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Ejército colombiano repudia muerte de militares a manos de las FARC

El sábado, al caer la tarde, quince soldados profesionales que adelantaban la búsqueda de una comerciante secuestrada cayeron en un campo minado instalado por la guerrilla.


El comandante del Ejército colombiano, general Mario Montoya, repudió este domingo la muerte de siete militares a manos de las FARC, que atacaron con explosivos a un grupo de quince soldados que se movilizaba por una carretera del departamento colombiano del Tolima.



«Como producto de una acción terrorista fueron asesinados un suboficial y seis soldados del batallón Caicedo», dijo Montoya a periodistas tras visitar el lugar de los hechos, en donde confirmó que seis uniformados más quedaron heridos.



El sábado, al caer la tarde, quince soldados profesionales que adelantaban la búsqueda de una comerciante secuestrada cayeron en un campo minado instalado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).



Tras la primera explosión los insurgentes aprovecharon la confusión de la tropa y cayeron sobre ella y mataron a un suboficial y seis soldados profesionales en la carretera que comunica las poblaciones Olaya Herrera y Ortega, en el departamento del Tolima (centro).



Sin embargo, en la reacción de los soldados, los guerrilleros perdieron a tres de sus hombres, entre ellos Darío César Restrepo, alias «Menca», cabecilla del frente XXI de las FARC, considerado uno de los más sanguinarios combatientes de esa organización al margen de la ley.



El médico Andrés Aguirre, del Hospital de Chaparral, a donde fueron trasladados los heridos, dijo a periodistas que los seis soldados tienen esquirlas en el cuerpo y otros registran heridas por armas de fuego, pero «ninguno tiene comprometidos órganos vitales».



Aclaró que sólo uno de los militares, que tiene una fractura múltiple, fue remitido a un hospital de Ibagué, en donde hay mayor tecnología para atenderlo.



Tras el ataque a la patrulla, el Ejército prohibió el paso de vehículos por la zona en prevención de que hubiesen más campos minados, pues la guerrilla acostumbra a cubrir su retirada de esta forma una vez comete sus actos.



Sin embargo, tras una pormenorizada inspección, no se encontraron materiales explosivos y la vía fue reabierta, aunque permanece custodiada por tropas del Ejército colombiano.



El mismo sábado, horas antes de la emboscada de las FARC contra el Ejército en el Tolima, se reportó la muerte, en el departamento de Caldas, de cinco guerrilleros, entre ellos Juan Carlos Rodríguez, alias «Jimmy», ideólogo de la columna Aurelio Rodríguez, de las FARC.



El jefe rebelde, con quince años de militancia, planeó y ejecutó el secuestro del político Óscar Tulio Lizcano, ocurrido el 5 de agosto de 2000, en la población de Riosucio, departamento de Caldas, 300 kilómetros al oeste de Bogotá.



Lizcano hace parte del grupo de canjeables que las FARC dejarían en libertad siempre y cuando el Gobierno colombiano libere a medio millar de guerrilleros presos, entre ellos los extraditados «Simón Trinidad» y «Sonia», quienes pagan condenas en Estados Unidos.



Si el acuerdo humanitario se concreta, con la mediación del presidente venezolano Hugo Chávez y la senadora colombiana Piedad Córdoba, también recuperaría la libertad la ex-candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres norteamericano, al igual que otros políticos, policías y militares.



EFE

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