El exembajador y académico UCEN explicó que el presidente Lasso se encuentra en una situación complicada, ya que fue abandonado políticamente por el partido correista y se quedó en minoría parlamentaria. Con solo cuatro votos faltantes para ser acusado de peculado y destituido, Lasso decidió tomar medidas anticipadas para evitar un posible desenlace negativo. Mediante un decreto conocido como “muerte cruzada”, disolvió tanto el parlamento como sus poderes presidenciales, lo que le permite gobernar por decretos económicos durante seis meses. Esta medida marca una transición hacia una elección anticipada en la cual se determinará si cuenta con el respaldo necesario. Según Fernández, las opciones para Lasso son perder la elección y retirarse sin ser acusado o destituido, o ganar y mantenerse en el poder, aunque en condiciones inciertas.
En Ecuador, el presidente Guillermo Lasso ha decidido disolver el Congreso y convocar elecciones generales en medio de un juicio político en su contra. El presidente se enfrentaba a acusaciones de peculado por no dar por terminado un contrato que supuestamente causó perjuicios económicos al país. La mayoría opositora liderada por el partido UNES, del expresidente Rafael Correa, inició el juicio en la Asamblea Nacional. En respuesta, Lasso utilizó la “muerte cruzada”, una figura constitucional que permite al presidente disolver el Congreso en ciertas circunstancias. Esta es la primera vez que se aplica esta figura en Ecuador, establecida en la Constitución de 2008 durante el mandato de Correa y respaldada por la Ley Orgánica de la Función Legislativa.
¿De qué se trata esta “muerte cruzada”? El exembajador y académico de la Facultad de Derecho y Humanidades de la Universidad Central, Samuel Fernández, abordó el tema durante el programa Al Pan Pan de El Mostrador Radio, junto a Mirna Schindler. El profesor de Derecho Internacional explicó que se trata de una acción inédita en la que ambos poderes del Estado, Legislativo y Ejecutivo, “se disparan y resultan perjudicados”.
El exembajador del Servicio Exterior de Chile comentó que la situación partió con el presidente Lasso siendo abandonado políticamente por el partido correísta, dejándolo en una minoría parlamentaria. “Se necesitaban 92 de 137 votos, pero le faltaban solamente cuatro a la oposición para acusarlo de peculado y destituirlo finalmente. Entonces, (Lasso) se ha tenido que adelantar, previendo que le iba a ir muy mal, con esta llamada ‘muerte cruzada’, que es un decreto que disuelve dos cosas: el parlamento, pero también sus poderes de presidencia”, explicó el analista internacional.
Samuel Fernández señaló que la gobernabilidad se disuelve y le permite al Presidente, por un período de seis meses, gobernar por decretos económicos. Esto es importante, remarca el exembajador, ya que “es una transición a una elección anticipada que se tiene que convocar porque cuando venga la elección vamos a ver si efectivamente tiene o no los apoyos”.
Ante esta situación hay dos opciones, afirma el académico UCEN. La primera es que la pierda, pero se va por la puerta y no se va acusado o destituido como habría sido con todos los juicios. Y si la gana, se mantiene en el poder, pero vamos a ver en qué condiciones”.
Según el experto, el margen de maniobra de Lasso es muy estrecho, ya que solo le quedan unos meses para gobernar mediante decretos-leyes en un momento en el que su popularidad está en niveles mínimos, en parte por la crisis de inseguridad y violencia que vive el país sin que el gobierno haya podido poner soluciones, lo que podría augurarle una derrota en las elecciones anticipadas.
“Su gobierno es muy débil en el Parlamento y las coaliciones han sido muy inestables”, sostuvo el exembajador Fernández, para quien el Presidente Guillermo Lasso “ha sido bastante terco, ya que se salvó en una oportunidad por pocos votos de que lo sacaran del poder, pero en el intermedio no ha buscado alianzas sólidas”.
La “muerte cruzada”, reiteró, “es el último recurso que tiene Lasso, porque aquí ambos poderes, Legislativo y Ejecutivo, salen perjudicados, porque se les cancela la posibilidad de gobernabilidad. Eso es muy serio, por eso se le llama ‘muerte cruzada’, porque ambos se disparan y resultan perjudicados”.
El académico resaltó que el régimen en Ecuador “sigue siendo presidencial, pero con un parlamento muy poderoso”.
Cabe mencionar que la muerte cruzada puede generar, además, otro grave problema al Ejecutivo de Lasso y al país en general: una ola de protestas con consecuencias imprevisibles. Movimientos indígenas ya advirtieron de movilizaciones si esto llegaba a ocurrir, y podrían sumarse otros colectivos políticos y sociales. De momento, las Fuerzas Armadas se han desplegado ante posibles movilizaciones en puntos clave de Quito, como el Palacio de Carondelet, el Palacio Legislativo y el Ministerio de Defensa, y se ha decretado el cierre de varias vías en la capital.
