Sin mayores méritos futbolísticos en la presente temporada, el actual jugador del Brujas de Bélgica fue convocado de urgencia en reemplazo de Edson Puch. Así, Sampaoli cambia a un volante ofensivo por otro defensivo y sin mayor talento.
No sólo genera “ruido” el hecho de ver nuevamente a Francisco Silva en la Roja, ad portas de un evento tan trascendente como la Copa América, sino devela la “claridad” del estratego del equipo, Jorge Luis Sampaoli.
Silva -cuya verdadera función es la mediocampista de quite, a lo sumo un “mixto”, pues tiene buen golpe de balón- ocupa en la Roja el extraño rol de zaguero central. Así jugó en Brasil 2014, sin ofrecer garantías en un puesto que no domina. Sólo la miopía del técnico argentino justificó ver a Silva acompañando a Gary Medel en el medio de la zaga.
Como sea, su temporada en Bélgica resultó muy deficitaria: nunca fue titular indiscutido. De hecho, durante varios partidos del Brujas ni siquiera fue citado a la banca. Es decir, su actual momento tampoco justifica una reconvocatoria.
Pero, como hemos dicho en repetidas oportunidades, en cada nómina de ésta y de otras selecciones siempre hay que tolerar dos o tres caprichos del entrenador de turno. Jugadores que figuran en las listas sin razones futbolísticas de peso: son los famosos “regalones”, los acomodados o sencillamente los que tienen otro tipo de acuerdos con los estrategos.
Acá, la situación se ve aún más exótica porque Silva no llega a sustituir a un defensa o a un volante de sus caraterísticas. Asoma en reemplazo de un volante/delantero, de un Edson Puch quien, al parecer, durante su paso por el Huracán de Buenos Aires, fortaleció su habilidad y talento naturales con mayor madurez personal. Allá fue figura..
¿Por qué, entonces, Sampaoli, no sustituyó a un lesionado Puch con algún elemento de similares condiciones? Es como si Mauricio Pinilla o Eduardo Vargas sufrieran lesiones y el argentino llamase en su reemplazo a Esteban Pavez u Osvaldo González? ¿Qué diríamos? Que la nómina fue mal estructurada, pues, en la práctica, la necesidad del técnico estaba en la zona posterior y no en el ataque…
A pocos días de el debut frente a un herido, pero complicado Ecuador (su nómina ya registra cuatro ausencias muy importantes), Sampaoli sigue “sorprendiendo”: entra y sale del Monasterio Celeste, cierra y abre calles en torno de Juan Pinto Durán, busca espías y drones hasta por debajo de las piedras y convoca al “Gato” Silva.
