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“Rincón, Carter, Matthei y una carta de RN”: Monckeberg apuesta por primaria amplia en la oposición PAÍS

“Rincón, Carter, Matthei y una carta de RN”: Monckeberg apuesta por primaria amplia en la oposición

Francisca Castillo
Por : Francisca Castillo Periodista El Mostrador TV
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El extimonel de RN hace un llamado a ejercer liderazgo y tomar acuerdos pronto respecto a las candidaturas municipales de su sector. Definiciones que tampoco ve de cara a la carrera presidencial, donde aspira al “hito político” de una primaria amplia, que a su juicio podría ser “súper competitiva”.


“Lo que veo es que hay ganas, pero no se han tomado las decisiones, no se ha cortado el queque”, es lo que señala el exministro y expresidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, respecto al atraso en las negociaciones municipales de Chile Vamos, a pocos días del plazo para la inscripción de primarias.

A juicio de Monckeberg, “falta esa vocación de poder que te lleva a pensar que puedes gobernar”. Preocupación que también manifiesta en el ámbito presidencial, donde aspira a un pronto pronunciamiento por parte de la oposición para definir una candidatura única a través de una primaria amplia en el sector.

Escenario electoral, que está cruzado por un ambiente de desconfianza hacia las instituciones a propósito del golpe al mundo político que ha provocado el caso Hermosilla. Un quiebre en las confianzas y un daño profundo que – según afirma- aún no se ha cuantificado.

-¿Cuál es su lectura sobre el impacto en la fe pública que han provocado los últimos antecedentes del Caso Hermosilla?

-Partiendo por la perspectiva institucional, evidentemente, las instituciones, el Estado de Derecho, las reglas, se basan en la confianza. Yo puedo tener la mejor normativa, puedo tener la mejor ley, puedo tener una buena institucionalidad, pero si no hay confianza en las autoridades se produce un daño enorme. Y eso es lo que está pasando acá. Porque uno podrá discutir que aquí hay secreto profesional de un abogado, con sus conversaciones, con su información, pero voy un poquito más allá. Uno podrá entender las explicaciones que dio el exdirector de la PDI, respecto de que no había mala fe en la información que estaba entregando, pero claramente lo que hay detrás es un daño al Estado de Derecho, a las autoridades en general.

Eso es lo que te transmite la gente común y corriente respecto de la credibilidad. ¿Cuándo va a parar esto?, ¿en qué minuto se detiene?, ¿cuándo se van a hacer las cosas mejor? Ahí yo creo que hay una profundidad del daño, que no se ha cuantificado.

-Es la misma percepción de que existe una corrupción generalizada…

-Tal cual. Y yo creo que no se ha cuantificado.

Y lo segundo, desde lo político. No hay que sacar ventaja, la ministra Vallejo intentó sacar ventaja y finalmente guardó silencio respecto de las aseveraciones que estaba señalando. Porque si hay alguien que está afectado dentro de esta institucionalidad, son los políticos. Son quienes les toca ejercer cargos públicos. Y por lo tanto, si además le agregamos una disputa tratando de sacar ventaja unos respecto de otros, ya es la guinda de la torta. Entonces, por donde se le mire, es malo. Por donde se le mire, daña la confianza. Y el esfuerzo que hay que hacer aquí es tratar de revertir precisamente ese daño que se está produciendo, no aumentarlo.

-¿Cómo se recompone la confianza y qué señales deben enviar desde el mundo político a la ciudadanía? Más allá de lo que diga o no el gobierno, ¿cómo hacerse cargo desde su propio sector?

