¿En qué momento Jorge Sampaoli se desmarcó tanto de Marcelo Bielsa? Porque a Chile llegó con un libreto de los postulados del rosarino copiado a imagen y semejanza, y por varios años no se apartó de él.
Así se hizo primero de un nombre, ya que si sólo hubiese dirigido antes en Ecuador y Perú no era, precisamente, un cartel para mostrar con orgullo en un medio que ha menospreciado históricamente el fútbol de esos países, al menos a nivel de clubes. Sampaoli se ganó un nombre primero con una sorprendente campaña en O’Higgins (2008), y luego con Universidad de Chile (diciembre de 2010 a diciembre de 2012), en una etapa brillante para los azules.
Así que el calvo empezó su carrera en la U precisamente cuando Bielsa venía de jugar con la Roja el Mundial de Sudáfrica. La “moda” del pressing temprano en campo rival, la dinámica exhaustiva y de plena intención ofensiva hicieron de Sampaoli un discípulo riguroso del rosarino.
Él no lo ocultaba. Es más, se sentía plenamente orgulloso de la comparación, aunque siempre adoptaba ese aire de modestia que a algunos parecía tan falsa.
Así que cuando asumió en la Selección en reemplazo de Claudio Borghi, el hincha sintió que nuevamente la Roja pasaba de la improvisación al orden implantado por Bielsa, y los resultados avalaron su trabajo.
Con el paso de los años, algo cambió, sin embargo: Sampaoli comenzó a hacer cosas que Bielsa jamás haría, quizás buscando una identificación propia que lo catapultara a cumplir uno de sus sueños, que es dirigir en Europa.
Para ello renunció, por ejemplo, al respeto irrestricto por el futbolista, descuidó el secreto de camarín, se hizo amigo asiduo a los micrófonos y de las cámaras, y dejó de lado principios que para Bielsa son irrenunciables, como la relación con la publicidad. Por lo que, así como en las novelas policíacas se recurre al “cherchez la femme” (si un hombre se comporta de manera inexplicable es porque está tratando de encubrir una relación con una mujer, o tratando de impresionarla), en este caso lo más apropiado sería decir que se dejó seducir por el poder del dinero.
En la cancha, eso se tradujo en un hecho indesmentible: esta Roja no tiene renovación. La búsqueda del resultado inmediato pesa tanto en la cabeza del entrenador nacido en Casilda, que Chile juega con el mismo equipo hace dos años. De hecho, los únicos que se han sumado recientemente al proceso tienen más de 25 años.
Ahora anuncia que para la Copa América piensa llamar a dos en ese estilo, Fernando Meneses y Edson Puch, quienes estarán en la pre-nómina de integrada por 30 jugadores. La única sorpresa -pedida a voces por muchos- es el llamado de Ángelo Henríquez, goleador en el Dinamo Zagreb de Croacia. Henríquez tiene 21 años, por lo que sin duda es un punto a favor de la anhelada renovación, aunque uno entre 30 no representa precisamente una bandada de golondrinas…
Al menos, recalcó, nadie escapa al seguimiento su cuerpo técnico: “Tenemos un análisis de todos los jugadores. No sólo de la actualidad. Seguramente tomaremos la decisión del jugador que se encuentre de la mejor manera para la lista definitiva”, dijo el viernes en Pinto Durán.
A propósito del complejo deportivo enclavado en Macul, Sampaoli sorprendió hace un tiempo con una excentricidad cara a la Copa América: quería concentrar a los seleccionados en Europa. Y aunque la ANFP estudió la opción, por razones económicas finalmente desistió de la descabellada idea (no podía ser de otra manera).
El técnico aceptó la decisión y al menos públicamente le restó importancia al asunto. “Llevarlos a Europa y volverlos a traer era un inconveniente. Lo mejor es traerlos para acá. Uno esperaba contar con los jugadores más tiempo, pero nos tenemos que adecuar a eso”, contó con resignación. Pero fuentes confiables en la ANFP aseguran que el asunto enojó al argentino, y que como pequeña compensación logró que se realizara una concentración preliminar en el llamado “Monasterio Celeste”, el centro deportivo inaugurado el año pasado por O’Higgins.
¿Cuál es la necesidad? ¿Responde esto solamente a una rabieta de Sampaoli? La verdad es que el asunto no se entiende tomando en consideración la millonaria inversión que se hizo para remodelar por completo Juan Pinto Durán precisamente cuando estuvo Bielsa a cargo de la Roja.
“Al no poder viajar a Europa, la solución más cercana es Rancagua”, dijo enigmáticamente Sampaoli, al tratar de explicar lo inexplicable. ¿O es que también en esto quiere desmarcarse de Bielsa?
