sea una tarea titánica.

Por último, en este tipo de entidades tenemos nuevas oportunidades de gestionar el financiamiento para las PYMEs o nuevos proyectos que tengamos en desarrollo. Si a eso le sumamos nuevas instituciones que proporcionan o dan acceso al financiamiento como el crowdfunding, se conjuga un perfecto escenario  para el desarrollo de la PYME en el país. En los últimos años se ha generado un muy buen ambiente para la creación de nuevos proyectos e instancias de apoyo a las PYMEs.

A modo de conclusión, el financiamiento colectivo (crowdfunding) es un modelo que ha probado  que funciona de buena manera, pero su verdadero potencial es estratosférico, no nos equivoquemos, esto es sólo el comienzo. Esperemos que el gobierno actual y los que vengan sigan con los aportes de fondos y medios necesarios para que en el futuro una buena idea y muchas ganas no se caigan por falta de financiamiento. Estos son los proyectos que unos años más impulsarán nuestro país y entregarán empleo a las nuevas generaciones.

Mario Ortíz
Becual.com

 

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