-Esto requiere de tiempo, porque la primera reacción -me recuerdo cuando estábamos en el parlamento- es un proyecto de ley. Una ley que regula. Ahora, la ley evidentemente ayuda, si es que no están reguladas en ciertas materias. Pero aquí todos estos temas están regulados. Tenemos una ley en tema de transparencia, de probidad, bastante estricta. ¿Se puede mejorar? Sí, se puede mejorar. Pero esto no es un problema de ley. Esto es un problema de comportamiento, de actitud de quienes ejercen cargos de autoridad. Y por lo tanto, ¿cómo se recompone esto?, con tiempo y dando cuenta de que efectivamente aquí se cometieron ilegalidades, errores y delitos eventualmente. Esto requiere obviamente investigación, sanciones, eso ya está, eso camina por su lado. Pero desde el punto de vista político, tiempo y corregir con actitudes el cómo ejercer el cargo de manera distinta para generar nuevamente confianza en la ciudadanía.

-Pasando al tema de las elecciones, el Partido Republicano ya dió a conocer sus principales cartas para la Región Metropolitana. ¿Cuál es su lectura respecto al proceso de negociación en Chile Vamos, están atrasados?

-Estamos atrasados, evidentemente. Lo que veo es que hay ganas, pero no se han tomado las decisiones, no se ha cortado el queque. Y estamos a un plazo inminente donde tenemos que resolver qué se va a hacer. Si van a haber primarias o no, si vamos o no vamos en pacto, con quién vamos a ir en ese pacto, etc.

No se ha sabido tampoco sobre aquellas comunas donde no va a haber primarias, cómo se va a definir el candidato alcalde. Con una encuesta, con un acuerdo político, en fin. No se ha resuelto tampoco la relación con el Partido Republicano, con Amarrillos y Demócratas. Está claro que no vamos a ir juntos en un mismo pacto, pero, ¿va a haber omisión o no va a haber omisión?, ¿va a haber coordinación o no va a haber coordinación?

Tampoco veo, a mi juicio, programas o ideas que sean las banderas a empujar en esta elección. No solamente hay que tener ganas y buenos candidatos, sino que hay que tener un par de ideas centrales que muevan la campaña.

Y finalmente, tampoco veo definiciones en tema presidencial. No digo respecto de quién va a ser el candidato presidencial, pero sí respecto de los mecanismos para poder empujar una candidatura presidencial el próximo año. Y hago un doble clic aquí. ¿Vamos a tener primarias o no vamos a tener primarias? Las personas que quieren participar en esa candidatura presidencial de la coalición, que es muy legítimo, las necesitamos desplegadas en las campañas municipales. Pero para eso tienen que tener reglas claras. Entonces, vuelvo a lo mismo que decía. Ganas, pero no reglas. Y en la presidencial también tiene que haber reglas.

A mí me encantaría que existiera un pronunciamiento de parte de la coalición o de las coaliciones de la oposición, que existen intenciones y ganas de llegar a una candidatura única a través de primarias. Con eso simplemente basta como para poder ir fijando reglas, para que quienes tengan ganas se desplieguen en la municipal, y sepan que su trabajo en este año electoral, que es importantísimo, va a servir también para el próximo.

-¿Cuáles son las razones de este atraso en las definiciones?

-Esto requiere de decisión, de sentarse en una mesa y cortar el queque. Ejercer liderazgo y tomar acuerdos pronto. Y eso no está ocurriendo porque creo que todavía no se ha asumido que son dos años importantísimos electorales. Y que tenemos una posibilidad, digo posibilidad, porque no está asegurado real de ser gobierno.

Cada partido está haciendo lo suyo, no es que no se esté haciendo nada, al revés, pero falta esa conciencia política y ese sentido de coalición. Falta esa vocación de poder que te lleva a pensar que puedes gobernar. Y por lo tanto, requiere de coordinación más allá de tu partido. Porque sería injusto decirle a mi directiva que no están haciendo nada. Están vueltos locos, todos buscando candidatos. Pero evidentemente falta ese paso superior. Que requiere de voluntad.

-¿Qué tipo de proyecto va a ofrecer Chile Vamos en estas elecciones?

-Yo iba recordando lo que ha ocurrido en la historia de nuestra coalición, y ha sido exitosa cuando efectivamente han ocurrido esta toma de decisiones.

