Opinión
Con un dólar sobre los $700 y con expectativas del mercado al alza de la divisa estadounidense, esto a raíz de la incertidumbre global por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, son varios los efectos en la economía doméstica que afectarán al bolsillo de las personas comunes y corrientes.
Por tal motivo, siempre es positivo estar informados respecto a qué productos y servicios se verán encarecidos, como también qué es lo más conveniente hacer y qué no en temas de consumo, como compras de diversos artículos, créditos o viajes, por ejemplo.
Lo primero y más destacable, es que la mayoría de los productos del retail, los que encontramos en las grandes tiendas y supermercados, además de bienes durables y semidurables como vestuario y calzado, son en su mayoría importados y, por ende, subirán sus precios, ya que todas las importaciones se encarecerán.
En este sentido, si algunos están pensando o analizando alguna decisión de compra de artículos electrónicos o línea blanca para el hogar como televisores, lavadoras, refrigeradores o celulares, entre otros, y que sean importados, deberían hacer la compra ahora ya, esto porque es esperable que el alza del dólar se vea reflejada sin mucho rezago en las próximas semanas o meses en este tipo de productos y aumenten así sus precios.
En cuanto a los créditos de consumo, no hay una relación directa entre el alza del dólar y cambios en las condiciones de estos, por lo que este ámbito no se verá muy afectado. No obstante, para las personas que tienen deudas en sus tarjetas de crédito en dólares sí habrá un impacto, ya que necesitarán más pesos para comprar los dólares. Del mismo modo, si el alza se mantiene y continúan las presiones inflacionarias, aumentaría también el valor de la UF, entonces, los créditos hipotecarios y los que estén en UF se verán afectados con el alza correspondiente.
Respecto a las vacaciones y viajes, considerando que dicha alza de la divisa estadounidense debiese continuar un tiempo, lo ideal es repensar algunos destinos más económicos o destinos nacionales, porque de todas maneras los viajes al extranjero se encarecerán aún más.
Aunque no se vea, los precios siempre están calculados sobre la base del dólar, por lo que, si sube la divisa estadounidense, el alza en pasajes al exterior es prácticamente inmediata. De igual forma, con la depreciación de nuestra moneda, se encarecen los valores de estadía en los destinos internacionales.
Por otro lado, los principales favorecidos con esta situación son quienes tengan negocios o pymes del sector exportador, ya que los que vendan al extranjero recibirán una mayor cantidad de dinero por el mismo producto al hacer la conversión.
En consecuencia, serán muchos los artículos importados que se encarecerán, por lo tanto, habrá presión inflacionaria y no sería raro esperar un alza en la inflación respecto a lo que hemos estado teniendo en los últimos meses y años prácticamente, en que el dólar estaba más controlado.
En esta misma línea, también se reflejará un alza en la bencina rápidamente, y una presión al alza de los precios e inflación en general.
La cotización del dólar está claramente marcada estos últimos días por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, entonces va a depender mucho de qué pase y ocurra en esa relación, porque podría ser que mañana Trump decide que está todo bien con China y que han llegado a acuerdos, con lo que el dólar se ajustaría a la baja considerable, pero, por lo que se ve, ese es un escenario poco probable. Entonces, desde mi perspectiva, las presiones al alza del dólar se van a mantener por un tiempo y no creo que vayan a bajar en el corto plazo.
Eso sí, y pensando en un mediano plazo, la divisa se ajustará y volverá a los niveles previos a esta guerra comercial, ya que en algún minuto esta situación terminará, llegarán a un acuerdo ambos países y eso se verá reflejado en una baja del dólar.
