«La crisis comenzó en los países ricos pero sus consecuencias también han llegado o llegarán a las zonas más pobres, por lo que el resurgimiento económico debe tener un rostro humano y no puede olvidarse la apuesta por la educación y la salud, especialmente entre los más desfavorecidos», explicó el jefe del departamento de política y economía internacional de la organización, Gaspar Fajth.
UNICEF alertó hoy de que los niños son los «principales olvidados» de la crisis global y, a un día de las reuniones del G-8 y G-20, ha pedido a los Gobiernos que refuercen la inversión en los países más pobres para conseguir un mayor desarrollo y bienestar de la infancia.
La denuncia sobre el estado de la infancia proviene del resultado del informe «Niños: los olvidados de la crisis financiera», presentado hoy en Berlín en la conferencia anual que ofrece UNICEF y en la que se reclamó «una cara humana» en las políticas de recuperación económica.
Según explicó en rueda de prensa el jefe del departamento de política y economía internacional de UNICEF, Gaspar Fajth, la crisis impide el progreso en la Aplicación de los Objetivos del Milenio.
Fajth señaló que los pronósticos apuntan a que la extrema pobreza aumentará hasta los 64 millones de personas en todo el mundo.
Además, advirtió, entre todas las clases poblacionales, miles de vidas de niños están en peligro si no se actúa contra la pobreza.
«La economía tiene que recuperarse, pero hay que tener en cuenta las consecuencias que esto puede tener para la infancia y para los países más pobres», agregó Fajht.
«La crisis comenzó en los países ricos pero sus consecuencias también han llegado o llegarán a las zonas más pobres, por lo que el resurgimiento económico debe tener un rostro humano y no puede olvidarse la apuesta por la educación y la salud, especialmente entre los más desfavorecidos», explicó.
A un día del comienzo de la cumbres del G-8 y el G-20, UNICEF hizo un llamamiento a los Estados y a los jefes de Gobierno para que no olviden la situación de la pobreza internacional y apuesten por el desarrollo de la infancia en todos sus aspectos.
Desde UNICEF se advierte también de la necesidad de combatir de manera coherente las llamadas «enfermedades de la pobreza», tales como la mortalidad infantil y materna, así como el SIDA.
Al mismo tiempo, la organización mundial para la infancia reiteró la necesidad de dar especial protección a los niños para evitar su explotación y de facilitar ingresos a las familias de los países pobres para que puedan conseguir alimentos.
También señaló que los costes de la educación en los países emergentes se han reducido, por lo que la calidad y ampliación de los sistemas educativos en el Tercer Mundo puede aumentar.
El presidente de UNICEF en Alemania, Jünger Heraus, respaldó la idea de un impulso con «rostro humano» para el crecimiento futuro de los países.
«Si se dispone de miles de millones para salvar a los bancos, para estabilizar a las empresas y para dar subsidios al desarrollo tecnológico, no se puede decir que no hay dinero para apoyar a la infancia», sostuvo.
Según el informe anual de UNICEF para 2009, en el mundo más de quince millones de niños menores de 15 años se ven obligados a trabajar, especialmente en la parte de África central y en el Sudeste asiático.
EFE