Esta argumentación hacia la ciudadanía tiene que ir de la mano de temas muy simples. que la gente entiende. Primero, los temas de seguridad. Dos, mejor calidad de vida, crecimiento y empleo. Y tres, cómo gestionar mejor las cosas, cómo gobierno de mejor manera. A mi juicio ese ha sido el gran déficit de este gobierno.

Que la gente vea que el país va en un sentido y no en otro. Un poco lo que le pasó a la selección chilena, hoy día a la gente le volvió el alma al cuerpo porque ve que hay un patrón de juego. Aquí es exactamente lo mismo. Serviría mucho para el área municipal y para el próximo año. Y esto acompañado con reglas y criterios generales respecto de lo que va a pasar el próximo año con la presidencial.

Lo anterior, a propósito de la confirmación de una primaria. Me gustaría ver, por ejemplo, que exista la disposición para evaluar primarias entre Ximena Rincón, Evelyn Matthei, Rodolfo Carter, y de mi partido quien decida estar ahí presente, que puede ser Francisco Chahuán, que ha levantado su opción, u otro liderazgo que haya en el partido que pueda pensarlo de aquí a fin de año.

-Apoya la idea de una primaria amplia en la oposición entonces…

-Sería una tremenda señal y creo que además sería muy competitiva.

Cuando nosotros hicimos la primaria con el presidente Piñera, habían muchos que no creían, nos dijeron que iba a ser un desastre. Al día siguiente de la primaria, después de que votaron un millón y medio de personas (yo era presidente del partido), se me acerca Osvaldo Andrade, que era presidente del Partido Socialista, y me dice “te felicito, ganaron la presidencial. Nosotros estamos empujando la candidatura de Guillier y sin primarias, esto no tiene vuelo”. Lo que te quiero decir con esto es que, a veces, los hitos políticos, decisiones de ese tipo, pueden catapultarte para llegar a ser gobierno, porque demuestras gobernabilidad, coordinación, etc.

Creo sinceramente, que una primaria como la que te señalé, con esos candidatos u otros, me reservo el resultado. No creo que alguien lo tenga asegurado, sería súper competitiva a mi juicio, y no me extrañaría que surgiera una Ximena Rincón como triunfadora, u otro candidato. No creo que sea sandía calada para nadie.

-¿Cuál debería ser el rol de la oposición, pensando en también demostrar gobernabilidad en el proceso de tramitación de las reformas que están en el Congreso?

-Nada más difícil que ser oposición en estos tiempos. Porque a quien se sienta a conversar, lo tildan de traicionero, de amarillo. Y quienes te tildan de traicionero o de desleal, son parte de tu propio electorado. Entonces, es muy difícil. Yo creo que esto requiere liderazgos y convicciones, porque en algún minuto tú tienes que acordar algo con el gobierno en ciertos temas que interesen a la gente. Y pongo el mejor ejemplo, pensiones. No puede ser que pasemos tres gobiernos y todavía no tengamos decisiones en esta materia. Porque cuando se toman acuerdos, uno se da cuenta de que efectivamente la gente es la que gana. El mejor ejemplo es la pensión básica universal, donde se llegó a un acuerdo a pesar de que la oposición de ese minuto no quería, por diferentes razones, pero hoy día uno se da cuenta que fue un buen acuerdo.

Veo también con esperanza lo que ocurrió con la presidencia y la mesa del Senado. En torno a la oposición, no digo respecto de los conflictos que generó. Pero ahí hay una señal de esperanza de cómo son capaces de coordinarse y lograr un acuerdo político relevante, que le da conducción al Senado distinta a la que tiene hoy día.

Entonces, faltan más decisiones y coordinaciones como las que se produjeron en la elección de la mesa, si eso se empieza a repetir a nivel electoral, a nivel de pacto, a nivel programático, no significa que tengamos que estar juntos, porque no somos lo mismo. Pero si empieza a producirse un grado de coordinación de ese tipo, con señales de ese tipo en otras materias, yo creo que la oposición va a ser exitosa.

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