La académica y exviceministra ecuatoriana señaló que la violencia en Ecuador ha trascendido los confines de las cárceles, extendiéndose a las comunidades y alcanzando incluso la esfera política. Las cárceles del país han generado “mafias” que ejercen control en diversas áreas, alimentando la presencia de armas y drogas en barrios y poblaciones que la policía no logra penetrar. Este fenómeno se ha convertido en un síntoma alarmante de la actualidad ecuatoriana, manifestándose en homicidios como el del candidato presidencial Fernando Villavicencio y el alcalde Agustín Intriago. A pesar de llamados a un pacto político contra la violencia, afirma que la infiltración continúa, planteando interrogantes sobre la seguridad y la integridad democrática del país.
El candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinado en Quito después de salir de un mitin político. Las autoridades ecuatorianas confirmaron que el sospechoso del asesinato, quien falleció bajo custodia policial, era de nacionalidad colombiana, al igual que seis hombres que fueron detenidos en relación con el crimen.
El asesinato de Villavicencio es quizás el síntoma más grave del contexto de violencia que se vive en Ecuador desde hace varios meses. Además de Villavicencio, en julio de este año fue asesinado Agustín Intriago, el alcalde de la ciudad de Manta, ubicada en el occidente del país, en un ataque de sicarios en el que también perdió la vida una deportista.
A esto se suman los motines carcelarios que han tenido lugar en los últimos días. El último de ellos, ocurrido en julio, dejó 31 presos muertos en una cárcel de Guayaquil, la segunda ciudad más importante del país. La ola de violencia se registra en medio de la campaña para las elecciones presidenciales y legislativas, previstas para el próximo 20 de agosto.
Mónica Mancero, exviceministra de Educación Superior de Ecuador y docente de la Universidad Central de ese país, expresó su consternación con la situación que se vive tras el asesinato de Villavicencio, en un nuevo capítulo de Al Pan Pan con Mirna Schindler. Mancero advirtió que el asesinato del candidato “es una advertencia para los políticos en Ecuador”, buscando “infundir el miedo y afectar a la democracia”.
Consultada sobre la relación entre las cárceles, el narcotráfico, la violencia y su irrupción en la política, la académica y exfuncionaria del gobierno ecuatoriano traza un claro vector. Afirmó que desde las cárceles se están controlando “mafias” que dominan distintos pabellones. Esto estaría directamente relacionado con barrios y poblaciones que son tomados y en los que la policía no tiene acceso, pero cuando finalmente ingresa, se encuentran una gran cantidad de armas y drogas. “Esos son los primeros indicios”, señaló. Luego, lo que observamos, dijo, es que esto “entra en la política”.
En el caso de Villavicencio, señaló Mónica Mancero, “vemos que hay una celeridad en cómo se avanza, debido a que el país está conmocionado”, sin embargo, aseguró que “no observamos lo mismo en el caso del alcalde de Manta. “No existe la misma celeridad para explicar lo sucedido”, comentó, junto con afirmar que ha habido distintas teorías en redes sociales que apuntan al blanqueo de dinero y al sicariato.
Respecto al llamado para establecer un pacto político contra la violencia, la exviceministra Mancero comentó que “teníamos esperanzas, pero no ha tenido respuesta”. Fue la izquierda social no correísta, representada por los movimientos campesinos, la que llamó a un acuerdo con todos los candidatos para un pacto por la seguridad con el fin de demostrar fortaleza, pero “no ha ocurrido”, en un clima problemáticamente polarizado. “Hay un aspecto que politiza”, porque por ejemplo, desde el gobierno se está “acusando al correísmo de haber perpetrado este asesinato”, mencionó la académica.
Ante la posibilidad de firmar este acuerdo nacional contra la delincuencia, “lamentablemente, no ha ocurrido todavía, y no sé si habrá tiempo para ello”, recalcó Mónica Mancero. La exviceministra ecuatoriana señaló que algunos analistas plantean que “ya empieza a haber financiamiento de las campañas electorales por parte del narcotráfico” en Ecuador, además de infiltraciones en la policía y el ejército.
