Se escaparon de una prisión de alta seguridad y fueron capturados en Madrid. La prensa portuguesa habla de mafias chilenas organizadas.
La madrugada de ayer domingo, tres reclusos se escaparon la prisión de Caxias, en el consejo de Oeiras, Portugal, un país donde las fugas carcelarias no son algo común y los índices de criminalidad son relativamente bajos. El hecho ocupó las portadas de los sitios de internet lusos y ha reavivado el debate sobre las condiciones de seguridad en las prisiones.
Entre los tres reclusos se encuentran dos chilenos, Roberto Ulloa y Jorge Naranjo, de 29 y 30 años, que estaban presos preventivamente por hurto y robo, en espera de su juicio. Junto a ellos escapó un portugués.
El Establecimiento Prisional de Caxias se destina a personas en prisión preventiva de la región metropolitana de Lisboa, y es clasificado como de alta seguridad. A pesar de esto, los fugados se escaparon por la ventana de su celda, luego de aserruchar los barrotes. Las torres de vigilancia del recinto estaban activas, y los mecanismos de seguridad en funcionamiento. Aun así lograron evadirlas con éxito. Las autoridades del presidio solo se dieron cuenta de la ausencia de los internos cuando un guardia realizaba su ronda de rutina a la mañana siguiente.
El hecho ha provocado que se vuelvan a discutir las condiciones de seguridad en las prisiones de Portugal, donde existe un déficit crónico de gendarmes para la vigilancia y control de la población carcelaria. Caxias por ejemplo, que en teoría es un recinto de seguridad máxima, es un fuerte militar adaptado como cárcel, sin condiciones estructurales para ello.
Según información del Ministerio de Justicia de Portugal dada a la Agência Lusa, los dos chilenos fueron detenidos en las últimas horas en el aeropuerto de Barajas en Madrid, España, por efectivos de la Policía Nacional de ese país, portando documentación falsa. A pesar de las contundentes pruebas en su contra, solo uno de los prófugos -Jorge Naranjo- quedó detenido, pero Ulloa fue puesto en libertad debido a la falta de espacio en el Centro de Internamiento para Extranjeros de la capital española.
De acuerdo a la prensa portuguesa, han surgido mafias chilenas organizadas que pagan hasta $500 mil euros para ayudar a sus elementos presos a huir de las cárceles. El objetivo es que esos prófugos logren volver a Chile. En los últimos años los delincuentes de nuestro país se han hecho fama en Portugal como «lanzas» y asaltantes de casas, especialmente de millonarios.
