La refinería procesa cada año 16 millones de toneladas de crudo y entre los accionistas se cuentan empresas como Shell, Esso o Rosneft.
Una docena de activistas del grupo ecologista Última Generación bloquearon este miércoles con kayaks el acceso al puerto de crudo de Karlsruhe (sur), desde el que se aprovisiona a la mayor refinería de Alemania.
Según informó el propio colectivo en un comunicado, los activistas sujetaron desde sus barcas una pancarta con el eslogan “Stop – cerrado por catástrofe climática”, impidiendo el paso por el canal que conecta el puerto con el río Rin.
“Desde hace décadas, las corporaciones fósiles relativizan las catastróficas consecuencias de sus maquinaciones y orquestan verdaderas campañas de mentiras, con la colaboración de los políticos”, afirmó Maja Winkelmann, una de las activistas.
“Las corporaciones como Shell sacrifican nuestro futuro y el de nuestros hijos, para seguir sacando beneficios sin freno. Y aunque eso sea la ruina para nuestra sociedad, los políticos no intervienen”, agregó.
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La refinería procesa cada año 16 millones de toneladas de crudo y entre los accionistas se cuentan empresas como Shell, Esso o Rosneft.
Este mismo mes, un grupo de activistas ambientales del colectivo conocido como ‘Ende Gelände’ bloqueó los accesos a una central térmica de carbón en Scholven (oeste de Alemania) para exigir un abandono inmediato de esta fuente energética.
La central de Scholven emite unas 20.000 toneladas de dióxido de carbono al día, denunció una portavoz de ‘Ende Gelände’, Jule Fink, y de este modo realiza una contribución “significativa” al calentamiento global, que a su vez es la causa de que muchas zonas del mundo vayan a volverse inhabitables.