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Presidenta del Banco Central de Argentina justificó las restricciones al dólar


La presidenta “en comisión” del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Mercedes Marcó del Pont, afirmó ayer que la venta de dólares en el mercado local fue limitada como parte de una decisión de “sentido común”, después de que el año pasado se fugaran divisas por el equivalente al 4,2% del producto (PBI) y para evitar que la “restricción externa” genere una nueva crisis en la economía.

La funcionaria, que realizó estas afirmaciones al inaugurar en la mañana de ayer la edición 2012 de las tradicionales Jornadas Monetarias y Cambiarias que organiza esa entidad, se cuidó de aludir a las restricciones que el Gobierno impuso desde hace casi un año a la compra de divisas como “regulaciones”.

Seguramente estaba convenientemente advertida de que la presidenta Cristina Kirchner (quien curiosamente no reclamó nunca la confirmación parlamentaria de su designación al frente del BCRA) tenía previsto criticar al mediodía el uso de la palabra “cepo” como una referencia a las normativas que traban o impiden las operaciones con divisas, profundizando la estrategia que ensayó días atrás al hablar con estudiantes universitarios en los Estados Unidos (de lo que se informa en la sección Política).

Marcó del Pont dijo que se había “regulado” la posibilidad de adquirir dólares para atesoramiento como parte de una estrategia de regulación “macroprudencial de la cuenta de capital” del país.

El eufemismo al que apeló al hablar en el Hotel Alvear no deja de ser curioso si se tiene en cuenta que llamó “regulación” a la prohibición lisa y llana que ese organismo legalizó el 5 de julio pasado para este tipo de operaciones de ahorro, dos meses y medio después de que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) la hubiera comenzado a aplicar de facto y sin que medie ninguna norma que la habilitara a hacerlo.

También llamó la atención entre los analistas que la escucharon la admisión que hizo sobre la fuga de capitales, aunque sin explicar por qué el Gobierno o el propio organismo que conduce convivió con ella por cinco años sin adentrarse en el análisis de sus causas. De hecho, la dolarización no parece una consecuencia propia del modelo (dado que, entre 2003 y 2007, los argentinos tendieron a desprenderse de dólares), sino de sus imperfecciones.

“TENSIÓN DE PRECIOS”

La economista, que preside hoy un directorio del BCRA compuesto por mayoría de integrantes que no tienen ratificada por el Congreso su continuidad en el cargo, se mostró en todo de acuerdo con la política económica del Gobierno, y evitó hablar de la inflación, aunque ésta se mantiene en niveles elevados, pese al freno que mostró la actividad económica (crecimiento 0% en el segundo trimestre del año, según el Indec).

Por el contrario, justificó la mayor emisión monetaria para asistir al Tesoro nacional y apenas concedió que en la Argentina se registra cierta “tensión de precios mayor que la de otros países”, a la que interpretó como una simple “contrapartida a la intervención cambiaria”, pese a que, desde hace varios meses, las propias estadísticas que difunde el BCRA admiten que las “operaciones con el sector público” resultaron el factor más dinámico y expansivo de emisión monetaria.

Sin embargo, se consideró “privilegiada” por ser parte de un gobierno que todos los días “muestra que hay políticas y decisiones que contradicen el saber tradicional”.

La funcionaria valoró que el país esté transitando “una década ganada por la equidad y la inclusión social”, en contrapartida con lo que calificó de “década perdida” de los países desarrollados. Y negó que aquélla sea consecuencia del “efecto soja” o el “viento de cola”, sino resultado de decisiones importantes del Gobierno para fortalecer el mercado interno y anticiparse a los problemas, para lo cual mencionó la nacionalización de YPF como ejemplo.

Marcó del Pont, que hoy será también la encargada de cerrar unas jornadas que funcionaron como una “cumbre heterodoxa”, en oposición al perfil ortodoxo que tuvieron durante muchos años, defendió la reforma de la Carta Orgánica del BCRA, y reconoció que el peso sufrió en los últimos años una “apreciación” frente al dólar, aunque se mostró satisfecha de que no haya sido por la vía nominal sino por la real, en especial porque detrás de ella está “el aumento de los salarios de los trabajadores de la Argentina”.

ALGUNAS DEFINICIONES

  • “Haber regulado la compra de dólares fue de sentido común, para resolver la restricción externa”
  • “Tuvimos una tensión de precios mayor a la de otros países, por la intervención”

M. Marcó del Pont
Presidenta del Banco Central .

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